Este fin y principio de año los vecinos de Desamparados y alrededores han sentido un enjambre sísmico que registra al menos 14 temblores entre el miércoles 30 de diciembre a las 6:25 a. m. y este sábado 2 de enero.
Aunque han sido de magnitudes pequeñas, entre 2,5 y 3,2, hay reportes de haberlos sentido en Desamparados, Alajuelita, Acosta, Curridabat y San José.
De acuerdo con Leopold Linkimer, sismólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), hasta el momento el temblor más fuerte de este enjambre ocurrió la noche de este viernes 1.° de enero a las 11:27 p.m., con magnitud de 3,2.
Han sido intensidades bajas, pero generan cierta alarma porque se percibe como una especie de retumbo donde las casas, los objetos y los techos vibran, lo que llama la atención. “Yo vivo en Curridabat y sentí el de magnitud 3,2”, afirmó Linkimer.
“No sería una sorpresa que tengamos más temblores pequeños en esta zona. Los epicentros se localizan en la zona urbana de Desamparados y en dos de los casos en el propio cementerio de ese cantón”, acotó.
Las profundidades han estado entre cinco y 11 kilómetros de la corteza terrestre y la mayoría han ocurrido de noche.
Por su parte, Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), dijo que al desencadenarse la actividad sísmica en una parte de la falla, se pueden esperar otros temblores como parte del enjambre.
“El retumbo solo se escucha por parte de quienes están muy cerca de la fuente y cuando se trata de sismos someros o muy superficiales. La caída de esfuerzos es grande y se generan aceleraciones cuya onda sísmica se va propagando y al momento de llegar a la superficie todavía lleva mucha energía y se transforma en una onda sonora”, afirmó Protti.
Falla es parte de un gran sistema
En esta zona la falla más cercana es la Río Azul, de unos seis kilómetros de longitud, la cual pertenece al sistema de fallas Aguacaliente que va desde el sur de San José hasta las faldas de los volcanes Irazú y Turrialba.
“Los temblores recientes podrían estar relacionados con esta falla o con otra que no conozcamos y que sea paralela, pero, por el momento, la falla conocida más cercana a los epicentros es la Río Azul”, explicó Linkimer.
El científico dijo que ese fallamiento tiene un potencial sísmico para generar un terremoto de magnitud entre 5,6 y 6,1, es decir, similar al que ocurrió en Cinchona de Alajuela el 8 de enero del 2009.
En agosto del 2019 hubo otro enjambre entre el centro de Desamparados y el sur del Parque de la Paz, donde la actividad se mantuvo por varios días y luego cesó.
Para Marino Protti es difícil asociar el enjambre con una falla particular, pues son muchas las que existen en la zona y la separación entre ellas es muy pequeña.
El Ovsicori ha recibido reportes de que al menos seis de los recientes temblores han sido sentidos por la población, de forma leve.
Protti dijo que la gran mayoría de los enjambres sísmicos del país se quedan solo con sismos pequeños en un periodo corto de tiempo.
Añadió que todavía es temprano para ver cómo va a evolucionar este enjambre, pues la sismicidad se sigue suscitando.
Ambos científicos recordaron que en otro segmento del sistema de fallas Aguacaliente, que pasa por el sur de Cartago, se originó el terremoto de 1910 en la Vieja Metrópoli, que es el más destructivo y con más víctimas en los registros del país.
“No significa que algo así va a ocurrir ahora, pero hay antecedentes por actividad que comenzó con sismos en Desamparados y Aserrí, los cuales se propagaron hasta ese terremoto en Cartago”, dijo Protti.
Red sofisticada
El Ovsicori tiene en la actualidad 100 estaciones sismográficas de banda ancha en todo el país.
De los 12.739 temblores localizados durante el 2020, solo 191 fueron reportados como sentidos a través de las redes sociales y la página web del Ovsicori.
Durante el año recién concluido solo hubo 17 movimientos sísmicos con magnitud local mayor o igual a 5. El más fuerte tuvo una magnitud de 6,2, y ocurrió el 24 de agosto a las 3:51 p. m. frente a la costa de playa Hermosa, en el cantón de Garabito, Pacífico central, una de las regiones sísmicamente más activas del país.