El pronóstico inicial sobre la temporada de huracanes del Atlántico prevé que estará levemente por encima de lo normal y se estima que entre 16 y 23 fenómenos alcanzarán la categoría de ciclón, cuando lo normal son 14 cada año. Los tres primeras tormentas tropicales se llamarán Alex, Bonnie y Colin.
Eladio Solano, jefe del departamento de Meteorología Sinóptica y Aeronáutica del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), explicó que entre cuatro y siete de las tormentas tropicales llegarán a categoría de huracán con vientos de hasta 177 kilómetros por hora y de ellos, uno o dos serán huracanes mayores (de 178 a 250 km/h o más). De igual forma, uno o dos eventos podrían atravesar u originarse en el mar Caribe. Esa temporada va de junio a noviembre.
No se puede prever ni descartar que alguno de los ciclones incida de forma directa o indirecta en el istmo, por lo que el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexander Solís, afirmó que la organización, por medio de los comités locales de emergencias y alimentada por los datos del IMN, permanecerá lista para cualquier eventualidad.
El año pasado ningún ciclón nos afectó; sin embargo, no necesariamente se ocupa una tormenta tropical o un huracán, pues en Turrialba un temporal devastó en julio del 2021 gran parte del centro de ese cantón cartaginés y también hubo fuerte afectación en el Caribe central y sur.
Según Solano, aunque los huracanes, por su capacidad destructiva, son los fenómenos que más se deben monitorear, existen otros eventos que pueden generar emergencias como la de Turrialba, que no se veía desde hace 50 años.
Agregó que el IMN va a estar muy atento a lo que los modelos de predicción muestren y a los análisis locales, para anticipar cualquier situación como la de Turrialba, pues no descarta que algo así pueda presentarse de nuevo en algún punto específico del país.
Pronósticos aterrizados
El director general del IMN, Werner Stolz, afirmó que los fenómenos hidrometeorológicos muestran un incremento acelerado.
Anunció que partir de mayo esa institución busca mejorar los pronósticos para que en lugar de decirle a la ciudadanía cuánta lluvia va a caer, se le diga qué impacto van a generar esas precipitaciones. “Esto es muy importante, porque así las personas no solamente perciben esos números en cantidades de lluvia, sino que los ven traducidos a algo que le sirva en su vida cotidiana para tomar decisiones”, acotó.
Al mismo tiempo pidió a la CNE asumir el reto de que los sistemas de alerta temprana bien conformados, como los de Upala y Sarapiquí, lleguen a toda la geografía nacional.
“Para prevención se necesita un buen pronóstico del tiempo”, dijo el científico. Ese pronósitico debe llegar al sistema nacional de riesgo y a las comunidades, de modo que se puedan tomar buenas decisiones. Para ello insiste en que se brinden al IMN los recursos económicos para ampliar y dar mantenimiento a la red de estaciones, que son la base fundamental de los pronósticos.
Alexánder Solís, presidente ejecutivo de la CNE, afirmó que en el país existen 1.400 zonas vulnerables, por lo que llamó a las comunidades a integrarse con los municipios y entes de gestión de riesgo para ensayar acciones preventivas mediante simulacros, pues las personas deben saber cómo actuar ante una emergencia.
Los fenómenos por lluvias impactan regularmente el territorio nacional y afectan en primera instancia a muchas áreas productivas del país; sin embargo, a veces dañan estructuras y generan muertes. Alrededor del 85% de las emergencias atendidas por la CNE están relacionadas con este tipo de eventos.
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Cercana transición a lluvias
En cuanto a la temporada lluviosa de este 2022, que comenzará este fin de semana en la zona fronteriza con Panamá y llegará el 5 de mayo al Valle Central, Eladio Solano destacó que será fuerte en sus inicios durante mayo y junio, pero luego vendrá una pausa, pues se prevé que las canículas, que son unos días secos en medio de la estación lluviosa, se van a presentar en julio y agosto, principalmente en el Valle Central y el sector costero de Guanacaste.
Recordó que el año pasado fue muy irregular, pues en algunas zonas de Guanacaste, Golfito y el Caribe tuvieron déficit de precipitaciones, mientras que otras como Upala y Los Chiles estuvieron arriba de lo normal
Los datos fueron suministrados este miércoles por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) con motivo del Día Meteorológico Mundial. Bajo el lema “Alerta temprana y acción temprana”, la Organización Meteorológica Mundial exaltó el riesgo de desastres y cómo la información hidrometeorológica y climática contribuye a reducirlos.
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FUENTE: IMN || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.