Un sobrevuelo realizado por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), en la zona afectada por los deslizamientos que el domingo dañaron unas 200 casas y otras estructuras en Río Claro de Guaycará, Golfito, deja ver que una simple lluvia podría generar nuevas emergencias.
Dos días secos, después de las lluvias de 200 litros por metro cuadrado caídas el domingo, han permitido a las autoridades y vecinos ver la dimensión de lo devastado y evacuar a personas que estaban en 119 viviendas afectadas, quienes mayoritariamente están en casas de familiares, pues solo 30 duermen en el albergue habilitado en el salón comunal de Río Claro.
Avalancha sepultó casas, animales y caminos
Sobrevuelo en la zona revela muchos puntos inestables.
FUENTE: CNE Y MUNICIPALIDAD DE GOLFITO . || w. s. / LA NACIÓN.
“El problema es que todavía hay material inestable y una lluvia normal, que podría caer en cualquier momento, sería suficiente para que se dispare un nuevo deslizamiento o parte del material que todavía está acumulado en el cauce” afirmó Lidier Esquivel, jefe de Mitigación de Riesgos de la CNE.
Esquivel no descarta que buena parte de las viviendas afectadas no podrán volver a ser ocupadas por sus dueños, debido al riesgo que corren y a lo inestable que quedó el terreno.
Añadió que esta semana tendrán el informe sobre el grado de inestabilidad que presentan esas laderas y de eso depende la reubicación de las casas.
“El daño es importante. El volumen en las partes bajas deja ver que bajó mucho material con velocidad y fuerza. Es una ladera de mucha pendiente que cae súbitamente a un valle”, dijo Esquivel.
Los mayores daños estuvieron en poblados al lado izquierdo de la Interamericana Sur, en sentido San José - Paso Canoas, es decir, al sector opuesto de la vía que lleva al Depósito Comercial de Golfito. Esta última zona no tuvo mayor afectación.
Mucho material
El alcalde de Golfito, Elberth Barrantes afirmó que rehabilitar el único camino que conduce a zonas como Los Ángeles y La Lucha llevará varios días, pues hay derrumbes muy grandes con piedras, palos y barro que desbordaron ríos y quebradas, cuyas aguas corrieron por terrenos aledaños y fincas.
El funcionario indicó que las primeras evaluaciones dejan ver que muchas familias, además de los daños en sus casas y algunos vehículos, perdieron enseres, electrodomésticos, animales como cerdos, vacas, cabras y gallinas.
Algunos pequeños cultivos de palma fueron afectados; también fincas de extranjeros que se habían asentado en esa zona por la tranquilidad que ofrecía y la vista a las montañas desde un valle rodeado por ríos y quebradas.
Las pérdidas son cuantiosas y el Comité Municipal de Emergencias, con apoyo de entidades gubernamentales, se integraron en la atención en la cuenca del río Lagarto, que es la más afectada por las avalanchas y todavía este martes estaba sin servicios de agua y electricidad, pues las cuadrillas no tenían acceso.
“Por tratarse de un área poco habitada y por milagro de Dios no hubo pérdida de vidas humanas, pero el movimiento de tierras fue grande”, afirmó el alcalde.
Unas 30 familias tuvieron que ser evacuadas por trillos entre fincas y se les brindó alimentos, espumas y cobijas.
"Los deslizamientos son grandes y varias personas en el sector de La Lucha y Lagarto, hemos escuchado retumbos. Ayer (lunes) por la tarde la tierra siguió moviéndose hacia abajo, por lo que varias familias tuvieron que desalojar sus casas”, afirmó Ana Yanci Jiménez vecina de la Lucha.
Hay familias en donde todos sus miembros han salido y se han quedado los hombres cuidando sus viviendas y pertenencias. Las ayudas por la comisión local de emergencias incluye diarios, comidas y colchonetas.
Los afectados buscan entre los escombros y barro algunos artículos que pudieran rescatar, así lo mencionó Ana Corrales, una de las afectadas.”Es triste ver cómo en tan pocos minutos perdimos todo lo que con tanto esfuerzo, en años pudimos, construir“, mencionó la mujer, que es madre de tres hijos, en medio de lodo y escombros en los que quedó su casa.
Los barrios que están en la parte baja de Río Claro, al lado de la Interamericana, llamados Los Morenos y La Luz del Mundo, fueron rehabilitados. Ahí las inundaciones afectaron 80 casas. Sin embargo todavía el Ebáis sigue cerrado, pues continúan las labores de limpieza.
“Aquí la mayoría de medicamentos y equipos se perdieron, pues el agua alcanzó más de un metro de altura”, dijo Rodrigo Monge, funcionario del Ebáis.
El alcalde explicó que cuadrillas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados esperan recomponer el acueducto en las próximas horas.
“La escuela de Lagarto quedó severamente afectada y por eso no hay clases. El Ministerio de Educación deberá valorar dónde va a llevar a esos niños a recibir lecciones”, dijo.
Dos barrios como Los Ángeles y Lagarto Arriba siguen incomunicados, pero las familias fueron evacuadas hacia el albergue y casas de familiares.
El riesgo principal es que llueva y el deslave siga, por eso ya se notificó a los que viven en zonas vulnerables, puntualizó.
Colaboró el corresponsal Alfonso Quesada.