Las lluvias no cesan. Para este miércoles se prevé que la onda tropical N.° 44 de la temporada atraviese Costa Rica, lo cual implica aguaceros propios de la época serán reforzados durante la tarde y noche en el Pacífico sur.
La zona de convergencia intertropical está posicionada sobre el sector central y norte de nuestro territorio, lo que estará provocando precipitaciones fuertes en la vertiente del Pacífico, principalmente durante tarde de este martes, informó el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Entre jueves y domingo se vislumbra un incremento en la presión atmosférica en el norte del mar Caribe. Consecuentemente, habrá un leve incremento en los vientos alisios sobre Guanacaste y en menor medida en el Valle Central; con posibles ráfagas moderadas entre 20 a 50 km/h en el norte del territorio nacional, dice el IMN.
El efecto del viento traerá mayor cobertura nubosa y lluvias en el Caribe y zona norte, al mismo tiempo que disminuye la humedad y las precipitaciones en el Pacífico norte y el oeste del Valle Central.
El IMN informó de que el fenómeno de La Niña influye en la cantidad de lluvia caída este año. Con excepción del Caribe sur, el resto del país tiene superávit de lluvias. El mes pasado, uno de los más lluviosos del año, se mantuvo ese patrón y, por ejemplo, en el Pacífico Norte llovió un 45% más que el promedio.
Estado de situación
El impacto de las torrenciales lluvias en Alajuelita, Aserrí y Desamparados y el efecto indirecto del ciclón Julia aún se sienten en Costa Rica y la amenaza de una nueva onda tropical ya amenaza al país. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) confirmó este lunes que siguen habilitados siete albergues con 236 personas, principalmente en la región central.
De ese gran total, 138 personas, están en tres refugios en Desamparados, uno de los cantones más golpeados por las lluvias, con daños millonarios en vías, puentes y residencias.
Además, la ruta Interamericana Sur cumple 20 días cerrada, luego de deslizamientos que han caído en La Hortensia de Páramo, Pérez Zeledón. Más recientemente se han visto afectadas otras rutas nacionales como la Costanera Sur (ruta 34) que une Tárcoles con Orotina, donde el domingo se cerró por unas horas el paso y este lunes sigue con paso regulado. Lo mismo ocurrió en la ruta que comunica Mora con Puriscal, pues en Quitirrisí de Mora también hay paso regulado.
Hay 500 familias en 46 barrios de Golfito a las que se les distribuyen diarios, debido a que muchas aún están sacando barro de sus casas y perdieron casi todo lo que tenían debido al temporal generado por el efecto indirecto del huracán Julia.
Freiner Lara, alcalde de ese cantón de la zona sur, dijo que todavía hay 62 personas en dos albergues. No han podido volver a sus casas, pues sufrieron graves daños por las crecidas del río Claro, cuyo dique se rompió y por ahí corrió el agua que inundó gran parte de fincas y barrios como La Esperanza, las Viquillas, Bambel y otros.
Añadió que la maquinaria sigue trabajando en el cauce del río Claro, con el fin de evitar que cuando llueve se desborde, pues fue hasta la noche de este domingo que dejó de rebalsarse. “Pareciera que los trabajos que se están haciendo para tapar los cinco puntos, están dando resultado. Gracias a Dios ayer, a pesar del fuerte aguacero que cayó a las 5 p. m., las casas no sufrieron afectación”, dijo Lara.
Alberto Cole, alcalde de Osa, dijo que sigue dañado el camino a Drake, donde falta arreglar un puente cerca de las comunidades de Agujitas y Planes, mientras que el camino que une Ciudad Cortés con Colinas de Buenos Aires también está destruido y no hay paso. La comunidad de Sinaí está totalmente aislada, pues el camino quedó destrozado.
Un recuento de casas afectadas por las inundaciones revela que fueron 367 en ese cantón, de las cuales entre 15 y 20 quedaron inservibles cuando el río Térraba inundó 20 cuadras, incluida la casa de Cole, donde dice que todavía encuentra “lloraderos” de agua en paredes y pisos.
Añadió que durante la crecida ocurrida en el temporal, se pudo notar que el dique que construye la CNE salvó al cantón de daños mayores. “Aunque solo está la primera de tres etapas, se vieron buenos resultados”, explicó Cole.
Días atrás la maquinaria recogió escombros y materiales arrastrados por el río, de modo que los albergues de ese cantón fueron cerrados y la gente volvió a sus viviendas. En total, unas 3.000 personas fueron afectadas y actualmente a muchas familias se les ayuda con diarios, mientras logran recuperar sus actividades.
En el agro hubo pérdidas en cultivos de arroz, maíz, plátanos, tubérculos y granjas avícolas, por lo que se envió el inventario de daños al Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Dos fallecidos por lluvias y alud y tres golpeados por rayo
En otros incidentes derivados de fenómenos meteorológicos, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) identificó como Uriel Hidalgo Duarte, de 54 años, al vecino de Pozos de Santiago, cantón de Puriscal, en cuya vivienda cayó un deslizamiento de tierra que lo sepultó la tarde del domingo.
El OIJ no ha identificado aún a otro hombre que murió a las 3:25 p. m. cuando cayó a una alcantarilla frente a la agencia de autos MG sobre la vía principal de La Uruca. Tenía entre 40 y 55 años. Testigos vieron cuando el agua lo arrastró más de 100 metros hasta una alcantarilla subterránea, de donde fue extraído por socorristas, pero ya estaba sin vida.
Por su parte, el director del Hospital San Carlos, Edgar Carrillo, informó este lunes que los tres pacientes que la Cruz Roja trasladó a ese centro médico desde Guatuso, podrían dejar el hospital en las próximas horas, pues evolucionan muy bien.
Se trata de una pareja y su hija de tres años, alcanzados por la onda expansiva de un rayo la tarde del domingo. “Los tres se encuentran en observación. A la mamá y a la niña en cualquier momento se les da el egreso, porque están estables. Al papá se le están haciendo exámenes y cuando salgan con resultados normales se le dará la salida. Se descartó que el hombre, de 45 años, tuviera algún problema cardíaco. Básicamente se encuentra bien”, dijo el médico.
Colaboró: Edgar Chinchilla, corresponsal