El gigantesco deslizamiento de 2,5 millones de metros cúbicos de material que cayó el miércoles en Matina no representa mayores riesgos para los poblados cercanos al río Madre de Dios.
Sin embargo, una inspección realizada por especialistas de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), confirmó que las aguas comenzaron a abrir un nuevo cauce y no ha habido mayor represamiento.
El sistema de alta presión que a mitad de semana comenzó a afectar el Caribe y la zona norte del país generó el movimiento de tierras que el géologo Blas Sánchez, de la CNE calificó de gigante.
Sánchez no recuerda en la última década que la erosión haya causado un desprendimiento de tierra tan grande.
Dijo que, al finalizar la evaluación del sitio, se advirtió a las municipalidades para mantener vigilada la zona y alertar de cualquier cambio, pero no prevé mayor afectación porque las 50 hectáreas que cayeron a lo largo de 600 metros, pese a que taparon el cauce del río, lo hicieron cerca de donde nace ese cuerpo de agua y la corriente no es tan fuerte como la del Reventazón y otros caudalosos ríos cercanos.
La casa más cercana de donde cayó el derrumbe está a ocho kilómetros y pese a que los vecinos oyeron el estruendo y hasta grabaron la caída del cerro, no sufrieron daños.
Dijo que algunas bananeras cercanas al nuevo cauce que el río forma deberán realizar canales en algunas zonas, pero la situación no es grave.
Luego del principal movimiento de tierra, ha seguido cayendo material del cerro, pero el sobrevuelo de un dron no mostró riesgos ya que se precipitan sobre el mismo taponamiento.
El agua que estaba antes del nuevo obstáculo ya buscó por donde abrirse espacio y por correr en partes llanas va sin mayor impulso.
Lluvias van a mermar
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) prevé para este sábado una merma en las lluvias que han azotado el Caribe y la zona norte durante la semana que termina.
Rebeca Morera, del IMN, dijo que este viernes en la noche todavía se esperan algunas lluvias, pero desde el sábado al mediodía se tendrán menos precipitaciones.
Sin embargo, recordó que los suelos están saturados y llamó a estar vigilantes en zonas con riesgo de inundación.
Las ráfagas de viento también van a ser menos fuertes y menos recurrentes este fin de semana.
Este viernes en La Cruz, Tilarán y otros cantones de Guanacaste las ráfagas alcanzaron hasta 84 kilómetros por hora, mientras que en el Valle Central fueron de 65 kp/h.