El deslizamiento ocurrido durante el fin de semana en el Parque Nacional Juan Castro Blanco, al este de Ciudad Quesada, y que bajó por la cuenca del río Aguas Zarcas en San Carlos, es de los más grandes de los últimos años, según Lidier Esquivel, jefe de la Unidad de Investigación y Análisis del Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Debido a las condiciones aún muy nubladas y con lloviznas que persistieron en la zona este martes, los especialistas no pudieron hacer un sobrevuelo en avioneta para dimensionar la emergencia. Sin embargo, el geólogo Julio Madrigal, también de la CNE, pudo llegar al pie del deslizamiento para evaluar la extensión, que inicialmente se estima abarca unas 40 hectáreas.
Análisis posteriores permitirán determinar si fue generado por la erosión o por lluvias extremas y luego calcular la cantidad de metros cúbicos que colapsaron. Los especialistas sostienen que aún hay posibilidades de que siga desprendiéndose el material que quedó inestable en la parte alta, por lo que llamaron a la precaución.
“Es una cosa monstruosa lo que se depositó antes de llegar a TicoFrut y lo que está arriba”, comentó Lidier Esquivel, al describir la cantidad de lodo y palos que corrieron por el cauce. La madera al rodar y pegar contra las piedras y el fondo del río pierde las ramas y queda como pulida, por eso a su paso por el puente de Aguas Zarcas los vecinos observaban los troncos como aserrados.
Se estima que este desprendimiento de material, entre el fin de semana y este lunes, supera al ocurrido en el 2013 entre los cantones de Matina y Siquirres, en el río Madre de Dios, así como al que cayó de una ladera del volcán Irazú en el 2020.
La alcaldesa de San Carlos, Karen Salas Vargas, detalló que el deslizamiento ocurrió a unos 15 kilómetros aguas arriba del puente de Aguas Zarcas. Enterada de los reportes de los especialistas, llamó a la población evitar acercarse a los ríos y a la parte montañosa afectada, así como extremar precauciones al atravesar los puentes y acatar las recomendaciones que las autoridades brinden a través de los medios oficiales.
Afirmó que existe un represamiento grande en Concepción, distrito de La Palmera, y otro en La Loma de Aguas Zarcas, por lo que se debe estar muy atentos al movimiento de esas masas cuando llueva fuerte otra vez.
En la noche del lunes la Cruz Roja solo tuvo que evacuar a un hombre que estaba operando una draga cerca del cauce. Aunque algunas familias se fueron a pernoctar en casas de familiares, la CNE no habilitó ningún albergue, pues no fue necesario.
“Lo bueno de todo esto es que el cauce pudo manejar el volumen de material. Nuestra preocupación principal era esa”, afirmó Lidier Esquivel.
También se destacó que la población está ubicada en regiones altas con relación al río, es decir, no se ha invadido la zona de protección, como suele ocurrir en las áreas urbanas.
Persiste la vigilancia
Por ahora, la vigilancia estricta se mantiene en los puntos de más cuidado. Además de vigilar de cerca lo que sucede en lo alto de la cuenca, se está observando el comportamiento del río en la parte baja, donde han quedado centenares de palos y sedimentos, dado que el río, por su dinámica, va a encontrar por donde abrirse camino en una zona muy plana.
Mientras varios miembros del comité local de emergencias subieron a la montaña con el geólogo Julio Madrigal, otros equipos revisaron puentes y lugares donde vecinos han reportado estancamiento de material cerca de zonas pobladas como Villa María de La Palmera y parte de Aguas Zarcas.
Empero, luego de revisar las bases del puente conocido como Aguas Zarcas y el de Cerro Cortés, a la entrada de TicoFrut, se rehabilitó el paso esta misma mañana.
En la toma de la planta hidroeléctrica de la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca), Aguas Zarcas 2, quedaron evidenciados daños severos por el impacto de las corrientes con barro y palos contra la estructura usada para mantenimiento de equipos. Este martes maquinaria pesada comenzó las labores de remoción de escombros en la parte afectada. Los servicios de esa cooperativa no se vieron afectados.
Para vecinos como Eugenio Fernández, lo vivido el lunes no lo había visto en muchos años de vivir allí, y dice que el riesgo persiste, pues todavía en la parte alta queda una gran cantidad de material.
En la mañana de este martes, lugareños y autoridades que llegaron al sector de Las Termales, en Concepción de La Palmera, captaron imágenes que los dejaron sorprendidos, pues la cantidad de palos es enorme.
Randall Rojas Segura, fue de los primeros en descubrir lo ocurrido cuando fue a la finca de su padre, donde el río se estrecha, y descubrió un montón de árboles acumulados a lo largo de unos 300 metros. “Me impactó, fue impresionante llegar y ver eso lleno de puros árboles descuajados en el río”, dijo el hombre que tiene 40 años de vivir en esa zona.
Explicó que a veces el nivel del río baja y luego se vienen las avalanchas de piedras y troncos que socavan las bases de los pasos elevados. Solo el lunes calculan que hubo unas 30 correntadas.
Otros impactos
La onda tropical N.° 20, que reforzó las lluvias este lunes, también afectó con vientos y lluvia el centro de Limón.
El Hospital Tony Facio sufrió varios daños en cielorrasos y ventanales, así como en la instalación eléctrica.
En esa provincia también hubo anegamientos en varias viviendas debido a la intensidad de los aguaceros, que también afectaron a cantones cercanos como Pococí.
La CNE registró entre la noche y madrugada 33 incidentes por inundación en Limón, Alajuela, Pérez Zeledón, Golfito y La Unión, entre otros. Hubo casas anegadas y puentes rebalsados.
La mayoría de los incidentes son consecuencia de lluvias muy localizadas, que provocaron la crecida de ríos como el Barú, La Palma, Coto y Las Cañas, así como el colapso de alcantarillas y cunetas debido a la basura y sedimentos.
En Cerro Mocho de Limón, las afectaciones en su mayoría fueron por el colapso del alcantarillado, caída de árboles y del tendido eléctrico. Esto último ocasionó cortes de luz en Manzanillo y Puerto Viejo, los cuales fueron atendidos esta mañana por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).