San Isidro de Heredia
En medio de la oscuridad, mientras dialogaban con un guarda en la entrada de una propiedad donde fue dejado un contenedor que había sido robado horas antes en Puntarenas, dos policías fueron emboscados por dos pistoleros que se acercaron por los costados de un portón y les dispararon en varias ocasiones.
Esa balacera cobró la vida de un oficial de la Fuerza Pública de Heredia, identificado como Óscar Ramírez Vindas, de 42 años, quien fue impactado en el cuello y en el abdomen. Mientras, el otro policía, Leonel Jiménez Araya, de 36 años, recibió un balazo en la mandíbula. Él fue trasladado de emergencia al hospital México, en La Uruca, donde fue reportado estable.
El tiroteo ocurrió a eso de la 1:50 a. m. de este sábado en la entrada a una quinta situada en calle Lázaro, en San Isidro de Heredia. Los dos oficiales llegaron hasta ese sitio porque el sistema de posicionamiento satelital (GPS) que tiene el dueño del cabezal indicaba que en ese lugar estaba contenedor. Horas después, las autoridades descubieron que el vagón robado tenía rastros de haber llevado cocaína.
El jefe regional del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en Heredia, Pablo Calvo, informó de que el tráiler había salido con un cargamento de Tilapia desde Cañas, Guanacaste, y fue interceptado en una zona cercana al puente sobre el río Lagarto, que divide las provincias de Guanacaste y Puntarenas.
De acuerdo con la versión que el chofer brindó al OIJ, él se detuvo para orinar a un lado de la vía cerca del cruce de Miramar de Puntarenas y en ese momento fue interceptado por varios sujetos, quienes lo amarraron, lo metieron al camarote y se lo llevaron.
Luego de recorrer varios kilómetros, detuvieron el tráiler sobre la ruta 27, despegaron el contenedor, rotulado con el nombre de la empresa de paquetería internacional DHL, lo pasaron a otro cabezal y se llevaron al conductor en un automóvil, para luego dejarlo abandonado y amarradoo sobre la carretera Florencio del Castillo, ruta a Cartago. El chofer aseguró que se logró soltar y pudo conseguir un teléfono para avisar a su patrón lo sucedido.
El propietario del contenedor revisó las coordenadas del cargamento gracias a un GPS y reportó a la Policía que estaba en San Isidro de Heredia, por lo que los oficiales de la Fuerza Pública se presentaron al lugar.
Ataque sorpresivo
Cuando los oficiales llegaron, observaron un cabezal y el contenedor, conversaron con el guarda de la entrada y fue en ese momento cuando fueron sorprendidos por los pistoleros.
"Los compañeros de Fuerza Pública llegan y empiezan a dialogar con el guarda de la propiedad, quien no los deja entrar, quien retrasa inclusive la acción de ellos y, al parecer, se da una emboscada de estos tipos aprovechando la situación del guarda que estaba restrasando la acción policial", explicó Calvo.
Posteriormente, los demás policías fueron alertados sobre la situación, por lo que desplazaron más unidades al lugar. Cuando la ambulancia 1525 de San Isidro llegó al sitio, ya no había nada que hacer por Ramírez, mientras que su compañero, Jiménez Araya fue trasladado de emergencia.
En el sitio, los oficiales detuvieron al guarda, quien responde a los apellidos Cortés Benavides, así como a un sujeto que fue sorprendido conduciendo el camión que estaba en la finca, de apellidos Arroyo Jiménez.
Ellos quedaron a las órdenes de la Fiscalía de Heredia para ser interrogados y que se defina su situación jurídica.
Rastros de droga
La Policía Judicial llevó a su unidad canina para inspeccionar el contenedor, que llevaba las cajas de tilapia.
El can que estuvo a cargo de la revisión dio positivo en varios puntos del furgón con restos de cocaína. Sin embargo, en horas de la tarde de este sábado los agentes no habían encontrado algún cargamento entre las cajas de la mercancía.
Por este hallazgo es que una de las hipótesis que surge es que el objetivo del robo del contenedor fue la droga; no obstante, eso es algo que estará más claro conforme avanece la investigación.
Según fuentes policiales, dicho contenedor iba a ser exportado del país, aunque de momento se desconoce cuál era su país de destino.
En la entrada donde ocurrió el asesinado del policía hay una cámara de seguridad. El propietario dijo a las autoridades que no estaba funcionando, pero el disco que almacena lo grabado fue decomisado.
El oficial Ramírez había ingresado a la Fuerza Pública el 1.° de febrero de 1999. Era vecino de Santa Elena, cantón de San Isidro, Heredia.
El ministro de Seguridad Pública, Gustavo Mata, lamentó la muerte de Ramírez en el cumplimiento del deber, así como el hecho de que otro policía resultara herido en la cabeza.
Caso similar
Ramírez es el segundo policía que muere en los últimos dos meses luego de intervenir en un robo de un contenedor que llevaban droga oculta entre la mercancía.
El 10 de junio, un oficial identificado como Federico Borbón Huertas, de 37 años, fue asesinado a balazos en Naranjal, en Sarapiquí de Heredia.
DEL ARCHIVO: Crimen de policía destapa tráfico de cocaína camuflada entre palmito
Borbón le dio persecución a varios sujetos en una finca donde había sido llevado un cargamento de palmito que salió de Río Cuarto de Grecia. Sin embargo, entre las cajas y las latas que llevaban el palmito había cerca de una tonelada de cocaína, la cual tenía con destino Bélgica.
Tres días después del hallazgo, el administrador de la planta de empacadora de palmito fue encontrado sin vida sobre la ruta 27.
Por ese caso fueron detenidos cuatro hombres que descuentan tres meses de prisión preventiva.
Noticia actualizada a las 3:30 p. m.