La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) advirtió al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y a la dirección del Conservatorio Castella sobre el eventual riesgo que podría afectar su infraestructura y terreno por el deslizamiento que desde este viernes comenzó a caer al río Virilla, unos 400 metros al suroeste del puente Alfredo González Flores.
Blas Sánchez, geólogo de la CNE, indicó que este sabado se realizó una nueva inspección en el alud, que el viernes obligó a cerrar cuatro plantas generadoras de energía del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
De manera preventiva, el Centro Nacional de Control de Energía (CENCE) sacó de operación a Electriona, Ventanas, Brasil y Belén, sin que eso repercutiera en el suministro del servicio, ya que se atendió con los recursos de otras plantas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Las cuatro plantas se mantienen preventivamente fuera de operación e irán incorporándose una vez que se normalice la condición en el caudal del río y el arrastre de sedimentos, informó el ICE en un comunicado la tarde del viernes.
Ninguno de los equipos de las centrales eléctricas ha sufrido daños y se analiza la reanudación de labores del personal de estas plantas, según la evolución del evento.
Blas Sánchez explicó que el agua se abrió paso y aunque buena parte del material sigue en el cauce y ha seguido cayendo material, de momento no hay represamientos.
Las grietas en la parte alta hacen prever que todavía falta material por caer, por lo que se vigila la zona y se alertó al ICE para que aplique los protocolos a efecto de evitar daños en las turbinas.
De igual manera, se les previno de que, en caso de lluvias fuertes, como las que podrían ocurrir este mes, deben evitar que haya personal de mantenimiento en las áreas de captación u otros sitios de riesgo, porque podría darse un represamiento y la posterior salida súbita del agua que corre río abajo.
Según Sánchez, el deslizamiento surgió en un relleno que lleva más de 30 años de estar conformándose con escombros que fueron tirados en esa ladera donde las lluvias, así como el mal manejo de las aguas de escorrentía, produjeron la erosión, la infiltración y la alta saturación.
También hay algunas pequeñas lagunas en la parte alta producidas por la lluvia y eso genera más humedad y propicia agrietamientos que terminan con la caída del material.
Centro educativo colinda con zona inestable
Otra alerta se giró a la dirección del Conservatorio Castella, ya que a unos 15 metros de una parte inestable, en la que hubo desprendiemiento de material, está la zona verde de ese centro educativo.
A la dirección se le notificó la tarde del viernes y ellos colocaron unas bandas amarillas para prevenir a los estudiantes de no permanecer en esa parte del terreno.
Sánchez afirmó que el resto del colegio está a más de 50 metros del deslizamiento, en una parte plana y cimentada sobre roca, por lo que no corre ningún peligro.
Añadió que, con excepción de esas dos entidades, no ha habido más alertas, ya que no hay poblados cercanos, ni puentes u otra infraestructura que pudiera verse afectada con los deslizamientos que hasta el momento se vigilan en las laderas y el cañón del río Virilla.