De las dos ondas tropicales que se acercan al istmo centroamericano, la segunda fue catalogada este martes como potencial ciclón para el fin de semana, por lo que su afectación indirecta en Costa Rica podría ser más fuerte.
Las posibilidades de que esa onda se transforme en un ciclón eran de un 60%, según datos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, que fueron compartidos en el aviso emitido por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) a las 5 p. m.
La trayectoria preliminar muestra que estaría enrumbándose hacia la frontera entre Nicaragua y Honduras, similar a la que tuvo el huracán Eta el año pasado, que tanto daño causó en Centroamérica.
Sin embargo, será su evolución, en los próximos días, la que determine si ese fenómeno alcanza vientos superiores a los 63 km/h para constituirse en tormenta tropical, o si pierde fuerza y se mantiene como una onda tropical. El IMN estará informando oportunamente de cambios en las proyecciones y posible afectación sobre el país.
Roberto Vindas, del IMN, afirmó que dependerá de las condiciones que encuentre durante su avance, pero lo vigilan de cerca, lo mismo que a la onda que a partir de mañana va a afectar nuestro país, donde los aguaceros recientes han dejado ya daños cuantiosos y suelos saturados.
Los municipios, cuerpos de socorro e instituciones de primera respuesta permanecen activos y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tiene seguimiento constante a lo que ocurre.
Según esa entidad, fueron 105 los incidentes atendidos por las lluvias entre la tarde y noche del lunes, las cuales afectaron 30 cantones.
Los dos albergues, uno habilitado el domingo en La Isla de Moravia, con 13 personas, y otro abierto este lunes en Santa Cruz de Guanacaste, con 12 personas, siguen en funcionamiento para evitar riesgos a las familias movilizadas.
En la madrugada de este martes fue la península de Nicoya, la que tuvo aguaceros más fuertes.
Según el IMN la estación situada en San José Pinilla de Tamarindo, Guanacaste, registró más de 200 litros por metro cuadrado, caídos en 24 horas, mientras que la estación de Parrita marcó 186.
Se trata de montos focalizados, pero muy altos, mientras que en Herradura de Jacó, cantón de Garabito, cayeron 80, según los datos preliminares. En el Caribe norte fueron 110 litros por metro cuadrado y 73 en Naranjo, Alajuela.
Material inestable en cerro
El alcalde de Desamparados, Gilbert Jiménez, afirmó este martes que unas 60 casas fueron anegadas y dos de ellas quedaron con daños estructurales por las fuertes lluvias de la tarde y noche de este lunes.
Destacó que, luego de un sismo moderado ocurrido el 20 de julio en Higuito, hubo un importante deslizamiento en el cerro El Tablazo, por lo que el material quedó expuesto a las fuertes lluvias y este lunes una cantidad muy grande bajó por los ríos y quebradas, lo que causó los anegamientos.
“Las fuertes lluvias generaron un desprendimiento fuerte de material ayer. El canal de la quebrada Reyes, que en algunas partes tiene ocho metros de ancho y seis de profundidad, se rellenó completamente, lo que da una idea de la magnitud”, dijo Jiménez.
Agregó que tuvieron que evacuar familias en varios puntos aguas abajo de esa quebrada, como Calle Piedra, Calle Valverde y el puente Morado, durante la noche del lunes.
Las familias pasaron la noche en casa de vecinos y allegados.
Además de viviendas, el agua corrió por San Rafael Arriba, por desbordamiento del río Cañas, lo mismo que en Gravilias y el Porvenir de Desamparados porque el río Damas se creció y las alcantarillas se llenaron.
En Cucubres varias casas resultaron inundadas y en San Juan de Dios se formó un represamiento importante que puso en riesgo varias zonas.
Este martes la maquinaria dragó los ríos, mientras que cuadrillas municipales limpiaron alcantarillas, para atenuar situaciones similares que puedan presentarse de aquí al fin de semana.
El alcalde recordó que el deslizamiento de El Tablazo está activo desde hace más de una década y presenta desprendimientos durante todo el año, pero que se intensifican en la estación lluviosa.
Además de lodo hay enormes piedras y algunos árboles que arrastra cuando llueve mucho.
Por su parte, Jéssica Zeledón, vocera de la Municipalidad de Garabito, Puntarenas, informó de que el comité municipal atendió la noche del lunes y durante este martes la afectación que hubo en la avenida Pastor Díaz, que es de las principales de Jacó, donde comercios y condominios tuvieron inundaciones serias.
Lo mismo pasó en casas que están cerca del río Copey, donde al menos 51 familias perdieron bienes materiales, alimentos, camas y enseres a raíz del desbordamiento de las aguas.
Añadió que se trabaja con maquinaria municipal para rehabilitar caminos afectados y se coordina la ayuda de primer impacto a las familias.
Vecinos alertan
En Turrialba, cantón cartaginés que tuvo el mes de julio más lluvioso de los últimos 79 años, el alcalde Luis Fernando León, afirma que se mantienen muy atentos con personas que viven en la partes altas de ríos como el Turrialba, Aquiares y Tuis, para que avisen si el nivel crece mucho.
“En Santa Cruz de Turrialba hay un señor que nos avisa si el cauce del río crece, porque todavía están las palas (retroexcavadoras) trabajando en dragado y hay que sacarlas”, dijo Léon.
Afirmó que la mayoría de personas que vivían en casas vulnerables ya las abandonaron y están alquilando en otros sitios, con subsidio del Instituto Mixto de Ayuda Social.
No obstante, todavía quedan zonas propensas a afectación por crecida de ríos, principalmente en La Suiza y en urbanizaciones del distrito central, como La Margot y Calle Vieja.
Según el Instituto Meteorológico, a media tarde de este martes la actividad lluviosa se desarrollaba principalmente en la península de Nicoya y el Caribe sur.
Se esperan montos de hasta 90 litros por metro cuadrado, que podrían ser superiores de forma local en otros puntos.
Arribo de primera onda
En la madrugada del miércoles se proyecta una activación de las precipitaciones en todo el país, por el arribo de la onda tropical N.° 27, mientras que la tarde del jueves se espera la llegada de la otra.
Desde este lunes se informó que el arribo de dos ondas tropicales y su interacción con la zona de convergencia intertropical van a generar condiciones de temporal con lluvias extremas, estimadas entre 150 y 250 litros en periodos de 24 horas.
El temporal irá desde este miércoles, al menos hasta el sábado.Los montos más fuertes de precipitaciones se van a concentrar en el Pacífico.
Las zonas de más alta vulnerabilidad son Desamparados, San Ramón, Orotina, y sectores montañosos, donde es muy posible la caída de deslizamientos con árboles y escombros en carreteras, principalmente en rutas como las que comunican San José con Limón y la de San José - Caldera.
También se advierte por posible colapso de alcantarillado en diversos cantones del Valle Central, debido a la basura y alta escorrentía. Se debe tener especial vigilancia en sectores cercanos a los ríos y costeros como en La península de Nicoya, Pacífico central y sur, por alta saturación de suelos, y lluvias recurrentes.