Vulcanólogos de la Red Sismológica Nacional (RSN) se han dado a la tarea de investigar las causas del brusco cambio en el color del agua en la laguna Hule, ubicada 11 kilómetros al norte del volcán Poás.
La variación en el tono ocurrió entre jueves 11 y viernes 12 de diciembre. Ese último día, los vecinos alertaron a las autoridades de lo acontecido.
Raúl Mora Amador, de la RSN, explicó que, por el momento, no pueden emitir un criterio sobre lo que sucedió, pero estimó que podría ser una secuela de un deslizamiento en el fondo del lago o de un temblor.
Agregó que, cuando tomaron muestras del agua para analizarla en el laboratorio, encontraron varios peces muertos.
Gabriela Rojas Alfaro, una vecina de la laguna, que está en la jurisdicción de Cariblanco (Alajuela), resaltó que lo único anormal en la zona es que ha estado lloviendo mucho.
Agregó que su familia le contó que hace unos 10 años ocurrió algo similar. En esa ocasión, murieron los peces del lago.
Área protegida. La laguna Hule forma parte del Refugio Vida Silvestre Bosque Alegre, que incluye otros dos lagos: el Congo y el Bosque Alegre.
La de Hule fue formada durante una antigua erupción volcánica de hace unos 6.200 años. Mide unos 1.150 metros –cerca de 54 hectáreas– y tiene 23 metros de profundidad, según un informe de Raúl Mora, Gino González Ilama y Carlos Ramírez Umaña, de la RSN y del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas (CICG) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
En el documento se detalla que el agua es cristalina y que tiene una temperatura promedio de 22 grados Celsius. Asimismo, destacaron que el lago posee una cantidad significativa de dióxido de carbono (CO2), que está disuelto y proviene del fondo del sistema hidrotermal magmático.
“Estos lagos son llamados tipo Nyos, porque liberan al menos 100 toneladas de CO2 de manera difusa a la atmósfera. Por lo general, ese CO2 se acumula en el fondo, pero en determinado momento se da un volteo de las capas y se genera la liberación del gas a la atmósfera. Un signo de ese volteo de capas es el cambio brusco en la coloración de estos lagos”, detalló el reporte científico.
En el año 1986, en Camerún (África), el lago Nyos liberó, precisamente, una gran cantidad de CO2 y ocasionó la muerte de 1.700 personas. Por esa razón, la laguna Hule es sometida a una estricta vigilancia, detalló el comunicado de prensa de la RSN.