Los homicidios dobles ocurridos esta semana en Nosara de Nicoya, Guanacaste, y en Estrada de Matina, Limón, son solo parte de las 21 muertes a balazos que han ocurrido en los primeros siete días de este mes, los casos más recientes ocurrieron en barrio Limoncito, Limón y en San Rafael Abajo de Desamparados la tarde de este jueves.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, expresó en un video que existe una guerra cruenta entre bandas criminales y a lo interno de ellas, lo que genera muertes en la lucha por apropiarse de mercados e incide en el incremento de los homicidios que ha experimentado el país y que este mes lleva en promedio uno cada ocho horas.
Zamora explicó que los fallecidos el martes en Nosara de Nicoya eran parte de un organización limonense, según las investigaciones de la Policía de Control de Drogas (PCD). De igual manera, afirmó que la muerte de dos sujetos en un búnker en Matina ese mismo día, obedece a una lucha entre bandas.
Simultáneamente, en el más reciente Consejo de Gobierno, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, manifestó que los niveles de violencia que afronta el país seguirán produciéndose como respuesta a las acciones de las autoridades para desarticular bandas criminales y grupos de sicarios.
Para expertos como el exministro de Seguridad Gustavo Mata (2015-2018), se hace un flaco favor a la sociedad al decir eso, pues la lucha contra bandas no es algo nuevo. Así ocurrió años atrás con organizaciones como la de Marco Antonio Zamora, alias El Indio, o Erwin Guido Toruño, alias el Gringo, solo por citar algunas, sin que se hubieran alcanzado las inéditas cifras de homicidios de este año.
El exministro también lamentó lo dicho por el mandatario la semana pasada durante una gira en Limón, en el sentido de que si se matan entre los mal portados no hay problema. “No concuerdo con eso”, dijo, afirmando que la gente honesta ya no puede estar tranquila en un restaurante o frente a su casa, porque de repente llegan a asesinar a un sujeto y, desgraciadamente, las balas alcanzan a otras personas que están cerca, sin tener nada que ver con el asunto.
— “Los mismos limonenses me dijeron, don Rodrigo no se preocupe tanto por el crimen, y me lo dijeron de buen corazón, no se preocupe tanto por los asesinatos, porque mientras uno no se meta en malos pasos no hay por qué preocuparse, eso es entre ellos que se matan, saben qué, sí, es cierto”, Rodrigo Chaves, gira a Limón
De igual forma, a veces los delincuentes ingresan a viviendas buscando a algún hijo de una familia y en esa acción matan a la madre u otro familiar. Así se ha visto en más de 40 víctimas colaterales este año. Por lo tanto, el asunto no es que solo se maten quienes andan en malos pasos.
“No es prudente, desde la perspectiva de Seguridad, decir eso, pues más bien envalentona a esos grupos a seguir haciendo lo mismo, porque se les da señal de que, como es entre ellos, nadie se va a meter a parar esas acciones homicidas”, afirmó Mata.
Dijo que, por derechos humanos, no se pueden hacer diferencias entre personas, ya que es necesario preguntarse qué factores obligaron a un segmento de la población a involucrarse con esas bandas delictivas. Hubo falta de apoyo social, de educación y de trabajo para las clases menos favorecidas, pues " los últimos gobiernos no han querido sacar a esa gente de la pobreza extrema, lo que los lleva a delinquir para tratar de salir adelante”.
Para el exministro, menos aún se debe justificar que al capturar integrantes de una banda reconocida, las otras bandas aprovechan que la organización rival está debilitada para atacarla y generar nuevos homicidios. Según dijo, esa no es la línea; más bien, hay que trabajar más y darles duro a esas agrupaciones para minimizar el poder que han alcanzado, lo cual solo se logra con detenciones y metiéndolos en la cárcel.
Un ejemplo de que gente humilde sufre con la delincuencia ocurre con los préstamos informales “gota a gota”. Según Mata, la mayoría son personas trabajadoras que piden dinero para poder subsistir con los gastos de vivienda o alimentación. Al no poder pagar los altísimos intereses, se convierten en víctimas de secuestros contra familiares o golpizas contra los padres para que paguen lo que su hijo debe y también los casos de homicidio contra el deudor.
Hay que cortar la dinámica criminal
El criminólogo y exjefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Gerardo Castaing, dice que para luchar contra la altísima cifra de homicidios actual (626 ), se debe cortar la dinámica criminal, lo cual no está ocurriendo y los resultados así lo evidencian.
“El gobierno no puede decir que sube la violencia porque están desarticulando bandas, ya que la Policía tiene que anticiparse al hecho de que si destruye una banda, otra querrá tomar su puesto y habrá lucha”. Dice que la obligación del gobierno es tener un plan de contingencia contra esas reacciones. No es justo para el pueblo que altos funcionarios justifiquen así lo que ocurre.
Para Castaing, urge recuperar cada distrito con patrullajes que requieren más presupuesto, no solo el 7% que está programado para el año entrante, que según dijo son ¢21.000 millones, que no alcanzan para nada y empeoran el panorama.
También llamó a quienes dirigen los cuerpos policiales a formar equipos internos de supervisión para los oficiales, ya que a veces salen de la delegación y no se sabe dónde están y qué están haciendo durante cuatro o cinco horas. Lo anterior, en alusión a la captura que el OIJ realizó el miércoles de cuatro policías de la Fuerza Pública sospechosos de dejarse y negociar 11 kilos de cocaína de un cargamento que al parecer vendieron a la banda de Alejandro Arias. Ahora se justifica por qué a alias Diablo, no lo han detenido.
Bandas extranjeras no son nuevas
Gerardo Castaing recordó que desde el 1993, hace 30 años, fue llamado para dirigir la operación Rasta, donde 30 policías experimentados entraron al Caribe en una operación en la que desarticularon bandas de narcotraficantes jamaiquinos, colombianos y mexicanos.
Por eso, afirmó que no se puede venir ahora a decir que hay clanes internacionales, ya que desde antes de que mataran a Pablo Escobar en Colombia (1993), los mexicanos ya estaban en América del Sur y tras la muerte de Escobar se hicieron cargo de todo el tráfico de droga.
Afirma que eso sigue ocurriendo hasta la actualidad, por lo que no es justo que ahora se quiera culpar de todo lo que pasa a la influencia de carteles extranjeros. “Se intenta ocultar la verdad a través de situaciones antiguas” dijo el expolicía, quien sostiene que esa tendencia ha sido una constante en los últimos gobiernos.
Por tercera vez en la historia se superan los 600 homicidios
Solamente en los años 2017, 2022 y 2023 se ha rebasado y este año podría dispararse a más de 900.
FUENTE: OIJ || Infografía / LA NACIÓN.