La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) todavía no ha recibido la totalidad de los fondos recolectados para la atención del huracán Otto, pero prevé que se quedarán cortos ante las necesidades.
Con base en experiencias de desastres anteriores, la CNE tiene claro que siempre hay un déficit; es decir, los daños reportados siempre superan en mucho lo que ingresa a esa entidad para la recuperación.
Mariano Figueres, comisionado presidencial para reconstruir las zonas afectadas por el paso del huracán, calcula que el monto de los daños rondará los ¢100.000 millones.
Según datos de Danilo Mora, director de Gestión Administrativa de la CNE, hasta el 15 de febrero habían ingresado ¢3.986 millones.
Recientemente, el Banco Nacional depositó más de ¢604 millones de la Teletón 2016.
La CNE está en conversaciones e intercambio de cuentas corrientes con el Banco de Costa Rica, para que deposite lo recolectado en otras actividades organizadas por empresas privadas para los damnificados.
Carlos Picado, jefe de la Unidad de Desarrollo Estratégico de la CNE, precisó que en pocas semanas estará listo el Plan General de la Emergencia que tendrá el reporte general de daños.
Ese estudio brindará una estimación de las pérdidas totales, según el informe que los ministerios, municipalidades y otros entes entregaron a la CNE.
Solo en gastos agropecuarios el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) hizo cálculos por ¢30.000 millones.
Igual estimación proyectó el alcalde de Bagaces, Guanacaste, William Guido, a partir de casas, puentes y demás infraestructura dañada en ese cantón.
A todo ello hay que agregar los daños en el cantón alajuelense de Upala, donde el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) entregó casi ¢1.653 millones, de los ¢2.903 millones que destinó al primer impacto de la emergencia. Esas ayudas llegaron a 3.376 familias de 12 cantones, principalmente para reponer los electrodomésticos básicos.
Según Mariano Figueres, habrá que buscar más fondos para los distintos frentes que urgen de ayudas, tanto para la recuperación como para minimizar riesgos ante los daños que cerros, ríos y quebradas sufrieron por el huracán Otto.
Los ¢5.500 millones de fondos no reembolsables que el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, consiguió en una visita a Emiratos Árabes Unidos se destinarán a acueductos.
Algunas entidades, como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (Inder), invirtieron recursos propios para ayudar a las zonas afectadas.
Una vez que se tenga el informe final de la CNE, en marzo, el Gobierno establecerá las prioridades y gestionará nuevos recursos para la reconstrucción.
Trabajo en ríos Siguen adelante los trabajos en los cauces de ríos como el Zapote, en Upala; el Blanco, en Bagaces, y varias quebradas por las que bajaron avalanchas.
Figueres afirmó que los ríos Zapote, Blanco y Cuipilapa nunca han tenido mantenimiento y eso los hace más vulnerables.
Recordó que, en Upala, las inundaciones son cosa de todos los años. En el pasado hubo trabajos en el río Zapote, pero, al no haber sido integrales, no mejoraron el flujo del río.
El Departamento de Obras Fluviales del Ministerio de Obras Públicas y Transportes trabaja con especial énfasis en el río Zapote, lo mismo que en el Coto Colorado a su paso por Golfito, en la zona sur.
En cuanto a muchas zonas que parecen inhabitables, Figueres dijo que, con una intervención técnicamente diseñada, algunas pueden rehabilitarse. Eso es lo que esperan lograr cerca de los proyectos termales en Bagaces y parte de Upala.
En el río Zapote, principal causante de las inundaciones en Upala, hay secciones donde hay que sacar sedimento, otras requieren ampliación del cauce y en otras hay que hacer un estudio hidrológico, para reencauzar las aguas, respetando el balance natural del río.
“En Canalete de Upala hay que hacer un cauce nuevo en parte del río”, añadió Figueres.
En otras zonas, donde la gente construyó en el playón del río, definitivamente hay que desalojar a esas familias, agregó.
Por su parte, el alcalde de Bagaces afirmó que en ese cantón está muy avanzado el dragado de ríos y los rellenos para reencauzarlos. Agregó que hay una propuesta para buscar medidas de mitigación y preventivas en La Fortuna, cerca de fincas y proyectos turísticos y de energía que generan empleos.
Se busca que no deban abandonar el lugar pero, por ahora, dejó claro que algunos dueños de proyectos reconstruyen sin permiso municipal.