El informe final de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) sobre el deslizamiento que tuvo lugar, en julio anterior, en el Parque Nacional Juan Castro Blanco, dejó en una situación crítica a familias de Aguas Zarcas y zonas vecinas de San Carlos. De manera repentina, 11 de ellas recibieron órdenes sanitarias del Ministerio de Salud para abandonar sus casas.
El 18 de setiembre, un grupo de afectados se presentó en la sesión ordinaria del Concejo Municipal de San Carlos para exponer la realidad que enfrentan. Según su testimonio, la zona de riesgo es tan amplia que incluye el casco central Aguas Zarcas, un distrito en el que viven 26.000 personas. Además, se mantiene en alto riesgo gran parte del distrito Palmera y algunas fincas cercanas al río Kopper, en Cutris.
Esteban Valenciano Gutiérrez, de 40 años y residente de Aguas Zarcas desde hace 12 años, habló en nombre de los afectados. Él, junto con su esposa y sus cuatro hijos menores, fue notificado de que debe abandonar la zona, lo que afecta profundamente su vida y su emprendimiento en una finca de crianza de porcinos, muy cerca de donde corrió el barro el pasado 23 de julio.
Valenciano solicitó incluir a los vecinos en las mesas de diálogo, para conocer a fondo los criterios de la CNE a la hora de definir las áreas de alto riesgo. Él considera necesario reevaluar los criterios utilizados para determinarlas. Argumentó que si se aplicara la misma metodología en las zonas cercanas a los cerros en San José, más de la mitad de la provincia capitalina estaría en zona roja. Propuso que se realice un estudio adicional.
Según Valenciano, la CNE hizo el informe en tres semanas, mientras que el geólogo Allan Astorga les ha indicado que se requerirían al menos 12 semanas para producir un informe preciso sobre la situación del deslizamiento y las áreas de riesgo, así como las posibilidades de futuras afectaciones.
El Ministerio de Salud entregó 11 órdenes sanitarias de declaración de inhabitabilidad a casas y propietarios registrales de estructuras ubicadas en área de amenaza alta dentro de la zonificación del río Aguas Zarcas, en el distrito del mismo nombre.
El finquero dijo que lamenta que se emitan órdenes de desalojo sin considerar adecuadamente las circunstancias personales de quienes han invertido toda una vida en sus hogares y emprendimientos y a quienes se les exige salir sin auxilio alguno.
Señaló que muchas personas viven con miedo y se esconden de las autoridades, debido a la amenaza de desalojo y a la falta de soluciones reales. Destacó que algunos tienen deudas y unidades productivas que no pueden dejar a merced de la delincuencia.
Explicó a los regidores que el impacto del informe es “desmedido”, ya que inversionistas, compañías de seguros y bancos reducen el valor de proyectos y propiedades en las zonas de riesgo. Además, los propietarios tienen dificultades para obtener créditos para proyectos en Aguas Zarcas, el segundo distrito más importante en San Carlos.
Además de las órdenes sanitarias del Ministerio de Salud, el departamento de Inspección del Municipio detectó incumplimientos en la construcción de 35 fincas cerca del río. Valenciano alegó que si se realizaran inspecciones similares en todo el cantón, se encontrarían incumplimientos similares en más de la mitad de las casas.
Después de escuchar a los afectados, el Concejo Municipal aprobó una moción para solicitar a ese ministerio que suspenda la entrega de órdenes sanitarias de desalojo, al tiempo que el municipio se comprometió a detener las órdenes de demolición, mientras se realizan las respectivas investigaciones.
CNE deja varias zonas en alto riesgo
Aguas Zarcas y La Palmera son los distritos más afectados
FUENTE: CNE || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Fue un gran deslizamiento
El deslizamiento que ocurrió el 15 de julio de 2023 en la subcuenca del río Aguas Zarcas marcó el comienzo de una pesadilla para los residentes. La CNE lo consideró el desprendimiento más significativo de la historia reciente, con más de 70 hectáreas afectadas, lo que generó alrededor de 40 avalanchas que descendieron por el río Aguas Zarcas y afectaron tierras en los distritos de Aguas Zarcas, Palmera y Cutris.
Según el informe, este desprendimiento al inicio era de solo milímetros por año en la montaña. Al ver lo ocurrido en julio, algunos lugareños informaron que habían visto senderos que desaparecían periódicamente en la parte alta de la montaña, y finalmente ocurrió el gran desplazamiento del que tampoco hubo signos en un estudio privado realizado para la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca), en el 2021.
Los geólogos de la CNE, Julio Madrigal y Lidier Esquivel, explicaron que laderas estables pueden colapsar de manera imprevista debido a cambios en la superficie, sismicidad, flujos de agua subterránea, cambios en la resistencia del suelo y otros desequilibrios, generalmente desencadenados por lluvias prolongadas o eventos extraordinarios.
Al activarse el deslizamiento en la ladera de la quebrada Oro, se movilizaron suelo, rocas y árboles hacia abajo, obstruyendo el cauce del río Aguas Zarcas en su parte superior. Los suelos saturados por lluvias anteriores y los troncos de árboles deslizados favorecieron la fuerza del material que descendió. La cobertura boscosa en las orillas fue destruida, dejando taludes erosionados y diques socavados.
Cerca de Palmera se formó un tapón hidráulico y de troncos que no afectó directamente la infraestructura ni las viviendas, pero amenazó a algunas familias. Las lluvias posteriores lo arrastraron días después de forma natural. Otro tapón similar se formó cerca de las comunidades de Hebrón y Kopper en Cutris, generando preocupación entre los residentes.
La CNE advirtió que el área donde se originó el deslizamiento tiene una alta probabilidad de experimentar nuevos procesos de inestabilidad en caso de lluvias fuertes y sismicidad local.
Por esta razón, insistió en que los mapas de amenaza elaborados deben ser una herramienta fundamental para la planificación del territorio a futuro, tanto en las zonas montañosas como en las áreas bajas donde vive la población.
El 23 de julio, en un evento derivado del deslizamiento principal, en la Calle Carvajal, muchas estructuras resultaron impactadas por lo que tuvieron que ser demolidas, situación que se repitió en las partes bajas de Calle Hernández, cerca del río.
El 26 de julio, un avión King Air 250, del Servicio de Vigilancia Aérea, confirmó la presencia de grietas en la zona debido a la descompresión del suelo. La amenaza de inundación por flujos de lodo en las partes bajas representa uno de los impactos más significativos. Por ello, la CNE propuso al municipio aplicar la normativa vigente a lo largo de la subcuenca de los ríos Aguas Zarcas, Kopper y Aguas Zarquitas.
En cuanto a las lecciones aprendidas, los geólogos Julio Madrigal y Lidier Esquivel, de la CNE, indicaron que deslizamientos como este pueden ocurrir en condiciones extremas sin señales previas. Subrayaron que el ordenamiento territorial es la única opción, a largo plazo, para reducir los daños materiales y las pérdidas de vidas en las riberas de los ríos.
Además, señalaron que las obras de protección tienen una vida útil limitada y requieren mantenimiento continuo, siendo poco resistentes ante flujos de lodo.
También advirtieron que no existe un mecanismo 100% eficaz para emitir un aviso en tiempo real sobre las condiciones en la parte alta de la cuenca.
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