Una nueva balacera en un bar de Limón provocó la muerte de un hombre de 26 años durante la noche de este viernes. Un segundo individuo, de 58 años, también sufrió heridas graves, mientras que otro resultó baleado en un brazo.
La víctima fue identificada como Greivin Rodríguez Gorgona, vecino de Penshurt, originario de Limón y padre de dos niños de cuatro y seis años.
La Cruz Roja recibió una alerta sobre el tiroteo a las 11:28 p. m. y envió una ambulancia al lugar. Sin embargo, al llegar, Rodríguez ya había fallecido frente al local, presentaba impactos de bala en la espalda y el torso.
Los socorristas trasladaron con urgencia a los otros dos individuos, de apellidos Rocha (54 años), quien tenía heridas en el brazo izquierdo, y Batista (58 años), que resultó baleado en la espalda.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Rodríguez Gorgona se encontraba dentro del bar cuando dos individuos en motocicleta ingresaron y le dispararon varias veces. Aunque intentó escapar, falleció cerca de la entrada del establecimiento.
Los otros dos individuos resultaron heridos a raíz de los disparos, aparentemente alcanzados por las balas de manera colateral. Sin embargo, las investigaciones están en sus primeras etapas.
Con este asesinato, el cantón cabecera de la provincia caribeña llega a 63 homicidios, igualando su cifra más alta de registros.
Noche de tiroteos
Además de lo ocurrido en Limón, durante la noche del viernes los agentes judiciales respondieron a tiroteos en otras dos provincias que dejaron personas heridas de gravedad, la cuales fueron trasladadas por socorristas a hospitales.
En Cot de Oreamuno, Cartago, un hombre de 30 años de apellido Masís recibió disparos en la cara y el tórax mientras caminaba por la vía pública. Los disparos fueron efectuados desde una motocicleta en movimiento. Masís fue llevado en ambulancia al Hospital Max Peralta en estado delicado. Las causas de este ataque están siendo investigadas por el OIJ.
Mientras tanto, en La Cruz de Guanacaste, cantón limítrofe con Nicaragua, los agentes judiciales respondieron a otro caso en el que un finquero de 64 años resultó herido de bala después de un asalto en su hogar.
Aproximadamente a las 6 p. m., cuatro desconocidos armados llegaron a la propiedad en San Dimas, ataron a un hijo del finquero de apellido Castrillo, le cubrieron el rostro y lo golpearon mientras exigían dinero.
En ese momento, el padre llegó en un vehículo y también fue abordado por los delincuentes. Fue atacado a golpes y luego recibió disparos en el pecho, un brazo y una mano, por lo que fue llevado a la clínica de La Cruz.
Los asaltantes robaron ¢200.000 y el microbús en el que había llegado el finquero. Utilizaron el vehículo para huir, pues la Policía lo encontró abandonado a unos siete kilómetros de la propiedad, cerca de la frontera con Nicaragua.
El OIJ presume que los criminales escaparon al vecino país con el dinero robado. La Policía recolectó pruebas en el vehículo abandonado, así como casquillos de bala en la finca, con el fin de obtener pistas que conduzcan a la captura de los ladrones.