Una mezcla de factores incide en la cantidad de homicidios que registran las provincias de Limón y Puntarenas.
Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, detalló que, además de ser costeras, ambas coinciden en acarrear problemas sociales que se conjugan con violencia.
“Curiosamente, las provincias donde se presentan más índices de violencia son las que tienen costas, donde hay más presencia de narcotráfico, donde hay puntos que se denominan calientes, donde hay más presencia de armas de fuego, pero también donde hay más pobreza, más desigualdad, más problemas de orden económico y problemas que deben abordarse de manera heurística (integral) para tratar de que la reducción de la violencia sea una realidad”, afirmó el jefe policial.
Por años, el jerarca del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha insistido en un abordaje integral en el que diversas instituciones trabajen de la mano con los cuerpos policiales, con el fin de que se busque, por ejemplo, que los niños y jóvenes estudien, que haya más oportunidad de empleo y que, a la vez, se desarrollen programas preventivos que alejen a la población de la violencia.
Espinoza dijo que la Policía trabaja en la detección, ubicación, identificación y aprehensión de miembros de grupos criminales, lo cual, según su criterio, incide en la reducción de los índices de violencia, pero considera que la labor social es fundamental para lograrlo.
Entre el 1.° de enero y las 6 p. m. de este 3 de octubre, en Limón se registraron 118 homicidios, 16 más que en el mismo periodo del 2021, cuando hubo 102.
Para el director del OIJ, a estas cifras se les debe poner atención, ya que la tasa por cada 100.000 habitantes asciende a 33 asesinatos.
“La tasa de la provincia supera incluso a México, a Guatemala, a Honduras y a El Salvador. En nuestro continente, solo es superada por Jamaica y por Venezuela, y eso significa que el abordaje que hay que hacer en Limón es urgente y es necesario”, afirmó.
Agregó que, en los últimos años, la problemática ha sido constante en el Caribe y que esto tiene que ver también “con múltiples factores que van más allá de lo que nosotros trabajamos dentro de nuestro ámbito funcional.
“La actividad de la Policía Judicial es la resolución de los casos y el abordaje de ellos desde la perspectiva judicial y, en ese sentido, el trabajo que mantenemos en la zona es muy constante y está definido y determinado por el interés de tratar de solucionar los casos, pero hay otros esfuerzos que se tienen que hacer para un mejor ambiente en Limón”.
Mientras tanto, en Puntarenas, donde el año pasado se registraron 81 homicidios al 3 de octubre, hay una leve disminución, ya que hasta este lunes se contabilizaron 78. Datos del OIJ dan cuenta de una tasa de 20,8 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Desde el año pasado, en esa provincia se trabaja en planes integrales, pero los esfuerzos persisten para combatir el narcomenudeo.
Acciones en San José
Wálter Espinoza recordó que desde años anteriores se trabaja para disminuir la violencia en San José y eso ha generado una tendencia a la baja.
Desde su punto de vista, las investigaciones han permitido la desarticulación de organizaciones criminales importantes, lo que impacta directamente en la baja de homicidios.
“Detenciones de grupos criminales como el de Gringo, Los Lara, Pollo, Pioja, así como Manzanita y algunos otros que hemos abordado en los últimos años, han permitido la (captura) y la desestructuración de grupos que presentan condiciones y características muy violentas, que se decantaban por la ejecución de múltiples homicidios y precisamente, por esa circunstancia, San José tiene una disminución muy importante en los últimos dos o tres años.
“Ese tipo de política tratamos de implementarla en otros lugares para verificar y para comprobar que, en efecto, el abordaje policial y la actuación judicial son una posibilidad de disminución de los índices de violencia”, dijo Espinoza.
Desde su punto de vista, es probable que la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, en Costa Rica, se mantenga dentro del promedio registrado entre el 2016 y el 2021, a pesar de que los asesinatos aumenten, por lo que es posible que el indicador no supere el 12,1 alcanzado en el 2017.
“Para este año no tenemos un cálculo definitivo porque la tasa se calcula anualmente y apenas estamos en el mes número 10, pero sí podríamos decir que, en este momento, estamos entre un 11,6 y un 11,8 de tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes”, mencionó el jerarca judicial.
Las armas de fuego son las más utilizadas para cometer asesinatos, ya que se usaron en un 70% (328) de 463 crímenes registrados hasta el 3 de octubre. El segundo tipo de arma son las blancas, usadas en un 16% (75) de los casos.
Asimismo, el móvil más común ha sido el ajuste de cuentas, debido a que hasta ahora se ha determinado que 256 homicidios fueron cometidos por este motivo.
Finalmente, la mayor cantidad de homicidios se registran los fines de semana e, históricamente, octubre, noviembre y diciembre son considerados los meses más violentos.