Oso, un hombre de 37 años que se convirtió el miércoles en el principal sospechoso del asesinato del policía Bryan Josué Rivera Oviedo, en la barriada Las Parcelas, en Herradura de Garabito, arrastra investigaciones no solo por el homicidio de tres colombianos y liderar, supuestamente, una banda criminal en la zona.
Ahora, se le señala como la persona que habría amenazado de muerte a un candidato a alcalde de ese cantón de Puntarenas para las elecciones municipales del 4 de febrero. Se trata de Francisco José González Madrigal, quien se postuló por el Partido Puedo Garabito. En diciembre, él denunció que lo habían intimidado para forzar su retiro de la política.
En ese momento, González declaró en una entrevista con La Nación que las amenazas provenían de un sujeto llamado Oso, pero, solicitó que ese dato no fuera publicado. Sin embargo, este viernes 26 de enero, el político dio el permiso para que se divulgara la identidad.
“Fui contactado primero por una persona que me hizo saber que estaba en peligro y que debía hablar con otro sujeto. En ese momento, no sabía quién era, pero bueno, me insistió que debía hablar porque si no, iba a tener problemas”, contó el actual regidor a este medio.
Ante la presión, González aceptó hablar con el hombre cuya identidad desconocía en un lugar que él mismo eligió para su seguridad. Una vez ahí, vio llegar a Oso junto con tres escoltas. Sabía quién era, por lo que inmediatamente se percató de la gravedad de la situación. Se trataba de Ronny Danilo López González, quien es de origen nicaragüense.
A lo largo de la conversación, de 15 minutos, González trató de convencer a López de que no representaba una amenaza para sus actividades, ya que su único interés era dedicarse a sus responsabilidades como candidato a alcalde.
No obstante, el sujeto insistió en que, por su propia vida, debía alejarse de la campaña política, advirtiéndole que, de lo contrario, enfrentaría consecuencias fatales. “Me dijo que no era cuestión de él, sino de la gente grande que estaba detrás”, comentó.
Después de esta conversación, el aspirante a la alcaldía decidió abandonar Jacó, su lugar de residencia, trasladándose a otra zona del país.
Además, presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público y se acogió a un programa de protección proporcionado por la Policía Judicial. Gracias a esta medida de seguridad, puede continuar su participación en las sesiones del Concejo Municipal, ya que se moviliza hasta el lugar con escoltas.
Abultado expediente
El jueves, el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, identificó a Oso como el principal responsable del disparo que mató al joven policía, quien recibió un balazo en la cabeza cuando acudió, con otros compañeros, a atender la presunta retención de un hombre y disparos en el barrio Las Parcelas. Otro sospechoso del homicidio es Carlos Martínez Paladino, alias Tuerto.
Zamora indicó que este grupo criminal amedrenta a los vecinos y mantiene tomados terrenos en el barrio; incluso, contra ellos, existen órdenes judiciales de desalojo. Para no ser removidos, los miembros de la banda han llegado a bloquear la calle.
Oso cuenta con un extenso historial judicial y policial que data desde el 2013, con 15 partes policiales y antecedentes por homicidio, tentativa de homicidio, portación ilegal de armas, narcotráfico, usurpación, robo agravado, tenencia de droga, agresión doméstica, estatus migratorio irregular, pensión alimentaria y destace de ganado, según reportes policiales a los que La Nación tuvo acceso.
Además, estaría vinculado con el homicidio de tres colombianos en calle Lapas, Jacó, la noche del 5 de noviembre de 2023. Hasta el miércoles, cumplía medidas cautelares distintas a la prisión preventiva, pero no trascendió por qué asunto. Estuvo preso del 2013 al 2016 por el delito de robo agravado y salió antes de tiempo por descuento de pena.
Martínez, alias Tuerto, también tiene un historial delictivo, con cuatro detenciones entre el 2020 y el 2024 por delitos como homicidio y robo agravado.
Otros cuatro hombres detenidos por la muerte del oficial fueron identificados con los apellidos Salmerón González, Vega Rodríguez, Ruiz Mayorga y Meira Pérez, quienes también están vinculados a la venta de drogas, privación de libertad, coacción, amenazas agravadas y una tentativa de homicidio ocurrida el 2 de enero en Orotina.
Las detenciones fueron el resultado operativos policiales luego del asesinato. “Al final del día se logró decomisar prueba de interés, entre la que destaca un vehículo aparentemente robado y droga, en apariencia, marihuana y ketamina”, informó el Ministerio Público en un comunicado.
Bryan Josué Rivera Oviedo fue sepultado este viernes en Paquera, Puntarenas. Allí, su hermana, en declaraciones a Telenoticias, le pidió al presidente Rodrigo Chaves que el homicidio no quede impune.
Rivera era papá de tres niños, de nueve, cinco y un año de edad. Según lo recuerdan sus allegados, Bryan era un soñador que anhelaba escalar en su carrera como policía y graduarse de bachiller, pues estaba a un paso de aprobar Matemáticas.
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