El periodista sueco Peter Torbiornsson, sobreviviente del atentado de La Penca, Nicaragua, señaló a tres dirigentes sandinistas como los supuestos autores intelectuales de la masacre.
El 30 de mayo de 1984, siete personas –entre ellas Jorge Quirós, camarógrafo de canal 6, el chofer Evelio Sequeira (de ese mismo medio) y la periodista del Tico Times , Linda Frazier– fallecieron al estallar una bomba en la casona donde tenía lugar una conferencia de prensa con el líder de la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE), Edén Pastora.
Varios miembros de la prensa resultaron heridos de gravedad. El atentado ocurrió en momentos en que Pastora, alias Comandante Cero , luchaba por derrocar al régimen sandinista.
Tras casi 24 años de silencio, Torbiornsson acudió el pasado 11 de marzo ante la Fiscalía de Trámite Rápido, en San José, para ampliar su declaración.
El europeo sostiene que el exministro del Interior de Nicaragua, Tomás Borges, y dos exjefes de la inteligencia de ese país (Renán Montero y Lenín Cerna) ordenaron la muerte de Pastora. Así consta en la denuncia, cuya copia está en poder de La Nación.
Trampa. Torbiornsson fue la persona que llevó al autor del atentado –el falso fotógrafo danés Per Anker Hansen– a La Penca.
Lo hizo como un favor para Renán Montero, según su decir.
“Él me preguntó que si yo podía ayudar a un fotógrafo danés a hacer contactos en Costa Rica. Me presentó al supuesto danés en Managua, en una casa de la zona de Altamira. Me dijeron que su nombre era Per Anker”, dijo Torbiornsson a la Fiscalía.
Al periodista José Adán Silva, del matutino nicaragüense Nuestro Diario , Torbiornsson le reveló –en relación con la conferencia de prensa en La Penca– que siempre sospechó que Hansen “fue mandado por los sandinistas en una misión de espionaje”.
La bomba iba oculta en una maleta que portaba el falso reportero gráfico, quien salió de Costa Rica horas después del atentado.
Falsa identidad. “La bomba salió de la caja fotográfica de Per Anker. Nos utilizaron como conejillos de indias para hacer un crimen con indescriptible brutalidad”, agregó el sueco en su testimonio.
El falso fotógrafo era en realidad el argentino Roberto Vital Gaguine. Unas huellas dactilares, aparecidas en una solicitud de visa para su ingreso a Panamá, confirmaron años más tarde su identidad.
Vital, de acuerdo con un documento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, murió el 23 de enero de 1989 durante la toma del cuartel de La Tablada, en Buenos Aires, Argentina.
Formaba parte del movimiento izquierdista Todos por la Patria (MTP) y pereció al derrumbarse el segundo piso.
Torbiornsson agregó al diario nicaragüense que Cerna y Borges le revelaron, en 1989, su supuesta conexión con el caso de La Penca.
Los políticos aludidos aún no brindan declaraciones a la prensa del vecino país. Renán Montero, una de las personas señaladas por el sueco, ya falleció.
Sorpresa. Hace escasamente un mes y medio, Peter Torbiornsson se reunió aquí con el periodista costarricense Nelson Murillo, otro de los sobrevivientes de La Penca.
En esa reunión habló sobre los supuestos autores intelectuales. “Yo le pregunté por qué guardó silencio tanto tiempo. Me dijo que en ese momento tenía gran incertidumbre frente a todo lo que había pasado y que temía que se malinterpretara que había ayudado, de forma intencional, a Per Anker.
“Dijo que se sentía muy mal al ser usado por los sandinistas para que este hombre atentara contra la vida de Pastora”, afirmó Murillo.
Añadió que Torbiornsson está enfermo.
“Me dijo que emocionalmente está mal y que ya no aguanta la presión. Esta versión es nueva y no deja de sorprender, pese a que el escenario ha cambiado. Debería sustentar con pruebas algo tan delicado y novedoso 24 años después de lo que ocurrió”.
Murillo informó de que el caso prescribirá el próximo 30 de mayo y que sus esperanzas se cifran ahora en la posibilidad de elevar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La fiscal Alejandra Arce indicó, mediante un portavoz, que la información del sueco será verificada.
Por su parte, Edén Pastora (blanco del atentado) sospecha que Torbiornsson fue parte del complot para asesinarlo (Vea nota aparte): “Sabía que esta persona (Vital) era un terrorista”.