El OIJ detuvo ayer a cuatro personas sospechosas del envío de casi una tonelada de cocaína a México en tiburones congelados.
Entre los aprehendidos figura el empresario pesquero Sigifredo Ceciliano Gamboa, de 43 años, vinculado por las autoridades con la compañía Tenería del Caribe Internacional, empresa puntarenense que hizo el embarque.
Oficiales de Estupefacientes detuvieron a Ceciliano en el Aeropuerto Juan Santamaría cuando pretendía viajar a Ecuador.
Además del empresario puntarenense, la Policía arrestó a su cuñada, Viviana Segura Picado, de 24; el contador de Tenería del Caribe, Bernal Jiménez Moraga, de 43 y uno de los directivos de la compañía, Maikel Guzmán Jaen, de 31.
La firma – cuyo dueño es el mexicano Francisco Pozos Lepe – exportó en mayo 40 toneladas de tiburón en las que la Policía de Yucatán, México, encontró 894 kilos de cocaína.
El director del OIJ, Jorge Rojas, aseguró ayer que Ceciliano utilizaba su flota pesquera para traer tiburón desde Ecuador.
Al momento de la detención, el hombre se dirigía a Guayaquil (la ciudad más poblada de ese país) a negociar la liberación de dos de sus barcos, detenidos por pesca ilegal en las islas Galápagos.
“Yo les he dicho (a las tripulaciones) que no se metan ahí (en aguas cercanas a la isla de Galápagos). Los agarraron como a unas 70 millas”, contó Ceciliano el jueves durante una entrevista con un equipo de La Nación.
Se adelantaron. Rojas comentó ayer que el descubrimiento de la cocaína en México obligó a adelantar las capturas.
Desde el 2 de febrero, agentes de la secciones de Estupefacientes y Lavado de Dinero –con apoyo de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional, DIS– comenzaron a seguir el rastro de una organización que enviaba cocaína en tiburones congelados.
La pista los llevó hasta Ceciliano y de ahí hasta Tenería del Caribe Internacional. “La investigación era por narcotráfico y legitimación de capitales.
“Investigábamos a un grupo de ticos y extranjeros con esa modalidad: enviar droga en pescado. Luego, parte de esos dólares (producto de la venta de la cocaína) venía al país”, señaló Rojas.
El jefe policial destacó que la organización hizo varios envíos de tiburón a México, aunque reconoció que al cargamento despachado el 18 de mayo desde puerto Caldera, en Puntarenas, no le daban seguimiento. La droga al parecer fue introducida en el estómago de los escualos en el muelle que por seis meses Pozos alquiló en El Cocal.
“Nosotros pretendíamos detener a un grupo importante de personas, pero teníamos que madurar la prueba. En eso se nos vino lo del decomiso (en México).
“Como eso correspondía a la organización que el OIJ investigaba, se ordenaron las detenciones”, agregó Rojas.
El jueves, los investigadores allanaron el apartamento que Pozos (salió de país el 15 de mayo) alquilaba en El Cocal de Puntarenas. Además detuvieron, de forma temporal, a una secretaria de la empresa exportadora.
Ella era novia de un mexicano identificado solo como “Jorge” y quien solía acompañar a Francisco Pozos. Este exportador es dueño, además de Tenería del Caribe Internacional, de otra del mismo nombre en Jalisco, México. Los agentes del OIJ también allanaron ayer otros inmuebles.
Barrida policial. Tras la captura del contador Jiménez, el OIJ de Puntarenas allanó su oficina – en los altos del supermercado Megasúper, Puntarenas centro–, así como su casa del barrio 20 de noviembre.
Los investigadores también visitaron la casa de Ceciliano en la urbanización Rudín, en Miramar de Montes de Oro.
En el lugar permanecieron cuatro horas. Los oficiales incluso recorrieron el jardín y el patio con palas en mano. A las 4:30 p. m. estuvieron en el barrio El Cocal, en la casa de Guzmán y poco después en el muelle de Ceciliano. Colaboró Ronny Soto