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"Señor, usted no nos va a hacer daño...", le suplicaba una joven a su presunto agresor, minutos antes de que ella y otros cuatro universitarios fueran degollados en un cuarto de una casa en barrio la Victoria, en Liberia, Guanacaste.
Ese ruego quedó grabado en un corto audio que la víctima le mandó, por medio de la aplicación WhatsApp, a una vecina suya a eso de las 2 a. m. de este 19 de enero.
Sin embargo, quien recibió el mensaje lo escuchó cuatro horas después, cuando ya se había cometido la masacre, según confirmó el fiscal adjunto de Liberia, Ricardo Quirós.
De momento, ese audio es uno de los pocos indicios que tienen las autoridades para esclarecer el asesinato de Joseph Briones Solís, de 22 años, y de Dayana Vanessa Martínez Romero, Stephanie Hernández García, Ingrid Massiel Méndez Serrano y Ariel Antonio Vargas Condega, todos de 24 años.
Briones, Martínez, Hernández y Méndez eran estudiantes de la sede en Guanacaste de la Universidad de Costa Rica (UCR) y alquilaban la vivienda donde ocurrió el ataque.
Vargas, por su parte, era estudiante de la Universidad Técnica Nacional (UTN).
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El fiscal Quirós resaltó la importancia de esa prueba, debido a que, hasta este jueves, no se tenía un móvil definido.
Según Quirós, en la escena no había evidencia que demostrara que se trató de un robo o de un ataque sexual.
Tampoco pareciera ser que medió una venganza producto del narcotráfico, pues eran personas calificadas como sencillas, calladas y que, por lo general, no participaban en fiestas.
Lo que sí indicó Quirós es que, basándose en el audio, se presume que podría haber sido solo una persona quien perpetró la matanza.
"Eso tiene que haber sido alrededor de las 2 a. m. (de este jueves) por el momento en que se envía el audio. Ella dice: 'Señor, no nos va a hacer nada'. Se refiere a una persona. Una persona contra cinco. A no ser que estuviera armado (arma de fuego)..., pero todos tienen heridas de arma blanca", comentó el fiscal.
Espera
Además del mensaje hablado, la Policía podría contar con otra pista para esclarecer el caso: el relato de una adolescente de 14 años, quien sobrevivió al ataque y es prima de Hernández, una de las fallecidas.
Sin embargo, para ello habrá que esperar a que despierte, debido a que estará sedada por varios días en el Hospital Enrique Baltodano, de Liberia.
Al mediodía de este jueves, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicó que ella superó una cirugía que se le practicó en la tráquea para suturar la herida que sufrió con arma blanca.
La subdirectora del centro médico, Vanessa Montiel, dijo que la adolescente está en condición estable, pero delicada.
Por su parte, el fiscal reconoció que "la esperanza es poder hablar con la víctima que quedó viva, pero hay que esperar a que se recupere".
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Macabro hallazgo
La noche del miércoles, transcurrió con normalidad para los vecinos del barrio la Victoria. Sin embargo, todo cambió a las 6:36 a. m. del jueves, cuando un vecino halló los cinco cuerpos degollados.
Wálter Espinoza, director del OIJ, señaló que el lugareño, cuya identidad no fue brindada por motivos de seguridad, observó el portón de la casa abierto, por lo que entró.
La puerta principal estaba cerrada, pero desde una ventana pudo observar la terrible escena, detalló Espinoza.
Todos los cuerpos estaban en una misma habitación: dos mujeres yacían tendidas en una cama; el resto quedó en el piso. Estaban maniatados y algunos, amordazados.
Todo parece indicar, de acuerdo con las autoridades, que el crimen se perpetró en la misma habitación en la que fueron encontrados.
Al conocer los hechos, Henning Jensen, rector de la UCR, declaró cinco días de duelo institucional por la trágica muerte de sus cuatro estudiantes.
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