Con una inversión de ¢60 millones, aportados por el Fondo Nacional de Emergencias, la Municipalidad de Desamparados espera clarificar lo que ocurre en la zona de deslizamiento de urbanización Valladolid, en San Miguel.
El estudio está a cargo de la empresa MYV Soluciones Geotécnicas S. A., especializada en consultorías de ingeniería geotécnica y cimentaciones.
Después de la tormenta Nate, en el 2017, en Valladolid comenzó un deslizamiento que arrasó con una rotonda, postes del alumbrado y una calle al sur de la urbanización.
Todo se agudizó el 25 de julio del 2020, cuando se formaron nuevas grietas que obligaron a desalojar a unas 34 familias, que vivían en 28 casas, las propiedades quedaron inservibles al hundirse más de ocho metros.
Ahora lo que se busca es saber si el terreno va a seguir cediendo y determinar si hay forma de contenerlo, máxime que dentro de un mes llegará la estación lluviosa al Valle Central, según las predicciones del Instituto Meteorológico Nacional.
De acuerdo con Gilbert Jiménez, alcalde, la idea es tener en dos meses los resultados de las pruebas para saber si son viables las obras de estabilización y a partir de qué punto.
“Se van a determinar las condiciones y calidades del terreno, así como qué es lo que provoca todas las situaciones que se han venido dando”, dijo.
Si el estudio determina la posibilidad de salvar el terreno, el plan de inversión será presentado por la municipalidad a la CNE, para su eventual financiamiento y ejecución. El municipio fungiría como unidad ejecutora y supervisora.
Como las lluvias llegarán antes de que se tengan esos resultados, el alcalde dijo que están a la espera de que los geólogos de la (CNE) les definan si urge alguna canalización para disminuir la erosión del suelo.
Dijo que espera una pronta respuesta de la CNE, entidad que aportaría los materiales, mientras que el municipio ayudará con la maquinaria y mano de obra.
En torno a otros estudios elaborados previamente en la región afectada por el desprendimiento de tierra, Jiménez dijo que no tienen la profundidad y detalle que ofrecerán los actuales.
“Van a determinar si el deslizamiento terminó, o si hay alguna zona blanda que podría provocar mayor desprendimiento de terrenos”, afirmó el funcionario.
Añadió que la idea es devolver la tranquilidad y serenidad a los pobladores de más de 100 viviendas, muchas de ellas cercanas a la zona de riesgo.