Una niña de 11 años acudió a mediados de junio al Hospital Enrique Baltodano, en Liberia, Guanacaste, por una molestia. Llegó con varios familiares.
Después de ser atendida, los médicos confirmaron que estaba embarazada y remitieron el caso al Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Por este hecho, la Fiscalía investiga a su hermano, de 14 años, por el delito de violación calificada.
Este caso refleja una problemática que se viene dando en el país y que mantiene preocupadas a las autoridades.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), entre el 2014 y el 2015, las violaciones sexuales convirtieron en madres a 29 niñas de entre 10 y 12 años.
Se intentó conocer en cuáles zonas vivían las víctimas, pero, al cierre de esta nota, la oficina de prensa del INEC no había respondido la consulta.
Sin consentimiento. Eugenia Salazar, fiscala especializada contra la Violencia de Género, explicó que si una menor de 13 años queda embarazada, se trata de una violación y no de una relación sexual consentida.
“En este tipo de casos no es correcto usar ni siquiera el término de relaciones sexuales. Estamos hablando de un acto de violencia sexual. Las relaciones se contextualizan como algo consentido”, explicó la funcionaria.
Salazar ahondó en que, desde el punto de vista psicológico, las personas menores a 13 años no están en condiciones de dar un consentimiento válido porque “hay inmadurez física, psicológica y aún no se ha completado su desarrollo cognitivo”.
Por eso, reiteró que aunque la menor “consienta”, no es tomado como “válido”.
El Código de la Niñez y la Adolescencia señala que la persona que conozca de estas situaciones debe poner la denuncia ante el Poder Judicial y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
La condena por el delito de violación va desde los 10 hasta los 18 años de prisión, según establece el Código Penal.
Ante un escenario donde el agresor sexual es otro menor de edad, de entre 12 a 15 años, la Ley de Justicia Penal Juvenil indica que la pena máxima de internamiento en un centro especializado (cárcel Zurquí, en este caso) no podrá ser mayor a 10 diez años.
Si el ofensor tiene entre 15 y 18 años, el castigo no puede ser mayor a 15 años de prisión.
Según datos de la Sección de Estadística del Poder Judicial, en el 2014 se recibieron 283 denuncias por violación a menores.
A nivel psicológico. Además de todas las implicaciones penales, la víctima debe afrontar “afectaciones serias” en todas las áreas de desarrollo de su cuerpo, detalló Elizabeth Ballestero, gerente técnica del PANI.
“En lo físico, su cuerpo no está preparado. Es muy violento para la parte biológica tener que empezar a formar un cuerpo interno cuando ni siquiera ha terminado de desarrollar el suyo.
”En lo psicológico, va a ser una persona que no va a confiar en nadie, porque las personas que deben darle amor, le maltratan”, puntualizó Ballestero.
El PANI busca implementar en los próximos meses un proyecto para prevenir embarazos en menores de 15 años, esto en las 24 zonas señaladas como de mayor incidencia de este delito.
Entre esos sectores figuran Los Guido y San Sebastián, en San José; Los Chiles y Upala, en Alajuela; Liberia y Cañas, en Guanacaste; así como ý Barranca y Chacarita, en Puntarenas.