Un hombre y una mujer, quienes tenían 25 años de casados, se convirtieron este jueves en las primeras víctimas mortales por la afectación indirecta del ciclón Eta en Costa Rica, que además deja miles de millones en pérdidas por daños a infraestructura y viviendas.
El matrimonio falleció sepultado por un gigantesco alud que cayó sobre su vivienda en Concepción de Aguabuena de Coto Brus, Puntarenas.
Se trata de Seidy Sánchez Chaves, de 51 años, y su esposo, Bernard León La Duke Sartín, de 70. Él es estadounidense, pero también contaba con la nacionalidad tica, según consta en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Desde la mañana de este jueves, miembros de los cuerpos de rescate trabajaron en remover el material y, a las 12:21 p. m., se confirmó el hallazgo del cuerpo de una mujer y un hombre.
Imágenes y videos tomados en el sitio dan cuenta que la casa estaba en la parte baja de una loma y todo el material de la zona alta se desprendió, enterrando la casa casi por completo.
Ignacio Cordero, un vecino que vive a 600 metros de donde ocurrió la tragedia, manifestó que a las 4 a. m. escuchó un gran estruendo; sin embargo, ante las fuertes lluvias y la oscuridad fue hasta las 6 a. m. que salió a hacer un mandado y observó lo ocurrido.
“Avisé a algunos vecinos y comenzamos a llamar para ver si alguien respondía, pero nadie lo hizo. Ante eso, avisamos a las autoridades”, afirmó Cordero.
Por su parte, Juan Salas, otro de los habitantes de esa comunidad, afirmó que el extranjero estaba pensionado y que salía muy poco de su casa.
Carlos Alvarado Quesada, presidente de la República, extendió sus condolencias a la familia y los amigos de las víctimas, que se suman a otros 18 fallecidos que cobró Eta en el istmo centroamericano.
Aunado a esto, 1.524 personas permanecían en 41 albergues, los cuales se distribuyen en 16 cantones. Dos de esos alojamientos son específicos para personas movilizadas de zonas de riesgo y que están contagiadas por covid-19.
Daños considerables
El más reciente informe del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, ubica al ciclón 95 kilómetros al oeste de La Ceiba, Honduras, con vientos de 55 kilómetros por hora.
A su paso por Costa Rica, dejó 20 rutas con cierre total y otras 15 con paso regulado, producto de anegamientos, derrumbes o el colapso de puentes.
Recuperar infraestructura costaría unos ¢6.000 millones, estimó, de manera preliminar, Rodolfo Méndez Mata, jerarca de Obras Públicas y Transportes.
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Además, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) amplió la lista de cantones en categoría roja, debido a la gravedad de los daños en viviendas e carreteras. Estos son Coto Brus, Corredores y Golfito, en el Pacífico sur, Parrita en el Pacífico central; así como en Hojancha, Nandayure y Nicoya, en Guanacaste.
En tanto, la alerta naranja permanecen el resto de cantones de la vertiente del Pacífico, así como Upala (Alajuela), y en amarilla el Valle Central, zona norte (excepto Upala) y en alerta verde, el Caribe.
Alexánder Solís Delgado, presidente de la CNE, hizo un llamado a las comunidades para mantenerse atentas al comportamiento de ríos y laderas, pues la influencia indirecta del fenómeno mantendrá las lluvias en la mayor parte del país.
Incluso, destacó que al detenerse las precipitaciones, hay que estar alertas, debido a que podrían registrarse deslizamientos.
Tras cinco días de intensas lluvias, uno de los barrios más afectados es la Fuente, entre Ciudad Neily y Coto Brus, donde se reportaron 12 viviendas destruidas por el desbordamiento del río Caño Seco.
Además, una enorme parte de la ruta 237, que enlaza ambas comunidades, desapareció por la fuerza del agua y los troncos que arrastró a su paso.
En la Costanera Sur, por su parte, habrá que esperar a que bajen las aguas para ver el impacto en puentes, calzadas y alcantarillas.
