Puntarenas. El asesinato de una pareja de holandeses y un nicaragüense, descubierto este lunes a las 5 p. m., se presume ocurrió unas 18 horas antes, es decir, el domingo en la noche.
El dato lo reveló el martes el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), con base en el informe preliminar de la autopsia a las tres víctimas de este caso que ocurrió en la finca La Flecha, que tiene 400 hectáreas, la cual se ubica en Sardinal del distrito Acapulco, Puntarenas.
Precisamente, el examen de los cuerpos descubrió que las tres personas estaban maniatadas con cinta plástica y presentaban impactos de bala.
Uno de los fallecidos, el holandés Johannes Snelders (conocido como Hans Snelders), además, tenía lesiones con una arma blanca, en diversas partes. El cadáver apareció en la habitación más grande de la casa principal, de la finca dedicada a la siembra de árboles maderables.
Su esposa, Kawitadevi Dhawtal (conocida como Sita Dhawtal) mostró dos balazos percutidos a larga distancia (unos cinco metros), mientras el nicaragüense Richard Abenor Montalbán tenía tres disparos a corta distancia, menos de tres metros.
Estos cuerpos aparecieron frente de la casa principal.
Reto para la Policía. Wálter Espinoza Espinoza, director del OIJ, dijo que este caso representa un reto para los investigadores por la falta de testigos y la gran extensión del terreno en donde se desarrollaron los hechos.
Agregó que las pesquisas tendrán que fundamentarse en pruebas científicas, razón por la cual la escena se manejó despacio y con mucha precisión. Esto, para tratar de ubicar evidencias, como huellas dactilares o elementos pilosos, que ayuden a identificar a los responsables del crimen.
Hasta ayer, las autoridades no tenían claro el móvil. Aunque se podría presumir el robo, en el lugar de los hechos, se dijo había objetos de mucho valor. Empero, trascendió que los cuartos de la casa principal estaban desordenados, como si alguien hubiera estado registrando.
Tampoco se descartó una posible venganza, pues la pareja de holandeses, que radica en el país desde hace ocho años, administraba un plan forestal y venta de lotes de la propiedad. En la iniciativa participan socios, de origen holandés y belga, según la página en Internet de la Ganadera La Flecha Pura Vida.
El nicaragüense, se informó, era el capataz de la hacienda.
Ayuda externa. Wálter Espinoza dijo que para acelerar las pesquisas se solicitó colaboración de la Policía de Holanda, cuyos oficiales tendrán la labor de aportar datos sobre antecedentes de los fallecidos y las relaciones con los otros socios. Agentes de ese país ingresaron ayer a suelo tico.
Espinoza agregó que la pareja de europeos muerta tenía muy poca relación con los vecinos de Sardinal, pues manifestó que las actividades las desarrollaban dentro de la propiedad.
Precisó que la finca cuenta con cerca de seis construcciones que están a unos dos kilómetros de la entrada, en la carretera Interamericana Norte.
“La finca se dedica a la plantación de árboles y, además, ellos de vez en cuando, recibían a turistas o algunas personas que querían conocer el sitio (...). Hay una casa principal y otras que pueden considerarse albergues”, relató.
El jefe policial dijo que, cuando se tenga algún adelanto en la pesquisa, lo darán a conocer.