La iglesia de Loreto, en Pavas, no tuvo espacio suficiente para albergar a todos los familiares y amigos de Marco Calzada Valverde, que llegaron a despedirlo en su funeral. El joven universitario, de 19 años, murió asesinado este sábado frente al arco del barrio chino en San José, al parecer para robarle el celular.
Al final de la ceremonia, llena de momentos emotivos y cánticos, el papá del muchacho, Mario Calzada, de 40 años, pronunció unas sentidas palabras, en las que aseguró que la familia no alberga rencor ni odio, que ellos ya perdonaron a quienes asesinaron a su hijo y que oran por ellos (los homicidas) y sus familias. También lamentó que en Costa Rica exista tanta violencia y urgió a los presentes a que oraran por su familia.
Este núcleo, integrado por Mario, su esposa Gabriela Valverde y dos hijas más, se mantuvo abrazado durante toda la ceremonia, oficiada por siete sacerdotes. La menor de las hijas, cumple 10 años justo este lunes.
“Tus cumpleaños van a ser los más chivas del mundo, porque vamos a celebrar dos veces, en tu honor, vamos a celebrar a Marco y a vos, ¡dichosa!, algo que parece feo es lindo, y es otro regalo que nos da Marco. Y vean, no caben en nuestro corazón rencor, ni remordimiento por lo que pasó, tenemos fe que Marco nos ayudó a prepararnos, todo lo que hemos crecido es porque Marco traía una luz increíble, que no era normal.
“Eran muchas cosas que siempre decíamos que no era normal, nos trajo una luz tan grande que nos enseñó un montón de cosas, nos enseñó a perdonar, y no cabe en nuestro corazón rencor ni odio y les pido que recen mucho por nosotros, pero que también, cuando recen por nosotros, recen por las familias y por las personas que hicieron esto, de verdad, las abrazamos, las perdonamos como Jesús nos enseñó y como Marco me enseñó. Esto lo hacemos con amor y con mucha fe, se ocupa fe.
“Costa Rica y el Mundo la ocupa, no ocupa menos criminales, ocupa más familias que se involucren con tanto joven que está en problemas fuertísimos. Hay muchas familias que carecen de amor, carecen de Cristo y no ocupamos menos de ellos, ocupamos más de nosotros, que vayamos a ayudar. Que no nos de miedo ir a Los Guido, que no nos de miedo ir a Pavas, a todos los lugares, lo que ocupamos es ayudar a tanta gente que tiene vacíos en el corazón, que caen en drogadicción, que caen en vicios.
“Entonces, de verdad, que esto que ha pasado nos sirva, como familia, como hermanos, como comunidad, que esto no quede como un simple homicidio, en algo, en rencor, en odio, que ¿cómo le hicieron esto? Dios tiene un plan en todo, todavía no sé cuál es el plan, pero estoy viendo la luz por todo lado. Esto es un regalo, es fuerza para salir adelante”, manifestó Mario Calzada al final de la misa.
En las últimas horas, luego de que trascendiera la desaparición y muerte del muchacho, se conoció que Marco acostumbraba tocar la guitarra en las celebraciones eucarísticas y cooperar como misionero en diferentes comunidades del país. Este lunes, sobre su ataúd, resaltaban muchas fotos de él sonriendo y en familia, un crucifijo, una imagen de la virgen y un guante de boxeo.
Uno de los sacerdotes, durante la homilía, también procuró confortar a los dolientes con un mensaje de esperanza y resurrección: “Desde el mismo amor que Cristo ha resucitado, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo y él los resucitará, así será con Marco, desde la primera noticia de su fallecimiento nos hace preguntarnos ‘por qué él si todavía es tan joven? Por qué él si tenía tantos ideales de entrega y servicio a Dios?
“No seamos esclavos de nuestros defectos, luchemos para parecernos a Jesús para ser verdaderamente cristianos. Este triste suceso nos hace reflexionar y nos lleva a ser santos, sabemos que el Señor viene en cualquier momento y dichosos aquellos que él encuentre como el encuentro que tuvo Marco con el Señor”, agregó uno de los oficiantes.
Una amiga del muchacho, quien también quiso hablar, lo recordó como un amigo siempre alegre y así procurará recordarlo siempre. “Marco siempre que le contábamos algo nos decía qué chiva, qué tuanis, hoy yo le digo a usted que chiva que ya estás con Dios y estás cuidándonos, por siempre vivirás en nuestros corazones”, resumió.
El crimen
Marco Calzada Valverde salió el sábado por la noche con unos amigos a un bar en San José. Al parecer, en determinado momento dijo que iba a ir al baño, pero luego no se supo más de él. Las cámaras de vigilancia municipal registran que se desplazó por las cercanías de la plaza de la Democracia y avanzó hacia el oeste por la avenida segunda.
En determinado momento, en los videos se observa que cuatro hombres lo siguen, dos se quedan un poco rezagados, pero luego los otros dos le dan alcance y lo atacan en las cercanías del barrio chino.
El joven murió por dos lesiones de arma blanca.
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