Las exhalaciones y erupciones tan seguidas del último ciclo en el volcán Rincón de la Vieja, que empezó desde enero de este año, no se veían desde la década de los 90’s.
Por lo anterior, el vulcanólogo Javier Pacheco, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), expresó que les urge realizar un sobrevuelo al coloso, situado entre Liberia y Upala, para ver los cambios en el cráter y eventuales cambios en el nivel del lago, que es el más profundo entre los volcanes activos del país, con unos 75 metros de hondo.
Dijo que se está coordinando con la dirección de Vigilancia Aérea del Ministerio de Seguridad Pública, para ver si en algunos de los viajes por la vigilancia que exigen las medidas sanitarias, se aprovecha algún día despejado para captar fotos que ayuden a los expertos a medir el pulso de lo que acontece a raíz de las últimas erupciones.
"El problema es que ese volcán va evolucionando. Día a día se van abriendo conductos y aumenta la actividad. Se detecta una escalada en el número de eventos diarios”, dijo Pacheco.
La laguna ácida lleva décadas sin secarse, pese a que algunas veces la actividad levanta el agua y sedimentos a una altura de 300 metros, de los que la mayoría vuelve a caer al cráter.
Si la laguna llegara a secarse o a reducir sustancialmente su volumen, desaparece el amortiguamiento que actualmente genera y sería factible la emisión de ceniza a la superficie, pero mientras permanezca, la actividad solo remueve el fondo y lanza gases.
“Puede ser que tarde mucho tiempo y que este sea el inicio de un largo proceso que siempre se lleva a cabo en los volcanes, donde la apertura de conductos dura mucho”, acotó Pacheco.
Las muestras más recientes de ceniza, analizadas la semana pasada por el Comité Asesor Técnico, no revelaron la presencia de material juvenil, es decir, no hay rastros de magma fresco y solo se ve el de viejas erupciones.
Erupción duró un minuto
A las 4:27 a. m. de este viernes 15 de mayo el volcán Rincón de la Vieja realizó una erupción cuya altura se desconoce debido a las condiciones de visibilidad del sitio. La actividad se mantuvo durante un minuto.
En las horas posteriores han ocurrido otras erupciones pequeñas y frecuentes, observadas desde una cámara de vigilancia remota y detectadas en los dispositivos de registros sísmicos.
Según el reporte del Ovsicori, se han observado columnas de vapor de agua que no alcanzan más de 1.000 metros sobre la altura del cráter, que está a 1.916 metros sobre el nivel del mar.
No se descarta que con la llegada de la estación lluviosa, que se generalizará este mes en la zona del coloso, parte de los sedimentos que han caído al borde del cráter comiencen a bajar por los ríos y quebradas cercanas, fenómeno conocido como lahares secundarios.
Los científicos del Ovsicori también captaron y dieron a conocer esta semana los sonidos que la actividad genera en lo profundo del volcán, por el paso de fluidos y gases de origen magmático.