“Era muy poco lo que había adentro (de pólvora). Era algo para nosotros, para el 31 (diciembre). Mi papá le regalaba a familiares, pero no era una cantidad grande. No sé cómo ocurrió, si fue algo de corriente o algo de los mismos fuegos artificiales, porque eran fuegos artificiales. Siempre nos organizamos con familiares y les regalamos. A todos nos gustaba eso y mi papá se dedicaba a darle a cada uno”.
De esa manera explicó Viviana Segura Flores el motivo por el cual había pólvora en una casa en la urbanización Villas del Sol en Pitahaya de Aguacaliente, Cartago, donde una explosión provocó la muerte de su padre, José Alberto Segura Hernández, de 55 años, la tarde del martes. En el estallido resultaron con graves quemaduras otros tres hombres de 22, 30 y 36 años y, por efecto de la onda expansiva, hubo daños en nueve viviendas.
“Hay muchos rumores de cosas que no son ciertas, pero sí, a mi papá le gustaba mucho la pólvora. Él era una persona muy trabajadora, que laboraba en construcción todo el año”, dijo Viviana Segura.
‘No sé cómo estamos vivos’
La hija relató que, cuando sucedió el estallido, su papá, un tío, un primo y un amigo estaban al fondo de la vivienda, mientras que ella, su hija de diez meses y su madre, en la cocina.
“No sé cómo estamos vivos porque todo nos cayó encima. Mi mamá sí está muy golpeada. A mi bebé no le pasó nada y yo con una quemadura en el pie y golpes”.
Viviana Segura prefirió no referirse en detalle a esas “cosas que no son ciertas”, pues insistió en que lo que su papá tenía en la vivienda eran fuegos artificiales que están permitidos y eran para uso familiar y de amigos.
Bomberos no duda de que había fábrica
Andrés Hernández Ramírez, del área de Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos, dijo que, por las evidencias encontradas en el lugar, no hay duda de que allí funcionaba una fábrica para elaborar artefactos explosivos que están prohibidos.
“Tenemos que, en un espacio cerrado de unos 15 metros cuadrados, se desarrollaba una actividad inapropiada. El manejo de pólvora requiere de medidas de seguridad: un área que esté aislada, abierta para que no se concentren vapores, sin energía eléctrica o con un sistema debidamente certificado antichispa.
“Aquí hemos encontrado colillas de cigarro, lo cual suma un riesgo doble. Gente que no conoce tiene un producto sumamente riesgoso y puede desencadenar situaciones como esta. Este no es un hecho aislado. Tenemos comunidades en donde fabrican pólvora, aquí mismo en Cartago, en Alajuelita, en Patarrá; ya hemos atendido hechos en otros años y luego la almacenan en casas para ponerlas en venta, es repetitivo todos los años”, señaló Hernández.
Como parte de las evidencias de la fabricación, en el lugar se encontraron recipientes para guardar el producto, una romana en la cual se pesa la cantidad de pólvora que se coloca en un envoltorio, y cerca de 40 cartuchos de lo que llaman cuartos de dinamita, listos para ser empacados.
Daniel Calderón director de la Fuerza Pública en declaraciones que brindo a Telenoticias de canal 7, dijo que no tenían reportes de que en esa vivienda en Aguacaliente de Cartago se manipulara de manera ilegal pólvora. Empero, añadió que, después de la explosión, ingresaron varias llamadas al Sistema de Emergencia 9-1-1 informando que en esa casa se realizaba la actividad.
Secuelas del estallido
El Cuerpo de Bomberos informó de que el avance de la investigación sobre lo ocurrido en Cartago se hace de manera muy minuciosa. Inicialmente, se tiene que el estallido principal lo ocasionó un recipiente que contenía el detonante. Todavía se desconoce cuál fue la cantidad que hizo estallido, pero podría ser de más de cinco kilos.
La onda expansiva afectó construcciones ubicadas a unos 75 metros de distancia, provocando debilitamiento en estructuras, rompimiento de vidrios, destruyendo techos, cielorrasos y paredes.
Andrés Hernández explicó que se generó un incendio que afectó un área aproximada de unos 50 metros cuadrados.
En cuanto al estado de salud de las personas con quemaduras, Guillermo Mendieta Ramírez, subdirector del Hospital Max Peralta de Cartago dijo que uno fue llevado al Hospital San Juan de Dios con afectación e un 90% de su cuerpo, otro al Calderón Guardia con quemaduras en un 60% y uno permanece en el Max Peralta con un 12% del cuerpo lesionado. Agregó que, el martes, se atendieron a otras cuatro personas, entre ellas a una bebé de 10 meses; presentaban algunos golpes y todos fueron dadas de alta.