Limón. Las fuertes lluvias que cayeron durante la noche del lunes hasta el amanecer de este martes obligaron, una vez más, a que 1.057 personas debieran dejar sus casas y buscar refugio provisional en 13 albergues.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) detalló, la noche de martes, que los daños abarcaban 90 barrios en 16 cantones, donde los más perjudicados eran Sarapiquí (Heredia), Siquirres, Matina, Limón, Talamanca (Limón), Turrialba (Cartago) y Guatuso (Alajuela).
Los aguaceros son ocasionados por un sistema de baja presión (se caracteriza por crear gran nubosidad con aguaceros de variable intensidad) y se generó poco después de que una onda tropical pasó por el territorio costarricense.
“La onda activó ese sistema de baja presión y eso (el temporal) se va a mantener al menos un par de días más, porque estamos esperando otras ondas tropicales (una de ellas, este miércoles)”, dijo Werner Stolz, jefe de Pronósticos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Por tal motivo, la CNE declaró, la noche de martes, alerta roja para el Caribe, Sarapiquí y Turrialba, y amarilla para el norte.
Detalles. Como ejemplo del exceso de precipitaciones, el IMN informó de que en la ciudad de Limón cayeron 179 mm de agua entre las 10 p. m. del lunes y las 8 a. m. del martes (cada mm significa un litro de agua por metro cuadrado), mientras que en todo mayo llovió 1.065 mm; es decir, un promedio de 35,5 mm por día.
Aunque durante la mañana de ayer martes la lluvia cesó y permitió que bajara el nivel de algunos ríos, las precipitaciones retornaron por la noche.
Diversos lugares de Matina, Guatuso y Pital de San Carlos permanecían anoche incomunicados porque persistía el desbordamiento de varios cauces.
En la ruta 32, el tramo que comunica San José con Río Frío (paso por el cerro Zurquí) permaneció abierto de día, pero fue cerrada por precaución a las 5:30 p. m. Las autoridades no especificaron a qué hora sería reabierto.
Según la CNE, la actual emergencia por lluvias ha significado una erogación de ¢3.500 millones, especialmente en habilitar carreteras y atender a víctimas.
Noche agitada. Freddy Altamirano, vecino de barrio Managüita, en Matina, dijo que el lunes al mediodía comenzó a llover, pero que fue hasta la noche que el agua finalmente anegó su vivienda.
Otro damnificado, Maikol Palma, vecino de Goli, también de Matina, dijo: “Aquí estamos bien unos días y luego mal. La semana pasada llovió mucho, se mojó todo, se perdieron cosas. Limpiamos y volvió otra vez. Dejamos la casa y vamos a dormir al albergue en la noche. Las autoridades nos han dicho que salgamos, que es por nuestro bien”.
Angelita Thomas, residente en La Colina, en Limón centro, contó: “ A las dos de la madrugada me despertaron porque la casa se estaba inundando. Es algo terrible. Nos agarró de sorpresa. Las lluvias fueron muy fuertes”.
Mientras, en Guatuso, Ana Cecilia Hernández, habitante de Pataste, aseguró: “Llovió sin parar casi toda la noche y madrugada. Hace mucho no crecen tanto los ríos. Aquí subimos todo para que no se dañara, pero sí hay cositas que el agua se llevó”.