El tiroteo con armas de grueso calibre que ocurrió este jueves en Paso Ancho, San José, iba totalmente direccionado a acabar con la vida de Kevin Josué Barrantes Ramírez, quien fue el único fallecido de los tres ocupantes de un BMW blanco que llegó a un taller y fue emboscado por pistoleros.
La víctima, de 27 años, intentó en vano guarecerse debajo de un carro, pero el gatillero armado con un fusil de asalto le propinó una ráfaga de disparos que cobró su vida en el lugar, debido a múltiples impactos de bala en el costado derecho del torso y las piernas.
Barrantes ya había sobrevivido a un atentado tiempo atrás. El hombre era un exconvicto y un “viejo conocido” de la Policía pues inicialmente fue parte de la banda de Los Lara, que actualmente está en juicio por narcotráfico, pero luego desertó de esa agrupación. Ahora las pesquisas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tratan de determinar si esa organización dio la orden a los sicarios para perpetrar este nuevo homicidio en esa barriada capitalina.
Barrantes tuvo una sentencia de cinco años por robo agravado, pero cumplió la pena en abril del 2021, por lo que quedó libre. También se le detuvo en 29 ocasiones entre el 2011 y el 2023, de ellas 27 fueron por narcomenudeo y dos por portación ilícita de arma de fuego, la más reciente fue en setiembre del año pasado, delito por el cual no quedó detenido.
El fallecido tenía domicilio en Goicoechea, era oriundo de San José, soltero y sin hijos, según el Registro Civil.
La balacera alarmó a vecinos pues ocurrió a la 1:05 p. m. en un lugar sumamente concurrido donde hay una escuela y un centro de salud cerca. Los homicidas escaparon a bordo de un Rav 4 negro que la Fuerza Pública encontró minutos después en urbanización Los Olivos, en San Sebastián.
El Indio se la tenía jurada
En la resolución Nº 15196 - 2016 de la Sala Constitucional, del 18 de octubre del 2016, se explica que ese mismo año, luego de que Barrantes cayó en manos de las autoridades cuando tenía pendiente la condena por robo agravado, presentó un recurso solicitando que no lo mandaran a La Reforma porque se la tenían jurada.
El hombre primero fue trasladado a las celdas del Poder Judicial en San José y fue ahí donde manifestó a los funcionarios de cárceles que su vida e integridad física correría peligro si lo trasladaban a La Reforma, pues ya había recibido constantes amenazas directas de muerte y otras a través de sus familiares.
A la familia le alertaban por medio de llamadas telefónicas desde La Reforma, diciendo que lo iban a matar por problemas con grupos criminales de Hatillo y Pavas, liderados por Marco Antonio Zamora Solórzano, alias El indio, quien en febrero del 2015 fue condenado a 70 años de cárcel por tráfico de drogas, homicidios y lavado de dólares.
Ante la petición de Barrantes para que no lo mandaran a la cárcel de Alajuela, el entonces director general de Adaptación Social, Reynaldo Villalobos Zúñiga, le otorgó audiencia y lo entrevistó junto con los familiares quiénes expusieron las amenazas, por lo que se tomó la decisión de trasladado al ámbito B-2 de la cárcel de Pococí.
El amparado no tuvo ningún problema para ubicarse en ese espacio colectivo y el proceso transcurrió de manera normal.
Sobrevivientes
Sobre los otros dos sujetos, que permanecieron dentro del BMW del que se bajó Barrantes y que resultaron heridos, el OIJ informó este viernes de que ambos sobrevivieron.
Se trata de un hombre de 30 años, de apellido González, quien solo tenía una herida en una mano y otro sujeto de apellido Montero, de 23 años, baleado en un brazo.
Ambos heridos serían parte de otra estructura narcotraficante denominada Los Picudos, que opera en La Carpio, La Uruca, pero quedó en evidencia que ellos no eran en esta ocasión el blanco de los gatilleros, que siguen en fuga.
Según Daniel Calderón, viceministro de Seguridad, lo ocurrido ayer motivó a replantear operaciones en algunos puntos conflictivos de San José, con más operaciones en calles para tratar de evitar que líos entre organizaciones criminales generen tanto riesgo para las personas en esos barrios.
“Obviamente un hecho grave como estos nos obliga a mejorar la operación para tratar de evitarlos, pero generalmente este tipo de atentados llevan un planeamiento meticuloso para que el golpe sea muy bien dado contra estructuras criminales”, dijo.
Afirmó que en los patrullajes de este año, ya son 578 las armas de fuego que han decomisado en poder de personas que las portan ilegalmente, incluso armas pesadas; pero a su juicio urge considerar que quienes sean aprehendidos por esa causa queden presos.
Añadió que en conjunto con la Policía Judicial realizan un trabajo orientado a atacar estructuras que operan en San José, en cuenta la de Los Lara, de la que muchos integrantes están libres y son considerados como muy violentos.
“Nosotros no podemos estar cuidando delincuentes para que no los maten. Estamos llegando a un punto en el que para evitar homicidios habría que estar cuidando tipos con el perfil de ese muchacho que mataron ayer y no podemos ponerle escoltas para evitar que maten o que los maten, eso es tremendamente dificil”, acotó.
Calderón dijo que cuando la Policía los captura en la calle con armas de fuego, posiblemente dispuestos a perpetrar un homicidio, no quedan detenidos, de modo que hay un portillo que es urgente cerrar, pues lo que hacen es ir a buscar otra arma en el mercado negro y ver en qué momento logran cometer el delito contra la vida.
A punto de que termine el primer trimestre del año, el OIJ contabiliza 209 homicidios, 55 más que los 154 de igual periodo del 2022. Las siete provincias tienen más criminalidad de este tipo y San José encabeza la lista con 55 casos.
Por los hechos ocurridos en Paso Ancho, este viernes detuvieron a un hombre de 73 años, de apellidos Sánchez Zamora, como sospechoso del delito de favorecimiento real.
El informe preliminar indica que el hombre intentó recoger un indicio balístico. Una tercera persona lo alertó de que tuviera cuidado, y en apariencia Sanchez pateó el indicio del sitio original y provocó una alteración de la escena del crimen.
El hombre fue identificado y detenido en Guachipelín de Escazú.