Este jueves por la mañana, el periodista José Luis Rodríguez Céspedes pretendía viajar desde Ojochal de Osa hacia Ponderosa, en Liberia, pero el desbordamiento de los ríos le impidió cumplir su recorrido.
Afirmó que 10 kilómetros antes de llegar a Parrita, la crecida era muy intensa y, aunque viajaba en un carro alto, vio como un camión de cuatro toneladas se desestabilizaba por la correntada y los troncos que cruzaban de lado a lado.
“Ahí me devolví, no era seguro seguir”, relató Rodríguez.
Desde el domingo pasado, se acumulan diversas afectaciones en 60 cantones. Las condiciones más graves se registran en 23 comunidades que están aisladas en Parrita, Quepos, Coto Brus, Cóbano, Garabito y Nicoya.
Ante esto, el Juzgado Contravencional de Parrita cerró este jueves todos sus servicios por riesgo de inundación, pues el inmueble se ubica a 300 metros del cementerio de Parrita, que durante la mañana estuvo cubierto de agua.
Igual medida adoptaron los despachos judiciales de Quepos, según dispuso el Consejo de Administración del Circuito.
También, los Tribunales de Golfito y Puerto Jiménez permanecerán cerrados este viernes, debido a la declaratoria de alerta roja.
Empero, se seguirá con la atención de servicios esenciales y no se suspenderán juicios con personas privadas de libertad.
Afectación en suministro de agua y cosechas
Por su parte, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados confirmó que 120.000 personas sufren problemas de desabastecimiento o interrupción del servicio de agua potable por turbiedad de las plantas potabilizadoras, tomas de ríos colapsadas, daños en tuberías principales o pasos obstruidos en diversos caminos.
De ellos, 28.000 afectados están en la Gran Área Metropolitana, específicamente en Guadalupe, San Antonio de Escazú, El Llano de Alajuelita y San Rafael de Coronado.
Otros 63.000 viven en las regiones Chorotega (Liberia, Cañas Dulces, e Irigaray), Brunca (Buenos Aires, San Isidro, Ciudad Neily y Coto Brus) y la Central Oeste (Turrubares, Acosta, Palmares y San Ramón).
Por último, 29.000 usuarios de Asadas también están entre los afectados de las regiones Brunca (San Isidro, Corredor, Sierpe, Potrero Grande, Palmar, Cajón, Sabalito y Golfito); Metropolitana (Coronado, Desamparados, Acosta, Aserrí, Mora, Turrubares, Atenas, Sarchí, Carrizal y Naranjo) y la Chorotega (Carrillo, Sámara, Nosara, Sámara, Belén, Puerto Carrillo, Cuajiniquil).
En cuanto al sector agrícola, Juan Rafael Lizano Sáenz, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, indicó que, de momento, no tienen reportes de severas afectaciones en cultivos.
Aseguró que tiene conocimiento de plantaciones de arroz volcado en Guanacaste; empero, si las aguas bajan rápido, la cosecha se recupera.
Dijo que hay ligeras afectaciones de caña en Catsa, en Liberia, y en plantaciones de Pérez Zeledón, pero, al igual que el arroz, el cultivo podría recuperarse y cortarse a mano.
Afortunadamente, destacó, no tiene registros de caída de café, pese a que la cosecha empieza este mes.
Costa Rica saldrá de condiciones de temporal el sábado
De acuerdo con el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el efecto indirecto de Eta se mantuvo durante este jueves, especialmente en el litoral Pacífico.
Sin embargo, se espera que este viernes sea un día de transición hacia condiciones menos lluviosas y para el sábado se prevé que habrá una disminución significativa en la humedad sobre el país, por lo que se anticipa que el territorio nacional saldrá de las condiciones de temporal.
“Para este viernes se prevé un día de transición, donde se pueda notar una disminución en las lluvias en las regiones del Pacífico central, sur y Valle Central. En esta última no esperamos que amanezca lloviendo y para el sábado ya podríamos decir que la condición de temporal habrá cesado en todo el territorio nacional”, explicó el meteorólogo Daniel Chacón Fernández.
Información actualizada a la 7:30 p. m. con más datos.