El incendio que mató a siete personas el sábado anterior en una cuartería de La Carpio, en La Uruca, San José, al parecer fue provocado.
Esa es la conclusión a la que llegaron los investigadores del Cuerpo de Bomberos, luego de analizar el sitio de origen del fuego, la fuente de ignición y la posible causa.
Héctor Chaves León, director de la institución, manifestó que el siniestro se inició en la cochera del inmueble, donde se encontraron residuos de combustible.
Como parte del protocolo que se sigue en estos casos, se enviaron las muestras recolectadas al laboratorio para determinar si una bomba molotov (casera) fue lanzada contra la estructura.
"En este momento todo apunta a que el incendio pudo haber sido provocado, pero faltan los análisis de laboratorio para conocer si el contenido de una botella quebrada que se encontró en el sitio era combustible, lo cual correspondería a una bomba molotov.
“Podríamos decir que esta es la teoría más fuerte; sin embargo, tendrá que confirmarse”, explicó Chaves.
Dicha hipótesis también es manejada por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y coincide con versiones brindadas por algunos vecinos, quienes aseguraron que las llamas comenzaron luego de que personas no identificadas al parecer lanzaron una bomba contra la vivienda.
Tal parece que el propietario de la cuartería, quien murió en el siniestro, tuvo un conflicto con otros sujetos. Él fue identificado como Orlando León Castillo, de 75 años.
Sin embargo, sus allegados desconocen si fue amenazado o si tuvo alguna discusión. Incluso, algunos lugareños lo recordaron como una persona respetuosa y amable.
Dificultades para salir
Héctor Chaves indicó que a las víctimas del siniestro se les dificultó escapar porque la única salida del inmueble estaba ubicada en una parte de la propiedad que fue consumida de primero por las llamas.
“En este caso está claro que el punto de origen es el frente, propiamente donde está el área de la cochera, donde había unos portones y vehículos estacionados. Entonces, el fuego iba del frente hacia atrás y eso impidió que las personas pudieran salir”, aseguró.
En la cuartería vivían 15 personas. Siete de ellas fallecieron y las otras ocho sobrevivieron, al salir por un hueco que había en el cuarto de pilas y que comunicaba con una propiedad vecina.
Los sobrevivientes relataron haber utilizado una escalera, el foco de un celular y la guía de otros vecinos para llegar hasta el sitio por donde salieron.
Por otra parte, el director de Bomberos insistió en que las cuarterías son estructuras en las que el riesgo de un incendio aumenta.
Esto obedece a que regularmente se sobrecarga su sistema eléctrico, sus inquilinos utilizan cilindros de gas dentro de los cuartos y tienen una única vía de evacuación.
Durante este 2019 se han registado siete incendios en ese tipo de inmuebles, mientras que el año pasado se atendieron en total 17.
"Las cuarterías son todo un problema en Costa Rica. Ninguna institución dice tener competencia por ser una actividad irregular, pero en este tipo de estructuras se pueden dar casos como el de La Carpio, porque regularmente la evacuación resulta muy difícil.
“Lo ideal sería que exista una ley que las regule, porque incluso su detección es difícil si no hay denuncia de los vecinos, porque uno pasa y desde afuera parecen una vivienda grande”, detalló Chaves.
El jerarca mencionó que cuando ellos detectan estructuras de ese tipo alertan al Ministerio de Salud para que se tomen las medidas pertinentes.
No obstante, alegó que también los dueños de los inmuebles pueden tomar precauciones para evitar tragedias como la ocurrida el sábado pasado en La Carpio.
“El problema de las cuarterías es que originalmente eran una casa para una familia, por lo que el sistema eléctrico y las rutas de evacuación estaban diseñados para eso. Después, cada cuarto se convirtió en una casa con cocina y baño, por lo que el sistema eléctrico se sobrecarga", expresó Chaves.
Para él, deberían existir suficientes rutas de evacuación y no solo una frontal, un sistema eléctrico apto y procurar que los cilindros de gas estén fuera de las habitaciones.
Asimismo, consideró importante que se instalen detectores de humo, lámparas de emergencia y extintores.
Plan de emergencia es clave
Héctor Chaves señaló que, en ocasiones, las familias no desarrollan un plan de emergencias porque lo consideran sofisticado y creen que es necesaria la intervención de un especialista.
Sin embargo, destacó que eso es un mito. Indicó que luego de elaborar el plan, las personas pueden llevarlo a una estación de Bomberos para que sea revisado y, de ser necesario, aplicar algunos ajustes.
Para los apagafuegos lo fundamental es:
- Instalar detectores de humo: Están valorados en ¢15.000, aproximadamente. Su instalación es sencilla, no requiere de ningún especilista, y permiten darse cuenta de los incendios y abandonar una vivienda a tiempo.
- Colocar lámparas de emergencia: Su costo ronda los ¢15.000 y, ante la carencia de electricidad, permiten iluminar pasillos y salidas.
- Tener extintores: Cuestan entre ¢35.000 y ¢50.000 y permiten controlar incendios pequeños o abrirse paso en el camino para llegar a una salida.
- Revisar los sistemas eléctricos regularmente: Cada 10 años debe realizarse una inspección para verificar su estado y procurar que la caja de breaker funcione correctamente.
- Identificar dos puntos de salida: Procurar que la vivienda tenga dos rutas de salida hacia el exterior, para no quedarse atrapado ante una emergencia.
- Dejar las llaves en puntos estratégicos: Las llaves deben estar en los llavines o cerca de ellos para que se facilite la salida.
- Verificar que todos salgan y llamar al 9-1-1: Ante una emergencia hay que confirmar que todos los miembros de la familia salieron y llamar al 9-1-1, no esperar a que otra persona se encargue de la llamada.
Las víctimas del fuego en La Carpio
- Orlando León Castillo, 75 años
- José Rafael Pérez Sánchez, 62 años
- Grace Molina Fernández, 50 años
- Inesilia del Socorro Lara Carmona, 31 años
- Melany Fabiola Chamorro Molina, 23 años
- Niña 3 años
- Niño de 2 años
Información actualizada el martes 16 de abril a las 3:08 con la identidad de la última víctima.