La erupción que este martes 22 de setiembre a las 10:54 a. m. lanzó sedimentos volcánicos a dos kilómetros de la laguna, en el volcán Rincón de la Vieja, es parte de las exhalaciones entre moderadas y débiles que han estado presentes en lo que va del año.
El material fue lanzado de forma un poco más violenta que la semana pasada y fue a dar al noroeste, pero, como no hay vecinos cerca, nadie ha brindado reportes de olor azufre, ni caída de ceniza.
Con esas características, Javier Pacheco, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), afirma que lo que podría esperarse como punto máximo de este ciclo de nueve años, que empezó en el 2011, sería similar a la erupción freatomagmática que hubo en noviembre de 1995.
“Erupciones como la de 1995 no son grandes, con respecto a lo que ese volcán es capaz de hacer, según sus registros geológicos, pero eso es lo que se estima en este momento, con base en lo ocurrido a partir del 2011”, explicó.
Hasta ahora no ha mostrado signos de algo mayor y lo que se nota es un vaivén entre la liberación de energía parcial y la posterior entrada en relativos reposos cortos, de manera cíclica, sostuvo.
El científico recordó que en 1995 el coloso arrojó cenizas a varios kilómetros de altura y el material bajó en flujos de lodo por ríos y quebradas, hasta dañar puentes y carreteras, pues a su paso por Buenos Aires y otras zonas del distrito de Aguas Claras, Upala, viajó a más de 90° Celsius.
Esa vez hubo bloques balísticos incandescentes y la actividad se mantuvo por varios días.
“Definitivamente hay un cuerpo magmático que desde el 2011 se estaciona en un reservorio o cámara magmática y que puede estar a dos kilómetros hacia abajo de la cima”, afirmó Javier Pacheco.
Desde ahí es donde a juicio del científico suben burbujas de gas hasta la superficie y en su contacto con el sistema hidrotermal generan las erupciones que vemos.
Es un cuerpo que se viene aumentando desde el 2011, año en que el volcán comenzó el ciclo actual, indicó.
Seguidilla
Según Pacheco, la erupción de este martes fue muy superficial y por eso logró levantar sedimentos desde el fondo del lago y lanzarlos incluso hasta cimas cercanas.
Recordó que la semana pasada también hubo dos erupciones un poco más pequeñas y que han sido constantes en los últimos meses, aunque a veces no se ven por lo nublado del tiempo.
Los vecinos han reportado que los ríos siguen limpios en la parte baja. Posiblemente serán las lluvias posteriores las que remuevan el lodo volcánico hacia los cauces.
El más activo del país
El Rincón de la Vieja, que está a 1.916 metros sobre el nivel del mar, entre Liberia y Upala, sigue como el más activo de este momento en nuestro país.
La más reciente visita la hicieron técnicos del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Arenal y Miravalles (Osivan), para rescatar y dar mantenimiento a equipos que habían instalado a principios de año.
Afirmaron que el cráter sigue similar a como estaba en abril y que la laguna está casi al mismo nivel, pues solo se nota que ha bajado un poco, pero sigue con su característico burbujeo debido al calor que sale del fondo.
Las temperaturas en el lago suelen variar entre 30 y 60°C, según la eṕoca del año.