El sospechoso de asesinar a una familia en Santa María de Dota es calificado por las autoridades como un “psicópata”. En Nicaragua era buscado por matar a su madre adoptiva y a una nieta de ella (de 8 años), en Chinandega, en octubre del 2003.
Este individuo, quien ha utilizado tres nombres, es vinculado con hechos delictivos en su país de origen desde 1993, cuando tenía 14 años.
Hasta ahora, las autoridades costarricenses y nicaragüenses lo relacionan con 10 homicidios, dos abusos sexuales contra menores y la extraña desaparición, en el 2011, de una cuñada, de quien se hallaron restos óseos en Santa María de Dota, en el 2013.
En palabras del fiscal adjunto de Pérez Zeledón, Édgar Ramírez Villalobos, “las autoridades nos enfrentamos ante un psicópata. Un psicopáta es una persona que no puede reflejar emociones, que no siente y a quien su comportamiento lo lleva a cometer estos homicidios tan atroces”.
Francisco Segura, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), lo definió como “una persona sumamente peligrosa. Un agresor sexual, definitivamente. Eso que la gente llama un depredador, que anda viendo la oportunidad (...); es un violador de menores”.
Historial. El nombre original de este individuo es Delvin José Bonilla Sevilla y nació en 1979 en Masaya, Nicaragua.
A los siete años fue recogido por Ridiam del Socorro Borges Hernández y Eulogio García, quienes lo encontraron llorando en una banca del parque Central, en Chinandega.
Con el tiempo, su madre adoptiva le cambió el nombre a Róger José García Borges.
El padre adoptivo, Eulogio García, contó en el 2003, al diario La Prensa de Nicaragua, que Róger José se fue de la casa luego de ser señalado por múltiples delitos.
El sospechoso, quien también usa el nombre de Jairo Díaz Aragón, estuvo en Costa Rica trabajando en construcción y regresó a Nicaragua antes de octubre del 2003.
El 17 de octubre de aquel año se le atribuye el asesinato de su madre adoptiva, Ridiam Borges, y el de una nieta de ella, Daniela García, de 8 años.
Daniel García Borges, padre de Daniela e hijo de Ridiam, dijo a La Nación : “Él estaba aquí, trabajando, pero tuvo una discusión con mi exmujer. Le dijo que le iba a dar por donde más le dolía (...). Luego de lo que sucedió allá, no volvimos a saber nada de él, hasta ahora que lo detuvieron”.
García lo describió como una persona servicial.
“Cómo iba a sospechar de alguna maldad”, expresó García.
En Costa Rica, este sujeto registra su primer conflicto con la justicia en el 2010, cuando le atribuyeron el abuso sexual de dos menores en Cajón de Pérez Zeledón. Posteriormente, es vinculado con el homicidio de una niña de 10 años, cuyo cuerpo apareció el 16 de julio del 2011 en un cañal, en Cajón. Ella también presentaba heridas con arma blanca.
La Fiscalía informó de que revisan este caso para buscar pruebas y acusarlo.