Yuliana Ureña, la joven de 19 años asesinada en un lote baldío de San Roque, Ciudad Quesada, San Carlos, tenía el sueño de convertirse en arquitecta para construir una casa para sus padres. Así lo afirmó Adriana Ballestero, quien fue su amiga y compañera de colegio, en una entrevista con La Nación.
Ballestero, de 39 años, recuerda a Yuliana como una persona esforzada, amorosa con su familia y muy dedicada a sus estudios. Este año cursaba el décimo año en el Centro Integrado de Educación de Adultos (Cindea) y aspiraba a ingresar a la universidad para estudiar la carrera que tanto anhelaba.
Su amiga la conoció cuando apenas tenía 17 años y, según relató, al ser la más joven del aula, solían llamarla cariñosamente “la bebé de la clase”. Yuliana era conocida por su sentido del humor y a menudo se dirigía a Adriana como “suegrita”, a pesar de no conocer personalmente a los hijos de su amiga.
“Era una hija y hermana maravillosa, adoraba a su sobrinita, la esperó con ansias durante todo el embarazo de su hermana. Es un golpe muy difícil, lo único que queremos es justicia para ella, ella no merecía sufrir lo que sufrió y pasar por lo que pasó”, destacó Ballestero.
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El pasatiempo favorito de Ureña era el baile folclórico y formaba parte de un grupo en el que invertía tiempo en ensayos y presentaciones.
Tras las vacaciones de medio período, Yuliana y Adriana dejaron de ser compañeras, ya que la joven se cambió del Cindea de Florencia al que opera en las instalaciones del Liceo de San Carlos. No obstante, aunque ya no eran compañeras, seguían en contacto.
De hecho, la última vez que se vieron fue el 7 de setiembre. Ese día, Adriana Ballestero fue a la casa de Ureña para que le prestara un disfraz para el Día del Niño.
“Llegué a la casa de ella y ahí estuvimos platicando, llorando, nos abrazamos, estaba con una de sus amigas estudiando porque esa noche iba a tener un examen (...). Le compartí cosas que me tenían un poco decaída y sus últimas palabras fueron: ‘suegrita, usted es una guerra y las guerreras no pueden caer’. Ella me hacía levantarme y motivarme”, relató Ballestero entre lágrimas.
“Inspiraba a cualquier persona a salir adelante a pesar de los momentos difíciles que vivió”, agregó.
‘Nunca salía sola’
Ballestero reveló durante la entrevista que Yuliana nunca salía sola, ya que su madre, Roxana Quirós y su padrastro, José Garos, quien en realidad era como su padre biológico, la acompañaban o la dejaban en su destino.
Sin embargo, la tarde del jueves, cuando ocurrió el crimen, los padres de Yuliana la dejaron en casa de una amiga para que le dejara un regalo y luego ella caminó sola en dirección al centro educativo —que según Adriana— está a una corta distancia.
En medio de su trayecto, según lo registrado por las cámaras de seguridad, un individuo la sorprendió y tras forcejear con ella, la arrastró hasta el lote baldío donde le arrebató la vida.
Según Ballestero, cuando estudiaban juntas, los padres de Yuliana la dejaban a las 5:15 p. m. en la entrada del colegio y a la hora de la salida siempre estaban ahí para recogerla. Si en algún momento no podían hacerlo, le pedían que tomara un taxi.
La amiga de Yuliana optó por no revelar el motivo por el cual la joven estudiaba en horario nocturno, ya que considera que es un tema “muy delicado y personal”.
‘Seguiremos luchando’
Adriana expresó que en su corazón solo quedan las sonrisas que compartió con Yuliana y que ahora está decidida a exigir justicia para su amiga. “Seguiremos luchando, no queremos que esto quede impune, no queremos saber que las persona que dañó a Yuliana quede libre y que dañe a otra mujer o a otra persona”, manifestó.
“No quiero que como mujeres caminemos por la calle con miedo, aterradas a pensar que nos puede pasar algo así. Seguiremos luchando porque seamos escuchadas, porque ninguna mujer más en este país sea violentada por nadie. Tenemos que levantar la voz como mujeres, no podemos permitir que ninguna mujer más sufra lo que Yuliana sufrió”, concluyó.
Presunta agresión sexual
El cuerpo de Yuliana fue encontrado semidesnudo y cubierto con bolsas de basura, lo que lleva al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a manejar la hipótesis de una agresión sexual.
Según Randall Zúñiga, director de la Policía Judicial, la causa aparente de la muerte es el estrangulamiento.
El principal sospechoso de asesinar a la estudiante es un hombre de 39 años de apellido Acuña, quien fue arrestado la mañana del domingo en Naranjo de Alajuela, su lugar de origen.
En el momento de la detención, Acuña presentaba varios arañazos que, según la evaluación de expertos, fueron infligidos dos días antes.
Apenas hace tres años el sujeto completó una condena de 18 años por un caso de violación. Zúñiga destacó que su modus operandi en ese momento era similar: esperaba a sus víctimas en lugares solitarios.
Ante este panorama, la noche de este lunes, el Juzgado Penal de San Carlos ordenó seis meses de prisión preventiva para Acuña, quien figura como el responsable del crimen de la muchacha.
El caso se encuentra en investigación bajo el expediente N.° 23-002085-0065-PE.
Funeral de Yuliana
La mañana de este lunes se realizó el funeral de la joven. Sus familiares y amigos la despidieron en una ceremonia religiosa y una procesión en la que participaron sus compañeras de baile y los músicos que la acompañaban.
Numerosas personas asistieron a la despedida, lo que refleja la solidaridad de la comunidad. En una conversación con La Nación, el padre de Yuliana afirmó que su esposa está muy afectada y que aún le resulta difícil asimilar la idea de que no volverá a ver a su pequeña.