Una venganza sería la causa de muerte de Thomas, un niño de dos años y tres meses que murió el 9 de enero del 2022, luego de una golpiza que le habría propinado su padrastro.
Así lo explicó el fiscal del caso Ronald Segura, quien afirma que el padrastro, de apellidos Flores Calderon, agredió al niño como venganza contra el padre biológico, luego de discutir con él porque seguía teniendo relación con la madre y eso le molestaba.
Ese asesinato, así como la captura de los sospechosos no trascendió por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ni por familiares del fallecido. Fue hasta que comenzó el juicio en Cartago el pasado 26 de abril, que la muerte de Thomas salió a relucir, más de un año después.
La perito Emily Solano Gonzalez, médica forense, así como el personal que atendió al niño en el centro médico, fueron parte de los ocho testigos que declararon y con base en esos criterios se estableció que Thomas murió por el Síndrome de Niño Agredido, según consta en el dictamen médico legal DA-2022-00101-PE
Ahora, con base en la petición realizada por la Fiscalía, la pareja acusada podría afrontar 35 años de cárcel. Al hombre se le atribuye haber matado al niño de múltiples golpes y lesiones, así como de procurarse impunidad, al sacar al hermano de cinco años de la casa y llevarlo afuera mientras daba muerte a Thomas, así como por haber tratado de ocultar su muerte mintiendo sobre los motivos del deceso.
Contra la madre, de apellidos Bianco Solano, de 29 años, se pide la pena máxima porque se comprobó que no hizo nada para impedir la muerte del niño y más bien lo dejó al cuidado del sujeto a sabiendas de que era agresor.
El fiscal también dijo que Thomas sufría abandono desde que tenía un año, pues desde esa edad le diagnosticaron anemia y ella no lo volvió a llevar a control y nunca le compró pastillas de hierro, mientras que, por otra parte, ella gastaba dinero en licor y también pagaba deudas de marihuana de su pareja, pero no le compraba el medicamento al niño.
Ella recibía dinero del Instituto Mixto de Ayuda Social, también les daban alimentación en el Cen Cinai y laboraba en un bar restaurante de Cartago, de modo que no vivía en pobreza extrema, dijo el fiscal. Además destacó que en todo momento intentó proteger a su actual pareja y sospechoso de la agresión, con quien siguió su vida normal sin siquiera incriminarle nada por la muerte del niño.
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Luego de los hechos, al asumir la custodia del otro niño que la mujer tenía, el Patronato Nacional de la Infancia comprobó que la casa estaba sin condiciones adecuadas y que el hermano del fallecido también vivía en condiciones de descuido.
Será el tribunal, integrado por Kathia Vega, Reynaldo Araya y Sailyn Ballestero, el que defina la suerte de los sospechosos en la lectura de la sentencia que será el lunes 15 de mayo a las 3 p. m. en los Tribunales de Cartago.