Como un muchacho educado, de buenos principios y que se preocupaba por los demás, en especial por sus mascotas, recuerdan a Clisman Bravo Martínez, el joven de 25 años que murió la noche del martes, víctima colateral de una balacera en San Rafael de Siquirres, Limón.
Su hermano Cristhofer Bravo contó a La Nación que Clisman vivía por sus mascotas, una gata y cinco cuilos que eran sus preferidos. Precisamente al momento de su muerte salió a comprarles alimento y fue cuando lo impactaron las balas que detonaron unos gatilleros que iban en un vehículo en movimiento. Una disputa narco estaría detrás de esta muerte colateral.
“Es un dolor muy grande, nunca nos imaginamos que esto fuera a pasar. Lo único que tenía en su cabeza eran sus mascotas y fue por eso que él salió a comprarles alimento a ellos; desgraciadamente estaba en un lugar que no era el correcto”, dijo Bravo.
Según Bravo, su hermano era una persona muy tranquila, no iba a fiestas y no tenía problemas con nadie por lo que todavía no entienden con claridad qué fue lo pasó y la forma en que murió. Asegura que la noticia fue sorpresiva para toda la familia y hasta el momento creen que es un sueño.
“Solamente sabemos que fueron dos balas perdidas que llegaron a su cuerpo y le quitaron la vida, tenía 25 años, toda una vida por delante, muchas metas por cumplir y muchas cosas por las que él soñaba”, añadió.
Clisman también era una persona muy dedicada a Dios y a la iglesia, durante aproximadamente tres años formó parte de la pastoral juvenil de Siquirres y era uno de los animadores del grupo; sin embargo, con la llegada de la pandemia dejó de asistir con frecuencia, y empezó a trabajar en una fábrica de purés y jugos de frutas.
Era el tercero de cuatro hijos y a su familia la reconforta saber que él se fue en paz y tranquilo, pues siempre fue un buen muchacho muy sano y una persona de bien.
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‘Siempre quería ayudar’
Durante su paso por pastoral juvenil, Clisman siempre fue un joven carismático, entusiasta y que siempre estaba dispuesto a ayudar a quien lo necesitara, de hecho se involucró desde que estaba en el colegio y cada vez que tenía oportunidad invitaba ‘más compas’ a que se unieran al grupo.
Entre sus actividades estaba la coordinación de las romerías que organizaba la parroquia de Siquirres con la Pastoral Juvenil hasta Cartago, así como las misiones en los diferentes pueblos de la comunidad. Aunque actualmente no era animador, se mantenía pendiente de las actividades.
“Él me decía ya sabe cuando hay una actividad o una recolección para la Teletón usted me llama y ahí estamos para ayudar”, comentó Yoversy Urbina, amigo y coordinador de pastoral cuando Clisman formó parte.
“Era muy solidario, si tenía que desprenderse de algo para darle a alguien más lo hacía, siempre buscaba como ayudar a otros e incluso económicamente ayudaba con pases a otros muchachos”, agregó.
Dentro de los recuerdos que conserva Yoversy con Clisman está cuando le contó que le gustaba mucho la informática y las redes, y que tenía como aspiración estudiar algo relacionado a esa carrera, pero no logró hacerlo porque tenía que trabajar.
“Esa muerte causa mucho dolor, uno queda como consternado hasta me sacó las lágrimas, pero hay algo que me deja una esperanza; cuando yo salí de la pastoral una de las palabras que Clisman me dijo fue ‘gracias por acercarme a Dios’ y me abrazó y eso me queda en el corazón, porque uno ve que hubo fruto”, mencionó.
“Esta violencia está cobrando la vida de muchos inocentes, no es la primera vida que se cobra de esa manera sino que han sido varias y causa un dolor muy grande ver un muchacho tan joven que tenía tanto por delante”, finalizó Urbina.
En la misma línea, monseñor Javier Román Arias, obispo de la Diócesis de Limón, lamentó en su perfil de Facebook la muerte de Clisman y exigió a las autoridades una respuesta integral e inmediata ante el aumento de asesinatos.
“Cuánto dolor, cuánto sufrimiento para tantas familias en nuestra provincia y en todo el país por esta ola de violencia homicida (...) Convirtámonos cada uno en agentes de paz, en constructores de fraternidad, comenzando por nuestras familias”, enfatizó.
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Mortal tiroteo
Una balacera en las afueras del Bar La Petrolera, en barrio San Rafael cerca de las 7 p. m. del martes, dejó como saldo dos personas fallecidas y tres detenidos como supuestos responsables del ataque. En un video se observa como dos hombres están afuera de un local y de pronto llegan otros dos sujetos que comienzan a dispararles con armas de grueso calibre.
Una de las víctimas es Clisman de 25 años y el segundo es un hombre identificado como Luis Guillermo Williams Arroyo, de 33 años. Williams tenía antecedentes por venta y distribución de droga y formaría parte de una estructura criminal que opera en Limón.
Los detenidos son de apellidos Zárate, de 19 años; Herrera, de 22 años, y Valderramos, también de 19 años. El primero suma 25 reportes policiales por decomisos de droga, portación ilícita de arma permitida y una orden de captura.
Herrera, por su parte, registra nueve informes entre el 2020 y el 2023: siete por decomisos de droga, uno por asalto con arma de fuego, y además tiene una orden de captura activa por robo agravado.
Por último, las reseñas sobre Valderramos ascienden a 24 entre el 2019 y el presente año: 23 decomisos de estupefacientes y una incautación de una moto robada.
Entre el martes y este miércoles hasta las 6 p. m. se registraron cinco homicidios, el primero ocurrió en Birrisito de Paraíso Cartago, el fallecido fue encontrado en vía pública con varios disparos. El segundo fue el doble asesinato en Siquirres. Posteriormente, esta mañana la Policía Judicial encontró el cuerpo de un hombre en Liberia, con heridas de arma blanca en la frente y el abdomen.
Y el último caso fue la tarde de este miércoles, cuando en las afueras de un supermercado en Desamparados le dispararon a un hombre que se encontraba en el sitio.