Al filo de cerrar el mes de octubre, la temporada lluviosa en nuestro país no ha exigido más de lo normal a los cuerpos de socorro que, lejos de confiarse, esperan un cierre inclemente y que noviembre esté cargado de fuertes precipitaciones.
Así lo expresó Lidier Esquivel, jefe de la Unidad de Investigación y Análisis del Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Explicó que las comunicaciones con el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), les revelan que en noviembre la situación será extremadamente lluviosa en el Valle Central, todo el Pacífico y la región comprendida entre los cantones de Guatuso, Los Chiles y Upala, al norte de Alajuela.
Por lo anterior, llaman a la población de esas zonas a no bajar la guardia, pues el fenómeno de La Niña, que alcanzará en noviembre su punto más alto, se caracteriza por generar fuertes precipitaciones en las regiones mencionadas.
Hasta el momento, la CNE ha emitido 27 alertas por lluvias entre mayo y octubre. Solo en los 28 primeros días de este mes se han atendido 369 inundaciones y anegamientos, así como 113 deslizamientos, cifra que Esquivel cataloga dentro de lo normal.
Sin embargo, fue enfático en que no se puede bajar la guardia pues “todo parece indicar que noviembre va a estar muy pasado por agua”.
Entre los deslizamientos que más ocupan a la CNE, están los de Valladolid de Desamparados y calle El Mango en Alajuelita, donde decenas de familias han sido desalojadas y otras están en zona de riesgo, a la espera de que la temporada lluviosa les brinde un respiro.
Desde setiembre los cantones de Desamparados, Aserrí, Alajuelita, Acosta y Puriscal han sido de los más afectados, junto con la zona de Los Santos.
La mañana de este miércoles la Comisión atendió otro deslizamiento considerable que tiene en peligro a un asentamiento campesino de 12 familias en las montañas de San Isidro de Dota, a unas cuatro horas de la carretera principal.
Según Esquivel, una mezcla entre fallas sísmicas y la influencia del río Savegre han afectado el terreno. Por eso, este miércoles el geólogo Julio Madrigal inspeccionó la zona.
A estas alturas de la temporada, los suelos saturados en muchas regiones constituyen una amenaza, pues el agua llovida ya no se infiltra tanto y más bien eleva rápidamente el nivel de ríos y quebradas, lo que contribuye con los deslizamientos.
Al referirse a la temporada de huracanes, Esquivel dijo que en sus 30 años de trabajar en la CNE, es una de las más activas que ha visto, pues se han formado 28 ciclones, entre depresiones, tormentas tropicales y huracanes, algunos de los cuales han generado temporales por efectos indirectos.
Recordó que en el 2010 la tormenta Thomas se formó en noviembre y lo mismo ocurrió hace casi cuatro años cuando el 24 de noviembre el huracán Otto causó graves daños por el impacto directo sobre nuestro país.
Temporada lluviosa se extenderá
El fin de la temporada de lluvias tendrá un atraso significativo, es decir, la temporada seca se iniciará más tarde de lo normal. El atraso en el cese de las lluvias oscila entre los 15 y 20 días, según cada región.
De acuerdo con las proyecciones del IMN, por efectos del fenómeno de La Niña, será hasta inicios de diciembre cuando cesen las precipitaciones en el Valle Central.
En el Pacífico norte las lluvias terminarían en la última semana de noviembre y no al principio como es lo normal, mientras que en el Pacífico sur hasta mediados de enero del 2021.
Con respecto a la temporada de frentes fríos, que normalmente comienza en noviembre y finaliza en febrero, presenta patrones estimados dentro de lo normal.
En ese período, se esperan, en promedio, dos frentes fríos, que se caracterizan por temperaturas muy bajas, vientos nortes y temporales en el Caribe.
“La influencia de La Niña en la corriente en chorro subtropical y los bloqueos anticiclónicos, tendrían el efecto de amortiguar y por lo tanto restarle intensidad al avance de los frentes a las zonas tropicales”, dice el informe.