El presidente de la República, Rodrigo Chaves, llegó este sábado por la tarde a San Juan de Dios de Desamparados para visitar los barrios que resultaron afectados por las inundaciones del viernes.
En una transmisión hecha por la Presidencia, que lo siguió paso a paso en el periplo, se escuchó a Chaves en una casa cuando empezó a decir: “¿Dónde está el ministro de Seguridad? Tenemos que hacer un operativo inmediatamente”.
Luego, salió Chaves a la lluvia, con un impermeable y una gorra azul con el escudo nacional, y con el agua muy por encima de sus tobillos. En ese momento, empezó a preguntar de nuevo: “¿Quién está de comando de la Fuerza Pública?”. Mientras un vecino le contaba su situación, hizo un llamado a evacuar.
Vamos a traer la Fuerza Pública ya, anunció de nuevo Chaves, para emprender de nuevo el camino y decir: “Tengan la seguridad de que vamos a actuar lo más rápido posible. Lo siento mucho”.
En una especie de centro operativo de emergencias instalado de última hora, en media calle, Chaves preguntó cuánta gente vive en esas casas.
“Fuerza Pública tiene que estar aquí”, dijo de nuevo el presidente y exigió: “Demos la orden ya de cierre de aquella calle y que solo buses puedan entrar a llevarse la gente”.
“Llamemos al ministro Torres, llámelo usted”, ordenó el mandatario a la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, y luego reiteró: “Aquí tiene que estar Fuerza Pública ya, evacuando gente con buses”.
Chaves empezó a decir que también se debe revisar a dónde llevan a la gente y, cuando alguien le comentó que el salón comunal de San Juan de Dios tenía espacio disponible, respondió: “No, por eso; yo lo que necesito saber es dónde están los buses, el transporte para la gente. Si son 15 casas, estamos hablando de 70, 80 personas”.
Como el agua arreciaba en medio de las gestiones, alguien sugirió irse a una iglesia cercana y el presidente aceptó. “Vamos a la iglesia para arreglar y dar órdenes”, dijo.
Apenas llegó a la iglesia, el presidente se deshizo del impermeable y la gorra y, junto al presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Alejandro Picado, intentaba hacer llamadas y resolver otros asuntos, entre ellos, el transporte de las personas por evacuar con buses.
Luego de haber preguntado insistentemente por el ministro Jorge Torres, Chaves tomó su teléfono y lo llamó él mismo, para decirle: “Vea, don Jorge, me urgen dos cosas, efectivos de la Fuerza Pública para que nos puedan evacuar a 20, 25 familias que están en situación crítica, porque ese río está por desbordarse”.
En ese momento, abrió el altavoz del micrófono y Torres le preguntó dónde era; entonces, el presidente le dijo que era en Calle Areneros y le preguntó cuánta gente iba a enviar.
En el altavoz, se oía al ministro decir que enviaría de 50 a 100 hombres y el presidente dijo que los enviara “como quien tiene que salvar la vida propia porque es la vida de otra gente”.
Además de la gente que ya estaba en el lugar, en ese momento llegó el diputado liberacionista Gilberth Jiménez, exalcalde de Desamparados, diciéndole que no se olvidara de Aserrí y Chaves cerró la llamada con Jorge Torres.
Cuando ya Torres tenía la orden de actuar, apareció en escena un representante del comité local de emergencias de San Rafael Abajo, quien le planteó a Chaves tal cantidad de asuntos por resolver que el presidente incluso lo tomó por los hombros y, unos minutos después, le dijo: “Calmita, calmita, yo sé que la situación es desesperada”.
El vecino le dijo que hay problemas con la Municipalidad de Desamparados y la Comisión Nacional de Emergencias y que no hay una bolsa de arroz ni de sal para el comedor.
“La respuesta es desde hace tiempo, son 24 horas, es de moverse”, dijo el hombre, y Chaves le respondió: “¿Y qué estamos haciendo?”. Entonces el hombre siguió y dijo: “Ya hicimos la cena para la gente de La Tabla y Areneros”.
En un intercambio entre el presidente y el vocero de la comisión local, este último dijo que Raúl Rivera estaba coordinando acciones desde ayer, y Chaves preguntó: “¿Quién es Raúl Rivera?” y el hombre le contestó que era el director regional de la Fuerza Pública.
La coordinación siguió con intercambios sobre reparto de comida, presencia de policías y la insistencia del hombre para que fuera y viera lo que se está haciendo. “Lo invito a que vaya ahorita para que usted lo vea con sus ojos, que usted vaya y lo vea, por favor, se lo pido ahorita”, y en ese momento Chaves le pidió calma.
“Vea, por eso vine yo, mire, si yo ando igual de mojado que usted, aquí somos democráticos con el agua”, acotó el mandatario.
Cuando el diputado Gilberth Jiménez le mostraba al presidente fotos de material que había caído al río y que generaba problemas, Chaves dijo: “Mire, don Gilberth, no se nos debe morir una sola persona”.