Según el registro histórico climático de la ciudad de Limón, que data de 1941, el 2022 quedó marcado como el más seco en los últimos 81 años. La lluvia total fue de solo 2.119 milímetros (litros por metro cuadrado), cuando el promedio anual histórico de Limón es de 3.679 milímetros.
El jefe de la Unidad de Climatología del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), Luis Fernando Alvarado, dijo que llovió un 42% menos del promedio durante el año pasado. El récord de sequía anterior lo tenía el año 1995 (año de La Niña) con 2.193 mm.
La Niña y El Niño son las dos fases opuestas de un mismo patrón meteorológico, que se conoce como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Es un fenómeno natural de anomalía en la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial que tiene consecuencias importantes para el clima en general. En medio de las dos fases opuestas, suele darse un periodo de fase neutra, que comenzará en abril, según las previsiones de los diversos entes meteorológicos.
Cuando prevalece el fenómeno de La Niña, en Limón ocurre todo lo contrario al resto del país, es decir, llueve menos. Por ejemplo, durante el año recién concluido San José y Liberia, que siempre son más secos que Limón, resultaron ser más lluviosos, con 2.354 mm. y 2.677 mm., respectivamente.
Debido a la sequía en Limón, durante el 2022 no hubo movilización fuerte de cuerpos de socorro, como ha ocurrido en otros años debido a inundaciones.
Más bien, los más afectados por lluvias fueron los vecinos de la costa Pacífica, principalmente en Jacó, Quepos, Golfito y Osa, así como en Guanacaste. Mientras tanto, cantones del Valle Central como Aserrí, Desamparados y Alajuelita, lo mismo que la zona de Los Santos, también fueron golpeados por precipitaciones fuertes, deslizamientos e inundaciones durante la temporada lluviosa del año pasado.
Según el IMN, se prevé que el fenómeno de La Niña se disipe totalmente entre marzo y abril próximos. Con el cambio hacia la fase neutra, el país retornaría a las condiciones climáticas normales de la época, es decir, el inicio de la próxima temporada de lluvias no será alterado con un adelanto como sucedió en los últimos dos años y las precipitaciones ya no serán tan marcadas entre las diversas regiones del país.
Entre las particularidades del fenómeno de La Niña que está por terminar, destaca que fue muy prolongado e intenso, pues tuvo dos resurgimientos desde su origen, en agosto del 2020. Como consecuencia, ocasionó condiciones climáticas extremas como la sequía en el Caribe e inundaciones fuertes en el Pacífico, el Valle Central y algunas zonas de Guanacaste.
Se prevé que la sequía en Limón continúe hasta marzo. Uno de los factores que atenúan esas condiciones secas y traen un poco de lluvias son los empujes fríos y los sistemas de alta presión, como el que esta semana se generó en el golfo de México y provoca vientos acelerados y lluvias intermitentes en el Caribe, la zona norte, parte del Valle Central y Guanacaste.
Clima diferente
Limón tiene un clima muy diferente al resto del país. Cada mes de noviembre se inicia en el Caribe un período lluvioso, que finaliza en febrero. Este año ha estado por debajo del promedio, a pesar de las lluvias que aportan los empujes fríos. En esos meses suele precipitarse el 40% del total anual de lluvias.
Otro período lluvioso del Caribe se inicia de manera tenue en abril y alcanza su punto más alto en junio, julio y agosto, cuando el viento alisio se intensifica y aumenta el ingreso de ondas tropicales y vaguadas de altura por esa costa, lo que provoca el segundo pico de lluvias, con un aporte porcentual del 46%.
Antes de disiparse, la influencia del actual fenómeno de La Niña, las temperaturas del mar y del aire persistirán más bajas que lo normal en todo el país, de hecho este inicio de año han prevalecido más frescas.
De momento, la temporada de empujes y frentes fríos sigue adelante. Hasta el momento se han registrado nueve empujes y para este sábado se esperaba la influencia indirecta del décimo, que llegará al norte del istmo por el mar Caribe.