El creciente desarrollo urbanístico y comercial de los últimos años, el turismo en concurridas playas, pistas de aterrizaje privadas y clandestinas, un corredor fronterizo poroso, y el segundo aeropuerto más importante del país, hacen que varias organizaciones de narcotráfico se disputen en Guanacaste mercados para la movilización y venta de drogas, lo cual repercute en más homicidios.
Ese panorama disparó los crímenes en la provincia pampera, que pasó de 22 homicidios en el 2018, a 35 en el 2021 y a 42 en lo que llevamos del 2022. Y aunque faltan más de tres meses para que termine el año, ya se superaron las estadísticas de los cuatro años anteriores.
En la última década, la cifra récord fue de 48 casos en el 2017 y de seguir la tendencia actual, este año se podría superar esa cantidad, de acuerdo con los registros del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El móvil que más se repite es el de ajuste de cuentas, pues de los 42 casos ocurridos hasta este 25 de setiembre, 24 son por esa causa y cinco han sido por riñas. También hay casos de violencia intrafamiliar, asaltos y muertes colaterales.
El mayor repunte de muertes de este 2022 está en Santa Cruz, el segundo cantón más poblado de Guanacaste (55.000), solo superado por Liberia (63.000), donde también se registran más asesinatos.
Santa Cruz y Bagaces con cifras rojas
Nandayure, Hojancha y Abangares sin muertes
FUENTE: OIJ || Infografía / LA NACIÓN.
Por ejemplo, en uno de los hechos más graves, el cual ocurrió el 9 de julio pasado, en medio de las disputas narco, en Tempate, Santa Cruz, varios hombres habrían fraguado un homicidio múltiple que resultó equivocado, pues las personas a las que buscaban se habían ido de la vivienda atacada, en el poblado de Huacas.
Cinco de los nuevos inquilinos de esa casa de madera fallecieron por la acción de los pistoleros. Solo uno de los presentes, Fernando Cardoza, sobrevivió tras ocultarse a tiempo debajo de una cama. Hasta el momento, ese es el caso con más muertes en esa provincia en lo que va del año. Se trató de una mujer y cuatro varones, oriundos de Nicaragua, quienes llegaron al país en busca de mejores oportunidades y que salieron en ataúdes para su tierra natal.
Aunque la investigación a cargo del OIJ no ha terminado, los indicios dejan ver que los fallecidos fueron víctimas inocentes. A dos sospechosos detenidos por este asunto se les decomisaron fusiles de asalto y se les dictó prisión preventiva.
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En cuanto a asaltos con víctimas mortales, uno de los que más conmocionó al país fue el de Edgar Roberto Rivera Araya, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, Estados Unidos, quien tenía 65 años y apenas había cobrado el primer mes de su pensión, cuando cuatro hombres lo asesinaron en su casa en Brasilito de Cabo Velas, Santa Cruz.
En Huacas de Santa Cruz también tuvo un homicidio doble el 21 de febrero, cuando frente a un supermercado mataron a José Luis Hernández Araya y a Jonathan Mesén Jiménez. Al parecer, a Hernández lo asesinaron de forma colateral, pues iban por Mesén. El caso sigue en investigación.
A las autoridades policiales también le llama la atención un gran decomiso ocurrido días atrás en la aduana La Anexión, del aeropuerto internacional Daniel Oduber, en Liberia. La Policía de Control de Drogas (PCD) encontró, en medio de una carga de caucho que venía en el contenedor de un tráiler, un cargamento de 3.168 kilos de marihuana, cuyo valor en el mercado local ronda los ¢9.500 millones.
Ese golpe evidenció el ingreso de marihuana desde México a nuestro país. Se investiga si alguna organización de narcotráfico la iba a almacenar en esa provincia, pues esa droga, generalmente, es para consumo en el mercado nacional y lo usual es importarla de Jamaica y Colombia.
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Crimen organizado en Bagaces y Tilarán
Más allá de la zona de playas, otros cantones como Bagaces, Cañas, Tilarán y el centro de Nicoya también han sido escenario de este tipo de criminalidad.
El 22 de junio hubo un asesinato múltiple en Bagaces que al parecer está relacionado con asuntos de drogas. Ocurrió dos kilómetros al este del bar El Yugo, camino a la parcela Las Cañitas. Ahí los agentes judiciales encontraron un carro calcinado en una calle de lastre y tres personas quemadas, el cadáver de uno de ellos quedó fuera del vehículo, en un zacatal, con las manos hacia atrás y descalzo.
Una de las víctimas fue identificada días después como Manuel Salvador Cerda Rosales, de nacionalidad nicaragüense. No obstante, el OIJ aún no brinda más detalles sobre las otras víctimas.
Según Daniel Calderón, viceministro de Seguridad Pública, este año en Bagaces y en Tilarán han identificado a personas relacionadas con el crimen organizado, que tratan de escapar de la violencia y buscan zonas retiradas, pero siempre resultan ajusticiados, pues las estructuras rivales llegan hasta donde estén.
El 12 de agosto pasado en Tilarán falleció Yamill Gerardo Quesada Chavarría, de 27 años, quien era oriundo de Limón y hasta hace unos meses había vivido en Puerto Viejo de Cahuita, Talamanca. Lo mataron pistoleros que llegaron en moto hasta su vivienda y le dispararon en al menos cinco ocasiones.
En una barbería de Bagaces, por razones que se investigan, le correspondió el turno a Aarón Cordero Mairena, quien el 17 de agosto fue sorprendido por pistoleros en moto cuando estaba como cliente en ese local.
El viceministro Calderón afirma que desde el 2017, cuando él era director regional, se notaba el efecto que el narcotráfico deja en varias regiones de la provincia que antes eran ajenas a ese flagelo. “Guanacaste tiene un atractivo especial, porque la zona turística representa un mercado importante para esas estructuras”, enfatizó.
Añadió que eso requiere un esfuerzo importante, pues ahora incluso en cantones donde el turismo no es lo más fuerte, se nota un aumento de asesinatos. Afirmó que en Bagaces, Nicoya y algunos barrios de Santa Cruz algunas estructuras buscan entrar a la fuerza.
En operativos contra el narcomenudeo que se desarrollan en playas y en sitios más concurridos, lo que más decomisa la policía es crack, que es uno de los estupefacientes más dañinos y adictivos, pero también se incauta cocaína, marihuana y drogas sintéticas.
Muchas de esas ilegales mercancías se movilizan en avionetas como la descubierta en Bagaces en agosto del 2019, cerca de ella había una carga de 422 kilos de coca. Esa vez se detuvo a un mexicano de apellidos García Toledo. Pocos días después se estrelló otra aeronave en una pista privada de Nandayure. A raíz de la persecución que hizo la policía contra sospechosos en fuga, hubo cuatro fallecidos en un vuelco, que se sumaron a los dos ocupantes de la avioneta que murieron en el sitio.
El cantón fronterizo de La Cruz, que años atrás fue escenario de millonarios decomisos de cocaína, ha experimentado este año una merma. El viceministro Calderón lo atribuye a la captura de dos estructuras que daban mucho problema. Hasta el momento ese cantón fronterizo registra cinco asesinatos, mientras que en mismo periodo del 2021 fueron 12.
Guanacaste también tiene cantones como Nandayure, Tilarán y Hojancha con muy poca criminalidad, incluso en este último se cumplieron, en febrero, 17 años sin un solo asesinato.
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