Un total de nueve familias del asentamiento informal Nuevo Amanecer, en la La Aurora de Alajuelita, perdieron sus casas por un deslizamiento que ocurrió en la madrugada de este viernes.
Según el geólogo Julio Madrigal, de la Comisión Nacional de Emergencias, las fuertes lluvias de los últimos días causaron el desprendimiento de tierra que dejó cinco casas totalmente destruidas y cuatro con daños severos. No hubo reportes de personas heridas.
Nasaria Natalia Martínez Cárdenas, una de las damnificadas, dice que a su hija se le fue toda la casa, mientras que ella vive en la parte alta y su casa también fue declarada inhabitable por la Comisión Nacional de Emergencias.
Dijo que tiene 28 años de vivir ahí y que su familia está muy afectada por la situación, pues no se tenía idea de la inestabilidad del suelo y ahora no tienen para dónde irse.
Lamentó que seis familias, entre ellos sus 13 nietos, lo perdieron todo.
Por su parte, Jeremías Granados Martínez, otro de las damnificados, relató que desde la noche del jueves comenzaron a notar el deslizamiento, pero ya en la madrugada cedieron las casas y no pudieron salvar nada. De repente se escuchó un estruendo y apenas pudieron ponerse a salvo.
Julio Madrigal afirmó que la mañana de este viernes realizaron una visita de valoración, en la que se confirmó que son nueve casas las afectadas y en ellas vivían 41 personas.
Además de las lluvias, pudo haber afectado un alcantarillado que pasa por la zona. Algunas de las casas destruidas quedaron enterradas y el resto falseadas, dijo Madrigal.
De acuerdo con el alcalde de ese cantón josefino, Modesto Alpízar, hay niños y adultos mayores entre los damnificados por lo que desde la 1 p. m. en la municipalidad se desarrolla una reunión con representantes del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y otras entidades para ayudar a los afectados.
Añadió que ese asentamiento, ubicado en el distrito de San Felipe, no había presentado problemas antes, pero las fuertes precipitaciones, así como las precarias condiciones en que suelen levantarse esas casas, las tornan vulnerables.
De momento no se han visto afectadas otras viviendas.
En ese mismo cantón el año pasado hubo otra emergencia en calle El Mango, en San Josecito, al reactivarse un deslizamiento que desde el 2017 afecta al menos 20 viviendas a lo largo de tres hectáreas.
Esas casas están muy cerca de la quebrada Chinchilla y presentaron grandes agrietamientos y otros daños estructurales en pisos, paredes y accesos; sin embargo este año no ha presentado mayor movilidad.
Cerca de ese deslizamiento pasa el río Tiribí, pero el alcalde afirma que más que por la influencia del río, fueron las lluvias las que saturaron suelos y generaron la emergencia.