De los 232 asesinatos ocurridos en los primeros 146 días de este año, la Policía ha atendido 13 escenas donde encuentra dos o más personas muertas.
Las causas son muy variadas y van desde muertes incidentales en medio de balaceras, líos pasionales, luchas entre pandillas de narcotraficantes, venganzas y hasta el afán de no dejar testigos, entre otras.
Esa cifra de 13 escenas es idéntica al acumulado en el mismo periodo del año anterior, con la diferencia de que este año los crímenes están difuminados por seis de las siete provincias del país, mientras que en el 2020 se concentraban en cuatro provincias.
El hecho más reciente ocurrió la noche de este miércoles, en barrio Cuba, San José, cuando dos hombres murieron luego de que un tercer sujeto les disparó en un tramo oscuro y bajo una lluvia débil. Ambos murieron en la vía pública, a un lado de la línea férrea.
Las víctimas son de apellidos Segura Jiménez, de 52 años y Olivas Aguilar de 37, este último nicaragüense.
Tres parejas han sido blanco de balas
El primer caso múltiple de este 2021 abarcó dos diferentes cantones de Puntarenas, que fueron Esparza y Garabito.
Fue perpetrado el 23 de enero por un hombre de apellidos Matamoros Rojas, quien al parecer tenía una obsesión con una conocida suya que era 12 años menor que él, llamada Delia Gutiérrez Jofré.
Esa es la causa que se presume llevó al homicida a emboscar a Delia y a su amigo, Luis Alejandro Hernández, de 34 años, cuando salían de un apartamento en Santa Ana.
Matamoros dominó la situación, condujo hacia el Pacífico y al llegar a Esparza le disparó contra Hernández y dejó el cuerpo a un lado de la vía.
Luego avanzó con Delia en el carro de Hernández y más adelante la asesinó de dos disparos en la cabeza. Por último, él se quitó la vida dentro del carro, que quedó aparcado camino al peñón de Guacalillo en Tárcoles, Garabito.
Luego de este caso, hubo dos homicidios triples, uno de ellos el 27 de enero en Pueblo Nuevo de Limón y otro el 14 de febrero en Carrandí de Matina. En el primero murieron tres hombres que estaban en la vía pública y en el otro tres mujeres que estaban dentro de su casa.
Las causas no están claras, pero en Pueblo Nuevo se presume que líos por drogas motivaron la acción. En Carrandí, una venganza se investiga como posible móvil. En ambos sucesos, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) busca pistas de los asesinos.
Un barrendero de la Municipalidad de San José que iba a visitar a un hijo que vivía con su expareja en Bajo Los Anonos, Mata Redonda, fue ultimado junto con le conductor que lo llevaba a su destino. El trabajador municipal Juan Pablo Barrientos, de 28 años y Jonathan Díaz de 25, fueron las víctimas.
De igual forma el OIJ aún no tiene claras las causas por las que una pareja que iba en un carro por Las Vueltas de La Guácima Alajuela, fue protagonista del quinto caso múltiple del año. Los cuerpos de Antonio Porras Quirós, de 39 años y Celeste Bejarano, de 19, quedaron dentro del automotor.
En un búnker o casa abandonada usada para consumir drogas, detrás del antiguo hospital de Heredia, la Policía encontró sin vida, el 2 de marzo, a dos sujetos con múltiples balazos. Aparentes líos de narcotráfico motivaron ambas muertes.
Guanacaste no escapa a estos hechos de sangre y el 9 de marzo en Puerto Soley de La Cruz, pistoleros mataron a dos hombres de 25 y 41 años de edad. Los homicidas entraron a la casa y además de los muertos, dejaron dos heridos. Una venganza está entre la hipótesis que el OIJ investiga.
Dos hermanos que estaban en un bar del Valle La Estrella en Limón, de 25 y 21 años, fueron ultimados a balazos el 20 de marzo. Los pistoleros iban por ellos, pues ningún otro cliente del local resultó baleado.
Otro caso extraño ocurrió la noche del 25 de marzo en La Uruca, San José, cuando dos vecinos de Golfito que iban en carro con sus respectivas esposas y una menor de un año, fueron interceptados por un sujeto que les disparó y acabó con la vida de los dos, delante de las mujeres.
Una de las sobrevivientes tuvo que tomar el volante del carro y escapar hasta pedir ayuda a unos policías en Barreal de Heredia.
En La Cuesta de Corredores, un panameño de 20 años fue hallado sin vida frente a un taller mecánico el 28 de marzo. Tenía doce orificios de arma de fuego en el cuerpo. Cuando la Policía Judicial allanó el taller, encontró un segundo fallecido adentro, era de aproximadamente 20 años.
Dos mujeres fueron víctimas en un mismo hecho de sangre el 9 de abril en Penshurt, Valle La Estrella, Limón, cuando estaban en su casa y varios enmascarados entraron y las mataron frente a sus hijos. Una tenía 25 años y la otra 28.
Mayo lleva tres casos dobles
Un asalto a un camión remesero el sábado 15 en Cariari de Pococí, cobró la vida de un custodio de la empresa Proval, llamado Hernaldo Gutiérrez, de 32 años.
Ese día seis pistoleros dispararon con un fusil y pistolas por lo que una bala perdida acabó de forma colateral con la vida de Sharon Hernández Alpízar, una joven madre que caminaba con su hija.
El hecho ocurrió a pleno día en una calle comercial sumamente transitada y puso en riesgo a decenas de personas. Por este caso la Fuerza Pública desplegó un operativo que dejó seis detenidos y la recuperación de las armas usadas.
A este homicidio le siguió la muerte de una pareja dentro de un vehículo en Siquirres el pasado lunes 24. Ese día murió José Erasmo Espinoza, de 42 años y Viviana Cruz Jiménez, de 37, luego de que ambos recibieron varios balazos perpetrados por sujetos en fuga.
El caso más reciente fue el de este 26 de mayo en barrio Cuba.
Hasta ahora los homicidios múltiples han cobrado la vida de 31 personas, de ellas 22 eran varones y nueve mujeres. Solamente la provincia de Cartago no registra asesinatos de dos o más personas en un mismo hecho de sangre.
En cuanto al total general de homicidios, hasta este jueves el OIJ registra 232, es decir, 11 casos más que los 221 de igual periodo del año pasado.