El Juzgado de Violencia Doméstica de Alajuela confirmó que en el 2017 Karla Alexandra Quirós Araya, la mujer asesinada en La Guácima, solicitó medidas de protección contra el sujeto de apellido Castro González, quien este jueves fue detenido como sospechoso de asesinarla.
La solicitud de Karla Alexandra fue aceptada y se dictó por un año, hasta el 28 de noviembre del 2018, a la espera de que ella renovara la petición, lo cual no ocurrió.
La fallecida era profesora de Español. En redes sociales sus estudiantes y conocidos expresan su solidaridad con la familia y lamentan lo ocurrido. Varios exalumnos afirman que el sospechoso fue alumno de la docente asesinada.
Quirós, de 38 años, fue educadora en el Instituto Educativo Benedicto XVI, en barrio Nazareth de Alajuela, luego dio clases en otros centros, incluso nocturnos, donde conoció a su agresor.
Una vecina de La Guácima, que prefirió no identificarse, afirmó que conoció bien a la victima, pues Karla le daba clases particulares y de forma desinteresada a su hija.
“Sabíamos todo lo que ese tipo le hacía, pero ella le dio otra oportunidad. Yo le dije que lo dejara (...) pero lamentablemente sucedió lo que se presentía”, dijo.
Añade que el sujeto era muy celoso y había intentado matarla otras veces. “Él era muy astuto y la hizo volver a aceptarlo, pese a que las hijas de ella sufrían mucho con esa relación”, dijo.
La educadora le comentaba a su amiga que como las hijas vivían con el papá ella se sentía muy sola. También le decía que él le prometió cambiar y buscar ayuda”, decía.
“Él decía que si no era para él no iba a ser de nadie más. Era una mujer muy hermosa tanto físicamente como en persona. Era un pan de Dios, súper amorosa, súper cariñosa. Sus hijas están destrozadas”, afirmó.
El 29 de diciembre a las 6:25 p. m. Karla Quirós escribió en su Facebook “Hay personas que simplemente con sus actitudes te van dejando de importar”, fue lo último que anotó.
La Fiscalía Adjunta de Alajuela afirmó que en el transcurso de la tarde se tomó la declaración indagatoria al sospechoso, de apellidos Castro González, de 30 años, a quien se le investiga por un presunto delito de feminicidio.
Al terminar ese proceso, la Fiscalía solicitará una audiencia para pedir medidas cautelares en contra de Castro.
El imputado fue detenido este jueves cuando llegó al OIJ de Alajuela alegando que él y su compañera habían sido asaltados al llegar a la casa en Calle Barquero, en La Guácima de Alajuela.
La Policía encontró en esa vivienda el cuerpo de Quirós Araya, quien era pareja sentimental de Castro y lo detuvo como sospechoso del asesinato.
En conjunto con el Organismo de Investigación Judicial se realizaron diligencias para recabar pruebas. La investigación se desarrolla dentro del expediente 20-000015-0057-PE.
Según los primeros informes del OIJ, el homicidio pudo haber sido cometido desde el miércoles, pues el cuerpo estaba en descomposición. Se presume que la mujer fue asfixiada, pero serán los resultados de la autopsia los que determinen el modo de muerte.
En la casa no hay puertas ni ventanas forzadas y tampoco faltan objetos, por lo que hay dudas sobre la versión de asalto que dio el sospechoso.
Casos similares
El asesinato de la educadora ocurre en condiciones similares a las que afrontaron otras víctimas de feminicidios como Eva Morera Ulloa, de 19 años, asesinada en noviembre del año pasado en Heredia, cuando fue citada por su agresor a una casa en Barva, donde el sujeto discutió con ella y le disparó.
Lo mismo ocurrió a Andrea Fernández, joven estudiante de Periodismo ultimada en marzo del 2018 en una cabaña de Los Ángeles de Santo Domingo, Heredia.
Ella había solicitado medidas de protección por violencia doméstica, pero un mes antes de que la mataran había retirado la denuncia de los tribunales.
Aunque el año pasado cerró con menos feminicidios que el 2018, las autoridades judiciales y el Instituto de la Mujer piden a quienes sufren ese flagelo acudir a los mecanismos de rápida respuesta que existen para evitar más muertes de mujeres por violencia doméstica en manos de sus parejas o de sujetos que las asesinan por su condición de mujer.