Muchos de los vecinos de Sarapiquí de Heredia que se han visto afectados en estos últimos seis días por las inundaciones, se niegan a volver a sus casas puesto que temen una nueva crecida de los ríos.
Debido a que las condiciones climáticas tienden a desmejorar en las tardes y noches, los lugareños prefieren quedarse en los albergues y así evitar poner su vida en riesgo.
Varios pobladores que conversaron con un equipo de La Nación, indicaron que, si bien la zona estuvo “parcialmente despejada” durante la mañana de este martes, les preocupa que ya para la tarde comenzó a llover en la zona montañosa del Zurquí.
“Se escucha una gran tormenta y eso hace que en unas dos horas el caudal del río (Sarapiquí) aumente”, lamentó Ruddy Oses, vecino de Naranjal de Puerto Viejo, una comunidad que días atrás estuvo afectada por grandes inundaciones.
Agregó: “De verdad estamos preocupados pues nunca habíamos vivido una creciente como la que venimos pasando”.
Cecilia Gamboa, quien es vecina de la comunidad de Caño San José de Sarapiquí, comparte el mismo temor ya que, al comenzar la lluvia, ese río “volverá a crecer”.
Lo que más la alerta a ella es que aún hay fincas en la zona con “niveles importantes de agua” y si se vuelve a dar una crecida en el cauce del río, lo más probable es que hasta los animales mueran, agregó.
Aprovecharon sol mañanero
Como es usual cuando alguna comunidad se inunda, generalmente un miembro de la familia busca quedarse en la casa para evitar que terceros les roben.
Esta ocasión no es la excepción, ya que generalmente las mamás y los hijos se quedan en el albergue, mientras que sus esposos están pendientes de sus viviendas.
Justamente fueron ellos quienes la mañana de este martes aprovecharon que salió el sol en Sarapiquí después de casi seis días de lluvias intensas y continuas, y sacaron muebles y colchones para intentar secarlos.
No obstante, la mayoría de pertenencias estaban completamente dañadas.
Los vecinos insistieron en que lo perdieron todo y por ello agradecieron que este lunes ingresara un vehículo estatal a dejar víveres y otras ayudas.
Vecino de Matina: ‘Dormimos en el suelo’
La afectación por lluvias aún se extiende a Limón y la zona norte.
Sobre ese primer sector, específicamente en B-Line de Matina, los lugareños claman por ayuda puesto que aseguran que lo perdieron todo y que no saben cómo saldrán adelante.
Antonio Matamoros es uno de ellos. Aseguró que él y su familia están durmiendo en el suelo porque todo lo que tenían se dañó con la crecida del río.
“La llena afectó a las familias que más necesitamos (...) Mucha gente perdió sus bienes y nosotros por ejemplo ni siquiera tenemos comida”, apuntó a un equipo de este medio que hizo un recorrido por el sector.
Otro que se vio afectado por este fuerte temporal fue Andrey Garay, vecino también de Matina, ya que el agua se llevó el taller mecánico que abrió hace tan solo un año.
Él indicó que cinco vehículos se le dañaron y que, hasta la fecha, no sabe cómo volverá a empezar.
“Es muy duro para nosotros (...) vamos a ver cómo solucionamos, porque todavía no podemos hacer nada porque seguimos estando en riesgo”, lamentó Garay.
Graciela González, otra lugareña de Matina, contó que ha sido muy doloroso ver perder su casa, en la que ha vivido los últimos diez años.
“Los daños han sido bastantes, nunca se ha dado algo tan impresionante como esto. Perdí mi casa y todo lo que estaba dentro, fue bastante traumante”, dijo.
Justo por ello, añadió, pidió a las autoridades que le den una casa en otro sitio, ya que “no quiero volver aquí”.