La mayor parte del territorio cerrará agosto con lluvias por debajo de lo normal, según los análisis estadísticos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Esta falta de aguaceros en el Caribe y el Valle Central ya golpeó directamente a sectores como el agropecuario y el de generación eléctrica.
Nelson Zeledón Rivera, agricultor de repollo, brócoli, maíz dulce, zuquini y papas en Cipreses de Oreamuno, Cartago, está viviendo este problema en carne propia, pues la falta de agua retrasa el desarrollo de los productos y los obliga a usar bombas de espalda para regar las raíces de los nuevos siembros y evitar que se pierdan.
Al igual que él, otros agricultores de Cot, Tierra Blanca, San Juan de Chicuá, Llano Grande y Paso Ancho de Cartago afrontan problemas, pues en esas regiones tienen poco acceso al agua potable e incluso el suministro privilegia el uso doméstico, de manera que los agricultores dependen de las lluvias.
Agosto con déficit de lluvia
Solo una región supera el promedio
FUENTE: IMN || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Don Nelson dijo estar asombrado de que en agosto las lluvias hayan sido tan escasas, pues esto, combinado con las altas temperaturas, tiene los suelos secos.
Agregó que las canículas siempre merman las lluvias de agosto, pero esta vez el tiempo está tan “averanado” que un corte de brócoli que tenía para la semana pasada todavía no ha podido cosecharlo.
Por su parte, el sector energético, que en época lluviosa suele abrir compuertas en las plantas hidroeléctricas para liberar el exceso de agua, este mes tuvo un déficit que lo ha obligado a generar energía con plantas térmicas, lo que encarece el costo.
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En el Caribe ha llovido menos de la mitad de lo que normalmente cae en agosto y en el Valle Central el déficit ronda el 40%. Solo los cantones del Pacífico de Guanacaste, así como Guatuso, Los Chiles y Upala tienen lluvias dentro de los rangos normales.
Karina Hernández, coordinadora de climatología del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), dijo que toda la región Caribe e incluso el este del Valle Central, donde están Cartago y Curridabat, Coronado y otros enfrentaron condiciones de sequía en los meses previos.
Sin embargo, espera que la sequía desaparezca en las próximas semanas, pues se proyecta un repunte de las lluvias.
Setiembre es el mes más lluvioso en el Valle Central, sin embargo, persisten condiciones atmosféricas que hacen prever menos precipitaciones de lo normal durante la primera quincena, con un retorno a condiciones más lluviosas en la segunda parte, principalmente en el Pacífico.
Daniel Poleo, coordinador del departamento de Desarrollo del IMN, dice que existen muy pocas probabilidades de que en setiembre ocurra un evento de lluvias extremas, debido al bajo contenido de humedad que prevalece en la atmósfera.
Además, se estima que los posibles ciclones que se formen en las próximas semanas estarán lejos del país, sin que por ahora se prevea una amenaza para el territorio nacional.
Limón continuará más seco de lo normal durante todo el mes, con muy pocas precipitaciones. Aunque en junio, julio y agosto suele llover más en el Caribe, esta vez se quedó corto en lluvias, y habrá que esperar el segundo pico lluvioso en esa región, que será en diciembre, enero y febrero, posiblemente bajo la influencia del fenómeno La Niña.
Cálido agosto llevó a récord de temperaturas en la capital
En cuanto a temperaturas, Karina Hernández afirmó que siguen elevadas. El IMN registró un récord de temperatura máxima para agosto en la estación del barrio Aranjuez, San José, donde el lunes 12 el termómetro marcó 31,1°C.
El martes 27 de agosto, la estación del barrio Aranjuez volvió a subir y llegó a 30,8 °C, mientras que la más alta de ese día fue de 35 °C en el cantón de Los Chiles. En Turrialba fue de 29,8 y en La Garita de Alajuela fue de 27,8.
El hecho de que la capital haya superado en varias ocasiones los 30 °C, por encima de otros puntos del Valle Central se debe, en parte, a que tuvo menos nubosidad que otras regiones y eso permitió el ingreso directo de los rayos solares.
Según Hernández, aunque el mar Caribe sigue cálido, está menos caliente que el año pasado. El océano Pacífico también sigue en proceso de enfriarse y por eso se espera que entre noviembre y enero se consolide La Niña, que es la fase fría del fenómeno El Niño y que aumenta las lluvias en el Pacífico y el Valle Central y las disminuye en el Caribe.
Viene lo más fuerte de la temporada ciclónica
La temporada de ciclones, que comenzó el 1.° de junio, tuvo en su primera mitad solo cinco eventos que han alcanzado la categoría de tormenta tropical o huracán.
Esto sugiere que setiembre y octubre, que suelen ser los más propensos a la generación de ciclones, serán meses muy activos.
Según Luis Fernando Alvarado, meteorólogo del IMN, los ciclones que hasta ahora han alcanzado la categoría de huracán, es decir, con vientos de 119 kilómetros por hora (km/h) o más, han sido Alberto, Beryl, Debbie y Ernesto, mientras que Chris llegó a ser tormenta tropical con vientos de 75 km/h.
El IMN, basándose en los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes, había informado que este año se esperan entre 18 y 21 ciclones. Sin embargo, algunas instituciones, como la Universidad Estatal de Colorado, pronostican 23 ciclones, y otras proyectan entre 25 y 30.
Alvarado señala que setiembre es el mes con mayor número de ciclones tropicales en esa cuenca, por lo que no es de extrañar que se presenten hasta tres de ellos simultáneamente.
De hecho, el Centro Nacional de Huracanes ya está monitoreando un sistema de baja presión con ciertas posibilidades de evolucionar a ciclón la próxima semana.
Con las condiciones actuales de más temperatura en ambos océanos, Alvarado considera poco probable que se formen cinco ciclones en cada uno de los tres meses restantes de la temporada, que finaliza el 30 de noviembre. Por esta razón, prevé que se mantendrá la cifra más conservadora de entre 18 y 21 ciclones, pues en noviembre solo suelen formarse uno o dos.
Aunque el año pasado nuestro país no sufrió el impacto de ningún fenómeno ciclónico, en esta temporada se espera que al menos dos nos afecten, como parte de una temporada de huracanes normal.
Esta situación obliga al sector agropecuario a estar muy atento, ya que los cultivos en las zonas de mayor impacto suelen ser arrasados por las excesivas lluvias que suelen caer en setiembre y octubre.