Como varios de los diez asesinatos cometidos este mes en Siquirres, Matina y otras zonas de la provincia de Limón fueron con fusil de asalto AK-47, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dirige sus pasos hacia una banda que al parecer habría usado esa arma para ajustes de cuentas por drogas.
Así lo confirmó el subdirector interino del OIJ, Luis Ávila, al confirmar esa línea de investigación.
Un reciente caso con AK-47 ocurrió en Siquirres el 4 de junio, donde hubo dos muertos y dos heridos graves impactados en las afueras del bar Blanco y Negro. Los fallecidos fueron German Arias Hadger y Jonathan Gaitán Montiel, quienes tenían antecedentes por tráfico de drogas.
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A ese caso se une el triple asesinato del pasado domingo en Pacuarito de Siquirres, donde la Policía encontró 15 indicios de ese tipo de arma, cuyo uso está prohibido para particulares en nuestro país.
Como cada arma tiene características propias y deja su marca específica en los casquillos, la Sección de Balística del OIJ ya tiene en laboratorios los indicios balísticos para tratar de corroborar la hipótesis.
El jefe policial relató que realizan las pericias balísticas porque se trata de asesinatos en la misma región y porque podría tratarse de la misma arma y el mismo grupo.
“No se descarta que algún grupo de contrincantes esté peleando algún territorio o la pérdida y sustracción de algún producto”, refirió Ávila.
Según dijo, se presume que en ambos casos habría mediado un ajuste de cuentas, porque la forma en que actúan "se sale de lo normal". Además los bienes que portaban las víctimas no fueron sustraídos.
Las dos motos que usaban los fallecidos estaban debidamente inscritas a nombre de quienes las conducían y con los documentos en regla.
Emboscada en la oscuridad
En el caso de los tres fallecidos la madrugada del domingo, un vehículo en el que viajaban los asesinos habría esperado a los motorizados con los que anteriormente habrían tenido disputas en un bar de Waldeck, Pacuarito.
Cuando los motorizados pasaban frente a la bananera Fama, en el cruce de Waldeck, en ruta hacia La Perla, les dispararon, primero a la que llevaba a dos ocupantes y luego alcanzaron al que iba solo.
La Fuerza Pública siguió el rastro y marcas a lo largo de la carretera que les permitió dar con los tres cuerpos.
El OIJ le seguía la pista a Jaison Omier Collins, por venta de droga. Las autoridades ya lo habían detenido con estupefacientes y lo habían remitido a la Fiscalía, sin embargo por ser pocas dosis, él aducía que eran para consumo propio y por eso quedaba libre.
Por la forma en que quedó el cuerpo de Omier Collins,la Policía deduce que trató de huir al ser alcanzado por los homicidas y aunque solo lo pudieron impactar en un muslo, la herida le tocó la femoral y eso le produjo una hemorragia que cobró su vida en el sitio.
Omier había laborado como estibador en Limón, era vecino de Pacuarito y además tenía antecedentes por robo de vehículos. Tenía una tienda de decoración de autos en Siquirres.
Sobre Anthony Aburto Fernández, de 21 años, la Policía dijo que no tenía antecedentes. Era vecino de Cristo Rey en San José y tenía cuatro heridas de armas de fuego en la espalda. Era el conductor de una de las motos.
El acompañante de Aburto era Greivin Rodríguez Potoy, de 31 años, vecino de Pacuarito y quien tampoco tenía antecedentes policiales. Recibió varios balazos en diferentes partes del cuerpo.
Se investiga qué relación existe entre los tres fallecidos.
Este mes de junio se han cometido 10 de los 34 asesinatos perpetrados en Limón en lo que va de este año.
En otro de los homicidios, en Playa Bonita de Limón, el domingo 17 de junio mataron a Jeilan Wilcher Brown e hirieron de gravedad a otro sujeto.
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Colaboró Reiner Montero