Las personas que residen en comunidades propensas a inundaciones o deslizamientos y sean un caso confirmado o sospechoso de covid–19 serán ubicadas en albergues especiales.
El objetivo es evitar una eventual propagación de la enfermedad en estos espacios, adonde las familias son trasladadas cuando su vivienda no es un sitio seguro y las lluvias aumentan.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) detalló este lunes que trabaja de manera conjunta con el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para detectar si existen casos del nuevo coronavirus en alguna de las 1.462 comunidades de riesgo que se tienen mapeadas.
Alexánder Solís Delgado, presidente de la institución, aseguró que también tendrán estrictas medidas en estos alojamientos temporales, con el fin de que se cumplan las medidas de distanciamiento físico y el respeto de las burbujas sociales.
Reconoció que es difícil, pero ante la llegada de la época lluviosa y la posibilidad de que tormentas y huracanes afecten de manera indirecta al país, deben aplicar protocolos que permitan resguardar la vida de la población ante emergencias climáticas y de la pandemia.
"Los albergues que se habiliten en caso de emergencia tendrán cambios sustanciales para identificar a tiempo a personas con orden sanitaria o condición de vulnerabilidad, así como para disminuir aforos y tener los distanciamientos adecuados, ya que tenemos que garantizar la separación para evitar brotes adicionales de covid–19.
“Sabemos también que la limpieza será fundamental, por lo que incluso estamos adquiriendo camillas para que las personas duerman separadas del piso y con mayor sanidad y seguridad”, explicó Solís.
Alertas
El jerarca también anunció la creación de una nueva alerta naranja, la cual permitirá evacuar de manera preventiva a quienes vivan en zonas de riesgo.
De momento, no se han establecido los parámetros que usarán los comités municipales de emergencia para declarar este tipo de aviso, el cual permitirá movilizar a familias antes de que queden atrapadas por una inundación o deslizamiento.
Solís mencionó que en las próximas dos semanas se debatirá en qué casos se hará esta alerta y cuando se tenga el protocolo este se remitirá a la junta directiva de la CNE para su aprobación.
Esta medida estará incluida en el nuevo reglamento de los comités de emergencia, agregó.
Con la inclusión de la alerta naranja hay un total de cuatro. La verde que es informativa, la amarilla que conlleva una preparación de albergues, así como la revisión de planes de emergencia y zonas de riesgo y la roja, la cual es decretada únicamente por la CNE o el Centro de Operaciones de Emergencia (COE). Este último está integrado por varias instituciones de primera respuesta.
Complejidad
El presidente de la CNE reconoció que enfrentar la temporada lluviosa con una pandemia de por medio conlleva mayor complejidad, tomando en cuenta que para este año se esperan más precipitaciones e incidentes climáticos que en 2018 y 2019.
Sin embargo, espera que las líneas de trabajo existentes les permitan enfrentar cualquier situación sin contratiempos, aplicando procedimientos excepcionales en los que se vele por la salud de las personas y los miembros de los cuerpos de socorro.
Para la atención de eventualidades, la entidad cuenta con los recursos necesarios e incluso ante casos excepcionales puede activar la reserva especial que tiene.
"Los protocolos para operaciones de rescate también fueron adecuados, ya que no podemos darnos el lujo de que en una evacuación se dé una transmisibilidad entre el personal de rescate y la población.
“Estamos en una etapa compleja, en la que vamos a enfrentar un periodo lluvioso por encima de lo normal en medio de pandemia”, recalcó Solís.
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Estricto monitoreo
Este lunes comenzó oficialmente la temporada de huracanes; no obstante, las tormentas tropicales Arthur y Bertha ya se formaron.
Werner Stolz España, director del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), explicó que regularmente son los sistemas que se forman en la cuenca del Atlántico son los que afectan a Costa Rica; empero, este 2020 también se mantendrá un monitoreo de aquellos del Pacífico.
"En el Pacífico oriental tendremos de 15 a 18 sistemas, entre siete y ocho serán tormentas tropicales, de cuatro a cinco huracanes categoría 1 o 2 y de cuatro a cinco huracanes con categoría 3, 4 o 5. Acá vamos a tener un estricto monitoreo para identificar eventuales afectaciones.
"En el Atlántico, que es donde se forman los sistemas que afectan el entorno climático de Costa Rica, vamos a tener una temporada bastante activa, en la que se esperan de 15 a 19 tormentas con nombre, donde lo normal son 12.
“Además, estamos previendo entre cuatro y cinco huracanes categoría 2 y entre tres y cuatro más intensos”, explicó Stolz.
Agregó que de todos ellos se espera que uno o dos afecten de manera indirecta el territorio nacional.
El jerarca del IMN reconoció que la época lluviosa será bastante fuerte para la vertiente del Pacífico y el Valle Central, mientras que la zona norte y el Caribe el comportamiento será normal.
Por ejemplo, solo en el Pacífico norte, central y sur se espera entre un 10% y 30% más de lluvia.
Preparados
Tanto el Cuerpo de Bomberos como la Cruz Roja Costarricense aseguraron estar listos para las emergencias que se avecinan.
Héctor Chaves León, director de Bomberos, precisó que desbordamientos de ríos, caída de árboles y deslizamientos son los incidentes que más se atienden.
En tanto, Glauco Quesada Ramírez, de la Cruz Roja, aseveró que la situación que se vive hace que se tomen una serie de previsiones, las cuales les permitan atender emergencias con seguridad.
Las lluvias de este lunes por la tarde provocaron 44 incidentes en 10 cantones del Pacífico central y el oeste del Valle Central.
Sigifredo Pérez Fernández, jefe de Operaciones de la CNE, aseguró que se mantienen vigilantes y en coordinación con los comités municipales de emergencia y los cuerpos de socorro por situaciones registradas en San Ramón de Alajuela, Parrita, Quepos y Garabito, en Puntarenas, así como en Puriscal, San José.
Saturación de alcantarillas, así como desbordamiento de ríos y quebradas generaron las alertas; sin embargo, hasta las 7 p. m. no se había habilitado ningún albergue.
Actualmente, todo el territorio está en alerta verde por la posibilidad de que en esta semana dos sistemas de baja presión afecten las condiciones climáticas en el país.