EscucharDurante el año pasado, Puntarenas acaparó el 60% de las compensaciones otorgadas por el Instituto Nacional de Seguros (INS) debido a deslizamientos y daños causados por lluvias.
Esto significa que de los ¢1.784 millones desembolsados por concepto de pólizas, ¢1.068 millones fueron destinados a cubrir afectaciones en esa provincia.
Se trató de 41 reclamos, muchos tramitados en marzo, incluyendo los casos de las residencias de lujo en el complejo residencial Altos de Leonamar, en Punta Leona, Garabito.
Cinco de estas mansiones resultaron con pérdida total después de desplomarse desde lo alto de un acantilado hasta la playa.
En ese mismo evento, otras dos casas del complejo también sufrieron daños considerables debido al deslizamiento y recibieron notificaciones por parte del Ministerio de Salud.
Tras el derrumbe, ocurrido entre el 1.° y el 2 de febrero del 2023, Salud ordenó el desalojo inmediato de estas viviendas.
Las disposiciones sanitarias incluyeron la demolición de cinco casas que quedaron en condiciones inhabitables.
En marzo, los desembolsos del INS alcanzaron los ¢673,7 millones. La institución informó de que, debido a las cláusulas de confidencialidad en los contratos privados de cada póliza, no puede dar detalles sobre cuánto de ese dinero se entregó a los propietarios de las casas de Leonamar.
Se estima que un sismo de 4,6 grados ocurrido poco antes pudo haber influido en el desprendimiento, según las conclusiones preliminares de un geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y otros especialistas.
Estos expertos dijeron que una ladera inestable, con estructuras pesadas como piscinas y terrazas, habría facilitado el colapso.
Alexander Sancho, administrador del condominio, dijo desconocer detalles sobre los acuerdos que los propietarios hayan alcanzado con el INS, la municipalidad y el Ministerio de Salud, ya que se trata de asuntos privados.
Añadió que el resto del terreno permanece normal, ya que el área de las cinco casas que se desplomaron fue muy focalizada, mientras que el resto está en una zona de roca muy estable.
Respecto a las dos propiedades cercanas que tuvieron daños parciales, las órdenes sanitarias instruyeron a los dueños a hacer mejoras para restablecer su capacidad de uso.
Aunque no tiene una cifra exacta debido a que el condominio cuenta con subcondominios, Sancho estima que la propiedad tiene más de 100 unidades familiares. Explicó que hay 69 filiales, pero estas se subdividen.
Altos de Leonamar es un condominio cuyo proceso de tramitación en la Municipalidad de Garabito tuvo lugar entre 1999 y el 2000, y las casas fueron construidas de manera individual entre el 2001 y el 2004.
Según los informes de la CNE y las evaluaciones realizadas en el lugar, se identificaron al menos 10 propiedades más con algún tipo de afectación como resultado del desprendimiento. De acuerdo con la municipalidad, solo en ocho de ellas se encontraron permisos de construcción.
Susana Rodríguez, coordinadora de Servicios Técnicos de la Municipalidad de Garabito, precisó que el municipio no está emitiendo nuevos permisos en la zona de deslizamientos identificada por la CNE.
Además, 15 meses después del incidente, aún se está coordinando con los dueños de las propiedades para la remoción de escombros, lo cual se dificulta debido a que se trata de una zona con pendientes casi verticales y de difícil acceso por tierra y por mar.
Además de esta emergencia, durante la estación lluviosa del 2023, el cantón de Garabito también experimentó daños y pérdidas significativas en casas y locales comerciales por las fuertes inundaciones ocurridas en setiembre.
Las lluvias causaron inundaciones en varias calles principales, en la ruta nacional y el agua alcanzó el conocido centro comercial Jacó Walk, donde incluso los vehículos quedaron sumergidos.
Todos estos eventos contribuyeron a que el INS superara los ¢1.068 millones en desembolsos en la provincia de Puntarenas.
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Menos emergencias, pero más caras
Los pagos de ¢1.784 millones realizados por el INS el año pasado representan un aumento del 150% en comparación con los ¢714,8 millones desembolsados en el 2022.
Los beneficiarios fueron dueños de viviendas aseguradas con pólizas de incendio que sufrieron diversas afectaciones debido a lluvias, inundaciones y deslizamientos.
A pesar de que el INS recibió 265 reclamos el año pasado, es decir, 104 menos que en el 2022, los daños ocasionados por estos fenómenos naturales resultaron más costosos para el INS en el 2023, cuando debió desembolsar una suma considerablemente mayor.
De los pagos efectuados en el 2023, el 75% correspondió a daños causados por deslizamientos, lo que representa ¢1.347,7 millones; un 15% (¢268,2 millones) se debió a inundaciones, y el 10% restante (¢168,6 millones) fueron indemnizaciones por daños causados por lluvias.
Además, se consideran daños como el derrame de tuberías, donde la ruptura de un tubo puede causar daños en paredes y muebles, o cuando hay desbordamiento de canales internos debido al exceso de lluvia.
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la estación lluviosa de este 2024 se ha establecido en el Valle Central, el Pacífico sur y el Pacífico central, mientras que la próxima semana se asentará en Guanacaste, Upala, Los Chiles y Guatuso.
