Un total de 34 familias de la urbanización Valladolid, en Desamparados, San José, fueron evacuadas la tarde de este miércoles, luego de que sus casas fueran impactadas por un deslizamiento provocado por las fuertes lluvias de las últimas 48 horas.
El Comité Municipal de Emergencias del cantón inició el rescate a las 5:45 p. m. y logró movilizar a las 94 personas que habitaban las viviendas.
Ahora, evalúa cuáles necesitan pasar la noche en un albergue y cuáles pueden ir donde familiares.
“Las edificaciones tienen daños bastante importantes, entonces ahorita el alcalde Gilberth Jiménez no descarta que esas familias ya no puedan volver, precisamente porque el deslizamiento se habría hecho más importante en este momento por las lluvias”, manifestó Natalia Romero, vocera de prensa de la Municipalidad de Desamparados.
Romero agregó que el geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Julio Madrigal, se acercó a la zona para realizar una inspección y valorar los daños que generaron los aguaceros de los últimos días.
Además, aseguró que el alcalde del cantón solicitó a la CNE desarrollar estudios más profundos este jueves por la mañana para conocer las afectaciones en las viviendas, las cuales quedaron con varias grietas en el suelo luego del desastre.
La encargada de prensa del ayuntamiento confirmó a La Nación que ninguna persona requirió de asistencia médica luego de la movilización.
Preocupación municipal
Desde este lunes, el alcalde de Desamparados solicitó formalmente al gobierno declarar emergencia en la urbanización Valladolid, en Los Guido de Desamparados, por el peligro de un deslizamiento que tenía en riesgo 44 viviendas.
El funcionario dijo que los grandes daños en las casas, los postes, las vías y tuberías sobrepasan la capacidad municipal para enfrentar el problema.
Hay daños estructurales en paredes, pisos, vigas coronas y el desprendimiento sigue, con lo que hay 21 casas en la parte más crítica y otras 23 de un sector que está en la zona de amortiguamiento y que debían ser movilizadas también.
“Algunas familias ya se fueron donde familiares, ante la incertidumbre y el temor porque en estos días se ha movido mucho la tierra”, dijo Jiménez el lunes.
Afirmó que la solicitud de emergencia se hizo en solidaridad con esas familias que durante 30 años han vivido ahí y algunas todavía están pagando la casa.
La idea es que esas familias sean reubicadas en algún proyecto avanzado de vivienda, para que no pierdan su calidad de vida.
El alcalde dijo que se trata de un deslizamiento profundo, de 40 o 50 metros y que no estaba visible antes del 2017.
Afirmó que comenzó luego de la tormenta Nate, en octubre del 2017. Según los estudios geológicos se trata de un deslizamiento activo que se ha acelerado en los últimos días por la saturación de suelos.
“Dios quiera que nos dé tiempo para actuar de forma oportuna y que todas estas familias sean evacuadas”, dijo.