“La lluvia comenzó la noche del domingo y siguió durante la madrugada y la mañana de este lunes, a las 6 a. m. ya se había salido el río Esterito y el Estero Hondo, todas las épocas lluviosas tenemos que subir los chunches para salvar algo, porque se nos inundan los hogares y toca salvar lo que podamos”.
El relato anterior lo brindó Masiel Parrilla, vecina de Esterito de Pocosol, en San Carlos, Alajuela. Ella fue una de las afectadas por los cuatro incidentes que registró la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) este lunes en la zona norte. Los otros ocurrieron en Los Chiles y Florencia.
Manuel Obregón, otro de los lugareños, coincidió en que en los últimos años es común que se registren “llenas”, debido a que los ríos se salen, por lo que cuando comienzan las lluvias la zozobra se apodera de la comunidad.
La Comisión Municipal de Emergencias de San Carlos realizó una evaluación de los daños, por lo que los afectados esperan contar con ayuda lo más pronto posible.
Paralelamente, en Jacó de Garabito, Puntarenas, se atendieron entre la noche del domingo y la tarde de este lunes 25 incidentes por problemas del tendido eléctrico, pasos obstruidos, caída de árboles y otros materiales, así como desabastecimiento de agua y luz, estos a causa de los fuertes vientos y las constantes precipitaciones.
En el cantón porteño también hubo tormenta eléctrica y eso generó afectaciones en el suministro de electricidad y agua.
El Comité Municipal de Emergencias de Garabito atendió los eventos y con el uso de equipo especial logró habilitar los pasos; sin embargo, en las comunidades de Quebrada Seca y Quebrada Amarilla no había luz, según el último reporte de las autoridades locales, a las 4 p. m. de este lunes.
“Es importante rescatar que no hay personas heridas, solo daños materiales, y que la zona turística y comercial se encuentra operando con normalidad, ya que los incidentes ocurrieron en comunidades aledañas”, precisó el Comité, que recordó que Garabito es uno de los cantones que permanece en alerta amarilla, lo cual quiere decir que deben estar alertas y evacuar a la población de ser necesario.
En Limón, varias comunidades también reportaron afectación por las precipitaciones de la noche y madrugada. Ahí, vecinos manifestaron que es frecuente que en la temporada lluviosa haya inundaciones.
Lidier Esquivel, jefe de la Unidad de Investigación y Análisis del Riesgo de la CNE, detalló que pese a los incidentes no hay personas albergadas y recordó la alerta amarilla vigente para el litoral Pacífico y el Valle Central, así como verde para el Caribe sur.
Agregó que los suelos están “altamente saturados” y que por eso hay que permanecer alertas ante la posibilidad de incidentes en zonas de alto riesgo.