Jeison Martín Canica Picado, de 33 años, murió al recibir diez balazos la tarde de este martes en Guácimo. El hombre había sido testigo en un juicio en favor de Danny Hernández Fernández, conocido como Ratón, supuesto líder de una banda en Limón.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) analiza una venganza como posible motivo del asesinato, perpetrado por pistoleros que huyeron en moto luego de disparar, a eso de las 5:20 p. m.
El hecho ocurrió frente a un bar en la calle conocida como Bajo Mundo, en el centro de Guácimo, Limón.
Socorristas de la Cruz Roja de Guácimo lo declararon fallecido e informaron de que tenía impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Según testigos, una motocicleta modificada, con llanta pequeña, habría llegado al lugar y sus ocupantes se ensañaron con la víctima, quien se encontraba con varias personas alrededor.
Los agentes del OIJ recolectaron unos ocho casquillos de arma de fuego a un costado del bar. A eso de las 10 p. m., levantaron el cuerpo de Canica.
Testigo
En abril del 2018, el Tribunal de juicio de Limón condenó a Danny Hernández, junto con otros sujetos apellidados Scott y Michael a 50 años de prisión por dos asesinatos y dos tentativas de homicidio.
Los crímenes juzgados ocurrieron el 16 de junio del 2015 en barrio Pacuare de Limón, producto de una balacera en la que fallecieron Álvaro Ramírez Ugalde, de 25 años y Shadid Jalell Hudson Linton, de 18.
Ramírez murió el día del ataque, mientras que el deceso de Hudson se produjo el 23 de junio en el Hospital Calderón Guardia, donde había sido trasladado grave. En el ataque también resultó herido de bala Andy Roldán Sánchez.
Sin embargo, esa pena fue anulada por el Tribunal de Apelación de Sentencia de Cartago –encargado de casos apelados en Limón–, y se ordenó un nuevo debate.
Según la resolución N.º 01350 - 2018, del Tribunal de Apelación, Jason Canica fue uno de los testigos ofrecidos en el 2019 por Danny Hernández Fernández, para demostrar que la noche en que mataron a esas dos personas en Limón, cuya participación se le atribuía, él ni siquiera se encontraba en esa provincia.
Fernández se apoyó en Canica y otros testigos para demostrar que desde el día anterior estaba en playa Avellanas de Guanacaste, donde permaneció hasta el 18 de junio de 2015.
Una vez que se ordenó el nuevo juicio, fue la propia Fiscalía Adjunta de Limón la que solicitó la absolutoria de los acusados, bajo el principio de in dubio pro reo, es decir, porque existían dudas de la participación de ellos en los hechos, lo cual ratificó el Tribunal.