Cartago. Un peón agrícola de 21 años, quien se entregó ayer miércoles a la Policía, confesó que asesinó a una pareja de novios, para robarles una cámara fotográfica, informaron las autoridades.
El individuo, de apellido Ramírez, emitió la declaración voluntariamente tras llegar al mediodía a la oficina del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cartago, acompañado por su padre.
“Dijo que venía de confesarse (con un sacerdote católico) y que venía a entregarse por el homicidio de los novios”, comentó Francisco Segura, director del OIJ, durante una conferencia de prensa.
El jefe policial explicó que de inmediato los agentes le dijeron al joven que debía guardar silencio, lo llevaron al Ministerio Público y se le buscó un abogado defensor.
Se trata del caso por los asesinatos de Valeria Cortés Solano, de 15 años, y Sebastián Condorí Guerrero, de 16. Los novios fueron localizados la tarde del martes, semienterrados, en un potrero en calle Mero, en Paraíso de Cartago.
Antecedentes. La pareja había desaparecido el lunes a las 2 p. m., luego de salir de la casa de Valeria Cortés, en Llanos de Santa Lucía en Paraíso, con la finalidad de ir a tomar unas fotos. La familia informó de que, a eso de las 4 p. m., los muchachos ni aparecían y tampoco respondían sus celulares, por lo que comenzaron a buscarlos entre sus amigos, sin éxito.
Francisco Segura manifestó que la familia de Cortés presentó la denuncia de la desaparición el martes en la mañana, al tiempo que comenzaron a pegar volantes informando de que los jóvenes estaban perdidos.
La tarde del martes amigos de los novios fueron al potrero en calle Mero porque en ocasiones anteriores el grupo estuvo allí. Fue cuando encontraron un zapato deportivo y rastros de sangre que llevaban hacia un montículo de tierra, por lo que avisaron a la Policía.
Los oficiales del OIJ de Cartago descubrieron una de las piernas del joven cuando escarbaron la tierra. Segura dijo que hallaron el cuerpo del adolescente a unos 40 centímetros de profundidad.
Condorí presentaba heridas con arma blanca en la espalda y en el cuello, así como dos impactos de bala en la cabeza.
El director del OIJ detalló que, a unos 50 metros de distancia observaron otro montículo de tierra, en el cual, a 70 centímetros de profundidad, estaba semienterrada la joven Cortés.
La muchacha no tenía puesta la ropa interior y en el cuello tenía amarrado el pantalón, lo que hizo suponer a la Policía que pudo haber sido asfixiada. En la cabeza presentaba una herida de bala.
Móvil. Al inicio las autoridades judiciales presumieron que el móvil del crimen –por lo descubierto en el potrero– fue un ataque sexual. Pero, posteriormente Segura dijo que fue el robo lo que llevó al homicidio de la pareja.
“En aparencia, este joven que me dicen es bastante fornido y grande, quería asaltarlos. Se da una defensa y procedió a herirlos y posteriormente a darles muerte”, expresó Segura.
Señaló que, ese lunes, el imputado cavó las dos fosas para ocultar los cuerpos y añadió que estaban muy bien hechas.
La Policía Judicial decomisó en la casa de Ramírez un arma de fuego calibre 22 con tres casquillos percutidos, ropa con aparentes manchas de sangre, una daga de unos 10 centímetros de largo, un pico, una pala, así como la cámara fotográfica que se presume robó.
“Todo eso fue decomisado y llevado al laboratorio de Ciencias Forenses, en San Joaquín de Flores. Ahora se está elaborando el informe policial, que será entregado al Ministerio Público”, manifestó el jefe del OIJ. La Fiscalía espera pedir hoy prisión preventiva para el sospechoso.